La conservación y protección de la biodiversidad marcan esta fecha en la que numerosos países realizan actividades para hacer un uso responsable de los recursos naturales.
por Alberto López
El Día de la Tierra intenta concienciar al mundo, cada 22 de abril, de la
necesidad de proteger el medio ambiente y de la conservación de la
biodiversidad. Todos los días deberían ser el Día de la Tierra,
pero por desgracia, la vorágine consumista que nos envuelve nos hace
olvidar con demasiada facilidad problemas que comienzan a ser graves
para el planeta como la superpoblación, la contaminación y el uso
responsable de los recursos naturales.
Estamos a tiempo
de que un cambio de mentalidad y de hábitos facilite y mejore la
situación para las generaciones venideras. Cientos de ejemplos que
conocemos, y que no siempre ponemos en práctica, contribuyen a hacer
más sostenible y habitable el planeta. De hecho, la mejor herencia
que podemos dejar a los jóvenes es un planeta habitable, porque la
Tierra no pertenece a los humanos, sino que son estos los que
pertenecen a la Tierra.
Naciones Unidas
decidió designar el 22 de abril como el Día de la Tierra para
reconocer que el planeta que habitamos, con sus ecosistemas, es el
hogar de la humanidad y que, para alcanzar un justo equilibrio entre
las necesidades económicas, sociales y ambientales de los habitantes
del planeta y las futuras generaciones, es necesario promover la
armonía con la naturaleza y la Tierra.
El Día de la
Tierra es una jornada festiva celebrada en muchos países. Su
promotor, el senador estadounidense Gaylord Nelson, instauró este
día para crear una conciencia común a los problemas de la
contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras
preocupaciones ambientales para proteger la Tierra. El origen de esta
conmemoración se sitúa en 1970, año en el que se inició un
movimiento medioambiental en Estados Unidos que sacó a la calle a 20
millones de personas para luchar por un entorno más saludable.
Tras esta
manifestación se logró concienciar a los políticos sobre la
importancia de la naturaleza y el cuidado del medio ambiente, y se
creó la Agencia de Protección al Medio Ambiente de Estados Unidos.
Esta asociación se encarga de las leyes para conseguir aire limpio,
agua potable y conservar especies en peligro de extinción.
El lema de
Naciones Unidas para el Día de la Tierra de este año es “Terminar
con la contaminación de los plásticos”. La ONU invita a todos los
Estados miembros, organizaciones internacionales, regionales y
subregionales, a la sociedad civil y a las ONG a crear conciencia
sobre este día. Para ello son numerosas las actividades de
información y sensibilización que tienen lugar alrededor de esta
fecha en todo el mundo.
Desde hace casi
50 años, los organismos internacionales y los países intentan crear
una conciencia medioambiental para preservar el planeta. Fue la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano de 1972
celebrada en Estocolmo la que sentó las bases de la toma de
conciencia mundial sobre la relación de interdependencia entre los
seres humanos, otros seres vivos y nuestro planeta. Asimismo, el 5 de
junio se estableció como el Día Mundial del Medio Ambiente y se
creó el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
(PNUMA), la agencia de la ONU encargada de establecer la agenda
ambiental a nivel global.
En 1992, más de
178 países firmaron la Agenda 21, la Declaración de Río sobre el
Medio Ambiente y el Desarrollo, y la Declaración de Principios para
la Gestión Sostenible de los Bosques en la Conferencia de Naciones
Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo UNCED.
En el año 2005,
la Asamblea General declaró 2008 como el Año Internacional del
Planeta Tierra para promover la enseñanza de las ciencias de la
Tierra y facilitar a la humanidad los instrumentos necesarios para el
uso sostenible de los recursos naturales.
En 2012 se
celebró la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo
Sostenible, también conocida como Río+20. Su resultado fue un
documento que contenía medidas y prácticas para un desarrollo
sostenible. Además, en Río los Estados Miembros decidieron
emprender un proceso para establecer los Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS), que se basarían en los Objetivos de Desarrollo del
Milenio y coincidirían con la Agenda para el desarrollo después de
2015.
Celebramos el Día de la Tierra para recordar que el planeta y sus ecosistemas nos dan
la vida y nos proporcionan las materias primas para subsistir. Con
este día asumimos, además, la responsabilidad colectiva, como nos
recordaba la Declaración de Río de 1992, de fomentar esta armonía
con la naturaleza y la Madre Tierra, porque “Madre Tierra” es una
expresión común utilizada para referirse al planeta Tierra en
diversos países y regiones, lo que demuestra la interdependencia
existente entre los seres humanos, las demás especies vivas y el
planeta que todos habitamos.
Este año,
además, se celebra el ‘Octavo Diálogo sobre armonía con la
Naturaleza’ en la sede de la ONU de Nueva York. Este diálogo
interactivo es una buena plataforma para tratar temas como la
producción sostenible y los patrones de consumo en la armonía con
la naturaleza. Asimismo, el diálogo quiere fomentar que los
ciudadanos y las sociedades se conciencien sobre cómo se relacionan
y cómo pueden relacionarse mejor con el mundo natural.
Este Día de la Tierra se centra en reciclar el plástico que llena y contamina
nuestros océanos y hábitats matando a miles de animales cada día.
Sin embargo, el Día de la Tierra es mucho más que eso, y hay
cientos de maneras de involucrarse. La doctora Jane Goodall comparte
este año un mensaje para mostrar el camino para hacer crecer un
mundo más verde y más azul.
Nacida el 3 de
abril de 1934 en Londres, Inglaterra, Jane Goodall siempre soñó con
vivir entre animales en África. A los 26 años persiguió con pasión
su sueño y viajó a Tanzania, donde comenzó su estudio de
referencia de los chimpancés sumergiéndose en su hábitat como si
fuera un miembro más de su comunidad en lugar de un observador desde
la distancia. Su descubrimiento en 1960 de que los chimpancés
fabrican y usan herramientas sacudió el mundo científico y
redefinió la relación entre los humanos y el resto del reino
animal.
Nombrada
Mensajera de la Paz de la ONU, dama del Imperio Británico y
Fundadora del Instituto que lleva su nombre, la doctora Goodall
recorre el mundo durante casi 300 días al año para hablar sobre las
amenazas a las que se enfrentan los chimpancés, las crisis
ambientales y sus motivos de esperanza para hacer del mundo un
planeta más habitable y sostenible con sencillos consejos que pueden
convertirnos, a cada uno de nosotros, en un héroe medioambiental.
Por si aún no te
has planteado nunca todo lo que puedes hacer por contribuir al
cuidado de la Tierra, aquí van unos simples consejos:
Utilizar bombillas de bajo consumo e invertir en LED.
Descartar los cubiertos de plástico.
Utilizar la bicicleta como transporte.
Apostar por las energías renovables.
Aportar vida a la naturaleza plantando al menos un árbol.
Visitar un parque nacional o zona reserva de la biosfera para admirar y concienciarse de su belleza e interconexión entre todos los elementos.
Reciclar y conocer qué es biodegradable y qué no.
No utilizar bolsas de plástico y, si se tienen que usar, reciclarlas.
Calcular la huella de Carbono. Con la ayuda de un calculador de carbono se puede conocer cuál es la contribución personal al calentamiento global y de este modo poner remedio y reducir la propia contaminación.
Aunque tal vez el
consejo más efectivo sea el de concienciarnos que todos los días
son el Día de la Tierra para comprometernos con el medio ambiente y
el futuro de la humanidad.
Fuente:
Alberto López, Día de la Tierra: el futuro del planeta está en nuestras manos, 22/04/18, El País. Consultado 22/04/18.
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