Está
37 kilómetros aguas abajo de Bajo Grande, pero detectaron niveles
altísimos de microorganismos fecales. La comuna no obtiene
respuestas y decidió llevar el reclamo a la Capital.
por
Lucas Viano
Capilla
de los Remedios está 37 kilómetros río abajo de Bajo Grande, la
planta de tratamiento de los efluentes cloacales de la ciudad de
Córdoba. Sin embargo, parece que estuviera al lado, según un
análisis realizado hace unas semanas.
Vecinos
de la localidad tomaron muestras del río Suquía a la altura de la
comuna. Los valores de coliformes totales fueron 23 millones cada 100
mililitros. El valor máximo fijado por un decreto provincial de 2016
es cinco mil.
A su
vez, se detectaron 9,3 millones de coliformes fecales. El máximo
permitido es de mil. Es indicador de una contaminación fecal
reciente, ya que este tipo de bacterias sobrevive poco tiempo fuera
del intestino de animales de sangre caliente.
Las
muestras fueron tomadas por Pedro Franke, un vecino de la localidad,
según las instrucciones que le dieron desde el Centro de Química
Aplicada (Cequimap) de la Universidad Nacional de Córdoba, que
realizó el análisis.
“Elegí
este lugar hace unos años para criar a mis hijos en la tranquilidad
de un bello lugar, cerca de la ciudad”, dice Pedro, quien también
es responsable de la campaña “Queremos respirar” para
visibilizar el problema en la Capital.
Y
agrega: “Por las noches no podemos abrir las ventanas debido al
olor pestilente. Vivimos con el temor de que nuestros hijos pequeños
toquen un perro que fue al río, porque la contaminación es tal que
el agua pasó a ser un peligro constante para la salud de los
habitantes”.
Federico
Kopta, del Foro Ambiental Córdoba, se mostró sorprendido por los
resultados.
“Conocemos
que los efluentes vertidos por Bajo Grande convierten al Suquía en
un ámbito incompatible con cualquier forma de vida esperable en un
curso de agua superficial. El oxígeno desaparece del agua por la
actividad de bacterias que descomponen la materia orgánica. El mal
olor es indicador de ese proceso. Pero además, estos líquidos
portan un sinnúmero de agentes patógenos”, dice.
Y
agrega: “Lo sorprendente de los resultados de Capilla de los
Remedios es que el río no pudo autodepurar los contaminantes en esos
casi 37 kilómetros de trayecto, lo que debería haber sucedido por
la oxigenación que produce el movimiento de las aguas”.
Miriam
Gómez, jefa comunal de Capilla de los Remedios, asegura que si hay
un punto en el que la comunidad está unida es en esto. “La
contaminación se agravó hace unos seis meses. Lo que se siente y se
vive en Capilla de los Remedios está reflejado en esos análisis”,
dice.
Y
agrega: “No se puede respirar. Los eventos más graves se dan a la
noche. Y al otro día aumentan los casos de vómitos, diarreas,
conjuntivitis y otros cuadros que llegan al centro de salud de la
comuna”.
El
problema también perjudica el turismo, que antes llegaba a esta
localidad emplazada en un barranco natural y por donde antes
circulaba un río cristalino. “Hay un camping que se usa los fines
de semana. En fin de año había hasta tres mil personas. Era un
atractivo de la localidad que ahora se ha perdido”, reconoce.
La
funcionaria asegura que por el momento las napas que abastecen de
agua potable a los tres mil habitantes de la zona no están afectadas
por la contaminación.
Reclamo
sin respuestas
Hace
unas semanas, representantes de la comuna se reunieron con
autoridades de la Municipalidad de Córdoba. “Nos dijeron que
estaban muy sorprendidos porque la planta debería funcionar bien y
el líquido salir al menos clorado. La Policía Ambiental de la
Provincia fue hasta la comuna, pero luego se desentendió del
problema”, dice la jefa comunal.
Y
agrega: “La única salida de los vecinos es visibilizar la
problemática en la Capital. El intendente debe tomar la decisión
política de hacer esta obra en lugar de otras”.
Pedro
también dice que la Municipalidad de Córdoba y la Provincia los
ignoran. “Pretenden envolvernos con las promesas de la construcción
de la nueva planta y que los desechos salen clorados”, dice.
La
fiscal Graciela López de Filoñuk investiga una denuncia por
contaminación presentada por los concejales del partido ADN. Los
vecinos aportaron 700 firmas de potenciales damnificados y también
presentarán estos últimos resultados.
“Es
palmario el riesgo sanitario que vive la población de Capilla de los
Remedios. La contaminación de las aguas del Suquía generó la
campaña “Queremos respirar”, que apoya todo el pueblo. Eso
muestra lo difícil que es sobrevivir en un contexto de contaminación
producido fundamentalmente por el mal funcionamiento de la planta de
Bajo Grande”, asegura Kopta.
Fuente:
Lucas Viano, En Capilla de los Remedios, el río está tan contaminado como una cloaca, 04/04/18, La Voz del Interior.
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