El
Senado sancionará la ley de creación del Parque Nacional
Traslasierra. Son 105 mil hectáreas de área protegida. La propiedad
perteneció a Lisandro de la Torre y al hacendado Manubens Calvet. Un
filántropo suizo aporta los fondos para la expropiación.
por
Héctor Brondo
El
Senado de la Nación aprobará en la sesión de esta tarde la
creación del Parque Nacional Traslasierra. La nueva área protegida
ocupará las 105 mil hectáreas de la mítica estancia Pinas. Esta
extensa propiedad abarca gran parte de la superficie de los
departamentos Minas y Pocho, en el oeste de la provincia de Córdoba.
La
finca perteneció al demócrata progresista santafesino Lisandro de
la Torre y al acaudalado hacendado cordobés Feliciano Manubens
Calvet, cuya herencia (calculada hoy en unos 400 millones de dólares)
es motivo de una enmarañada disputa judicial desde hace 37 años.
Por
unanimidad, las tres comisiones de la Cámara Alta aceptaron la
cesión de jurisdicción ambiental efectuada por la provincia de
Córdoba a favor del Estado nacional; el traspaso se hizo mediante la
ley provincial 10.481, sancionada por la Unicameral el 20 de
setiembre de 2017.
Así,
este espacio será parte de las áreas del país “que por sus
extraordinarias bellezas o riquezas en flora y fauna autóctonas o en
razón de un interés científico determinado deban ser protegidas y
conservadas”, y tienen que ser de dominio público nacional.
Ahora,
la Administración de Parques Nacionales deberá realizar la
expropiación de la estancia e inscribirla en el Registro de la
Propiedad de Córdoba.
Sobre
la hora
El
cierre del proceso parlamentario que se producirá hoy en el Senado
les devolverá el alma al cuerpo a los promotores del Parque Nacional
Traslasierra.
Es
que una condición que exigía Hansjörg Wyss, el filántropo suizo
que prometió aportar los fondos para la expropiación de la estancia
Pinas, era que la ley se aprobara antes del 31 de marzo.
Así
lo reconocieron a La Voz varios legisladores nacionales que
participaron del plenario.
“La
localización del Parque Nacional Traslasierra resulta estratégica
en términos de conservación y turismo”, destacó a este diario
Juan Raggio, presidente de Aves Argentinas.
Esta
organización no gubernamental trabaja desde hace más de 100 años
en la protección de las aves y de la naturaleza y es la principal
impulsora del proyecto de creación de la nueva área protegida. “Por
un lado, su presencia es clave para conformar el Corredor
Biogeográfico del Chaco Árido. Además, Pinas ocupa un papel
protagónico en la conformación del Corredor de Conservación y
Turismo del Norte de Córdoba, junto con el futuro Parque Nacional
Ansenuza y el Parque Nacional Quebrada del Condorito”, precisó
Raggio.
En la
actualidad, la estancia se encuentra dentro de las categorías roja y
amarilla de la ley de bosques (es decir, de máximo y de intermedio
valor de conservación), lo que limita las actividades económicas
que se desarrollan en ella.
La
superficie alberga 229 especies de aves, 35 de mamíferos y 30 de
reptiles, según un relevamiento de la Universidad Nacional de
Córdoba (UNC). Entre otras, el guanaco y el pecarí quimilero. Esta
especie fue descubierta recientemente en Córdoba; sólo se contaba
con registros en el extremo norte de la Argentina. El “chancho
moro”, como lo conocen los lugareños, está considerado en riesgo
de extinción.
Además
de la riqueza natural y de la importancia biogeográfica, la estancia
Pinas tiene un singular valor histórico, ya que atraviesa la memoria
cordobesa desde la época precolombina hasta hoy.
Los
dueños originales del territorio donde está comprendido el
latifundio fueron los comechingones. En 1740 las tierras fueron
enajenadas por el capitán don Francisco Calderón a don José
González, quien determinó los límites originales de la propiedad.
Antes
de morir, González se la legó a la orden franciscana, que a su vez
la vendió a Diego Salguero de Cabrera.
Un
tal Santiago Lewry aparece más adelante como titular del vasto
inmueble.
El
resto de la historia es más conocido.
En
1908 compró la estancia el legislador santafesino Lisandro de la
Torre. Lo hizo con un crédito y con la idea de armar un
emprendimiento ganadero.
Una
prolongada sequía hizo fracasar el proyecto. “El fiscal de la
República” resolvió entonces cambiar de rubro y tendió una vía
férrea de 50 kilómetros para sacar en tren la madera dura que le
extraía al bosque nativo.
Tras
su trágica muerte, el banco Español se hizo de la estancia y la
sacó a remate. La compró una sociedad integrada, entre otros, por
Juan Feliciano Manubens Calvet, quien falleció en 1981.
Desde
entonces, la estancia integra la masa hereditaria que es objeto de
una intrincada disputa judicial.
Mientras
tanto, el Congreso argentino sancionará esta tarde la ley que
habilitará al Ejecutivo nacional a transformar sus 105 mil hectáreas
en el parque nacional más grande de Córdoba.
Una
gran contribución para el desarrollo
Pinas
ofrece además la particularidad de que en su inmensa extensión de
más de 100 mil hectáreas nunca fue introducida ninguna especia
exótica ni de flora ni de fauna.
por
Alberto Bustos Senesi
El
Senado de la Nación, al formular dictamen por unanimidad el 14 de
marzo aprobando la creación del Parque Nacional Traslasierra-Pinas,
cubrió sobradamente las expectativas de preservación del patrimonio
ambiental e histórico de la región de Chancaní y de los llanos de
La Rioja. La creación del parque significará la más lograda
contribución al desarrollo de esta pauperizada y postergada región
desde que concluyeron los enfrentamientos entre unitarios y federales
y luego de la consolidación de la unión nacional con el dictado de
la Constitución de 1853.
Para
la región, el parque significará nuevas actividades económicas y
podrá mostrar el enorme potencial ambiental que se ha preservado
casi sin modificaciones desde la llegada de los conquistadores hasta
la fecha. Como se ha dicho, a partir de 1941, y luego de que se
constituyó como único propietario don Juan Feliciano Manubens
Calvet, la estancia de Pinas se convirtió en el paño de estancia
más grande del país al no ser atravesada por ningún camino
público, por haber sido clausurado el que comunicaba Chancaní con
Serrezuela.
Es
decir, Pinas pasó a ser un reservorio de la flora y de la fauna
autóctonas y así permanece para estos días. Ofrece además la
particularidad de que en su inmensa extensión de más de 100 mil
hectáreas nunca fue introducida ninguna especie exótica ni de flora
ni de fauna.
A
partir de la habilitación del parque, se generarán espacios de
estudio únicos para biólogos, antropólogos y también
historiadores y sociólogos a la luz de los antecedentes que han
nutrido su desarrollo y contribución al proceso histórico.
Sirvan
como ejemplo los antecedentes de haber sido cuartel general de
Facundo Quiroga, del Chacho Peñaloza, de Santos Guayama, de Juan
Bautista Bustos, y campo de batalla de José María Paz. También, la
circunstancia de que fue desafío productivo de Lisandro de la Torre
y de Carlos Rodríguez Larreta y posteriormente, hasta estos días,
de Manubens Calvet. Él ya había dispuesto, según se conoce, en su
desaparecido testamento, que la estancia se preservara como parque
para los tiempos. El pronto acometimiento del Senado de la Nación
para concretar la creación del parque también corona el anuncio del
presidente Mauricio Macri, quien en la apertura de las sesiones
ordinarias del Congreso anunció el compromiso de la Nación respecto
de la necesidad de crear parques nacionales.
Alberto Bustos Senesi es exlegislador del departamento Pocho.
Un
filántropo suizo puso los millones para la operación
Se
trata de Hansjörg Wyss, un multimillonario ecologista que es el 345°
hombre más rico del planeta. Fue gran amigo de Douglas Tompkins, con
quien planeó un parque binacional en la Patagonia.
por
Sergio Carreras
Es
uno de los secretos peor guardados: el filántropo y multimillonario
suizo Hansjörg Wyss es el gran aportante que tiene bajo la manga la
Administración de Parques Nacionales para hacer realidad la
existencia de las dos próximas áreas protegidas federales que
tendrá la provincia de Córdoba en la vieja estancia Pinas, y en el
humedal de la laguna Mar Chiquita y bañados del río Dulce.
Diversas
personas ligadas a importantes organizaciones ambientalistas, de
Córdoba y de Buenos Aires, señalaron que Wyss les solicitó
discreción sobre el origen del dinero, cuyo monto total y preciso se
desconoce.
Pero
ya se sabe lo difícil que es mantener en reserva el hecho de que
ande paseando por nuestro patio un multimillonario generoso, que es
el 345° hombre más rico de la Tierra, según el ranking de Forbes,
con una fortuna de 5.700 millones de dólares y que lleva donados 277
millones de dólares a modo personal y además tiene fundaciones
caritativas con activos por dos mil millones de dólares: he aquí el
amigo que todos quisieran tener.
En
Argentina, Wyss lleva compradas y donadas al Estado nacional cerca de
500 mil hectáreas patagónicas, una superficie comparable a la de
todo el departamento San Martín, de la provincia de Córdoba. Su
proyecto, a través de la Fundación Wyss, es comprar 14 estancias
que lo ayuden a ampliar el parque nacional Patagonia, en el noroeste
de la provincia de Santa Cruz. Ya lleva compradas ocho, y las
restantes están a punto de caer.
El
amigo Douglas
Ese
parque nacional no es cualquier parque para el suizo. Se trata de la
continuidad del lado argentino del parque nacional Patagonia chileno,
uno de los dos creados y donados al Estado trasandino por su gran
amigo Douglas Tompkins, empresario multimillonario como él,
filántropo como él, y amante de la aventura y los deportes al aire
libre como él.
Ambos
se propusieron, en 2011, crear ahí el primer parque binacional de
esta región.
Tompkins,
luego de haber comprado una docena de estancias patagónicas y una
gran superficie en los esteros del Iberá, murió en una trágica
excursión de kayak el 8 de diciembre de 2015 en el lago General
Carrera. Wyss era un gran amigo de Tompkins y lo es de su viuda,
Kristine McDivitt, quien hoy sigue negociando con la Nación, en muy
buenos términos, el destino de las áreas naturales cedidas por ella
y su marido.
Wyss
es uno de los mayores representantes del grupo de millonarios
agrupados en Estados Unidos en la Land Trust Alliance, que reúne a
docenas de organizaciones land trust dedicadas a identificar reservas
naturales en diversos lugares del mundo, para comprarlas y
convertirlas en áreas protegidas. En el mismo Estados Unidos, en más
de una ocasión estos filántropos verdes han sido vistos como
extremistas, seguidores de filosofías ecologistas que colocan al ser
humano en un plano de igualdad, cuando no en un segundo orden, con
respecto al resto de las especies animales y vegetales.
La
Fundación Wyss ha contribuido con la creación del parque nacional
El Impenetrable, en Chaco, y ha celebrado una alianza con
Conservation Land Trust, la organización de McDivitt, que preside la
argentina Sofía Heinonen Fortabat, para ayudar al país a cumplir
con las metas asumidas en el Convenio sobre Diversidad Biológica
firmado en Río de Janeiro en 1992 y aprobado por ley nacional en
1994.
El
filántropo, que ahora también puso el pie en el Chaco seco
cordobés, ha financiado compras de santuarios naturales en numerosos
lugares del mundo, como Rumania y zonas amazónicas de Bolivia, de
Perú, de Colombia y de Ecuador. Wyss también es conocido por
algunas posiciones políticas, como su opinión favorable a
incrementar considerablemente los impuestos a la herencia en Suiza.
Ese
tema y otros similares le han creado una fuerte rivalidad con otro
suizo, Christoph Blocher, un productor industrial y político de
derecha, con quien habitualmente rivaliza sobre la situación que
debería mantener su país frente a la Unión Europea, o sobre el
ingreso de inmigrantes.
Wyss
vive en Wyoming, en el noroeste de Estados Unidos, tiene 82 años, es
piloto de avión y sigue escalando montañas, esquiando y disfrutando
del trekking. En su larga vida iniciada en Berna, Suiza, pasó por
diferentes trabajos y estudios hasta que en los años ’70 conoció
a un cirujano con quien fundó Synthes, una compañía dedicada a
fabricar tornillos y placas metálicas para la industria médica,
actividad que lo convirtió en multimillonario luego de abrir una
fábrica en Estados Unidos.
En la
última etapa de su vida decidió donar sus dólares a cambio del
verde de los bosques, decisión que ahora acaba de beneficiar a los
cordobeses y a los argentinos en general.
El
camino recorrido para crear el nuevo espacio protegido
Marzo
de 1981. Muere el millonario Juan Feliciano Manubens Calvet (foto).
La estancia Pinas, que antes perteneció a Lisandro de la Torre
(foto), era parte del patrimonio que dejó. El exlegislador radical
Alberto Bustos Senesi lanzó la idea de crear un parque nacional en
el lugar, luego apoyada por la exsenadora nacional Norma Morandini.
Febrero
de 2017. El Gobierno provincial envió a la Legislatura el convenio
con la Nación para crear dos parques nacionales: el Mar Chiquita y
el Traslasierra.
Septiembre
de 2017. La Legislatura de Córdoba aprobó la ley de cesión del
parque de la jurisdicción ambiental a Parques Nacionales, para
expropiar la estancia Pinas.
Noviembre
de 2017. Diputados de la Nación dio media sanción al proyecto de
creación del parque.
14 de
marzo de 2018. El plenario de comisiones del Senado emitió dictamen
favorable para crearlo.
Entradas relacionadas:
Fuentes:
Héctor Brondo, Pinas, de estancia mítica a parque nacional, 21/03/18, La Voz del Interior.
Alberto Bustos Senesi, Una gran contribución para el desarrollo, 21/03/18, La Voz del Interior.
Sergio Carreras, Un filántropo suizo puso los millones para la operación, 21/03/18, La Voz del Interior.
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