La Unidad 2 de la nuclear de Three Mile Island (Isla de las Tres Millas), cerca de Harrisburg, sufrió el 28 de marzo de 1979 el accidente más grave de la historia nuclear de los Estados Unidos, y el tercero más grave de la historia de la industria nuclear.
La Unidad 2 de la
central nuclear de la Isla de las Tres Millas, situada a 16 km de la
ciudad de Harrisburg (Pennsilvania), que tenía una población de
unos 70.000 habitantes, sufrió un severo accidente el 28 de marzo de
1979. Una pequeña fuga en el generador de vapor desencadenó el
accidente más grave de la historia nuclear de los Estados Unidos, y el
tercero más grave de la historia de la energía nuclear. Las causas
hay que atribuirlas al diseño de aquella planta que la convertía en
tremendamente insegura.
La pérdida de
refrigerante ocasionó un aumento de la temperatura del núcleo que,
finalmente acabó por fundirse dando lugar al esparcimiento de
material radiactivo en la contención y a la formación de una
peligrosa burbuja de hidrógeno que amenazó con provocar una
explosión que hubiera lanzado al medio toneladas de material
radiactivo. Para evitar esta explosión se optó por liberar una
cantidad indeterminada de gas radiactivo, que afectó a la población
de las ciudades circundantes.
Las consecuencias
del accidente sobre la salud de la población están todavía
sometidas a controversia, puesto que resulta muy difícil evaluar las
dosis radiactivas a que fueron expuestos los afectados. Las acciones
de emergencia que se pusieron en práctica fueron claramente
insuficientes y consistieron en la evacuación de las mujeres
embarazadas y de los niños en un radio de 8 millas en torno a la
central, dos días después de accidente. Se han detectado aumentos
de malformaciones congénitas, de cánceres y de enfermedades
psicológicas debidas al estrés sufrido por la población.
El accidente de
Harrisburg supuso el principio de la decadencia de la energía
nuclear en el mundo. Por un lado aquel accidente demostró que las
centrales nucleares eran inseguras, lo cual hizo aumentar la
oposición y, por otro lado, los costes de las medidas de seguridad
tomadas a partir del accidente han encarecido notablemente las
centrales, lo cual las convierte en poco competitivas frente a otras
fuentes de energía.
Por desgracia las
enseñanzas de accidente de Harrisburg no fueron suficientes para
evitar el accidente nuclear de Chernóbil en 1986, el más
terrorífico de los acaecidos hasta el momento.
Fuente:
Accidente de Three Mile Island (Harrisburg 1979), 28/03/18, Ecologistas en acción.
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