El veterano cineasta argentino Pino Solanas trajo a la Berlinale su último documental, que denuncia las secuelas para la población y el medioambiente que ha tenido la apuesta por la soja y los transgénicos.
por Eva Usi
El cineasta y
senador argentino Fernando (Pino) Solanas (Olivos, 1936) estrenó en
la Berlinale su último documental, "Viaje a los pueblos
fumigados", que fue ovacionado tras su proyección fuera de
concurso en la sección Berlinale Special. Solanas, ganador del Oso
de Oro con su documental, "Memoria del saqueo" en 2004,
llegó a la sala acompañado por el director del festival, Dieter
Kosslick, y de su hija, Victoria Solanas, que produjo la cinta que
documenta con dramáticos testimonios de pobladores, médicos e
investigadores, los estragos provocados por el uso de agrotóxicos.
Es una película
vibrante y de investigación del autor, que lleva al espectador a un
viaje a través de siete departamentos en Argentina. Con la voz de
Solanas en el relato, comienza en el norte del país, en donde se ve
el llamado desierto verde, los monocultivos de soya transgénica que
se extienden a lo largo de héctáreas en donde no hay ningún otro
ser vivo, ni pájaros, ni mariposas, ni hierbas de otro tipo. A la
par se ve el avance de la deforestación para extender la tierra
cultivable, se queman bosques y árboles que tardan cientos de años
en crecer. "Una destrucción que no se puede cuantificar en
dinero", señala uno de sus protagonistas.
Solanas, quien
preside la Comisión en el Senado de Ambiente y Desarrollo
Sustentable, recuerda en conversación con DW, que el documental es
el último de una serie de 8 películas que filmó tras la crisis
política y económica que sufrió su país en 2001, cuando cayó el
gobierno de Fernando de la Rúa, a raíz del llamado "corralito".
"Los bancos
incautaron los depósitos de los ahorristas. Tuvieron que blindar las
ventanas porque los ahorristas desesperados, querían sacar su
dinero. En mi película, "Memoria del saqueo", se ven mujeres
armadas con martillos queriendo romper los vidrios de los bancos para
intentar que les devuelvan la plata. Fue una crisis terrible. Los
niños desnutridos, hubo una ola de desocupados", afirma el
cineasta.
Le siguió "La
dignidad de los nadies", un segundo documental sobre cómo se
defendieron las víctimas, las ollas populares, los comedores
infantiles. "Los chicos en los barrios, como no iban a la
escuela ni sábado ni domingo, esos días no comían, porque sólo
comían en la escuela. La Argentina vivió una crisis de pobreza
intensa. Esa fue la famosa crisis del 2001/2002, ahí nacieron estas
películas. Yo decidí documentar con imágenes lo que estaba pasando
en el país".
Industria de
exportación aceitera
El viaje lleva al
espectador al Puerto de San Martin, a orillas del Paraná, en donde
se han asentado todas las trasnacionales que exportan aceite de
soya, unas 120 millones de toneladas al año, cuyo principal destino
es el sureste asiático. ¿Quien controla cuánto declaran? ¿Cuánto
de la renta del Comercio Exterior que quedó en manos de
multinacionales irá a parar a cuentas offshore? Pregunta Solanas en
la narración.
El centro de la
película es el drama de la intoxicación de la población que come
alimentos vegetales frescos y envasados que contienen una importante
proporción de agrotóxicos que enferman y matan. Una activista de la
organización BIOS, asegura que la población tiene por lo menos 3
agrotóxicos en la sangre que se utilizan en la producción de
alimentos, entre ellos, el glifosato. Se encuentran en las uvas, en
el arroz, en las lechugas, en el tabaco. Entre los casos más
dramáticos figura el envenenamiento de dos niños con endulfosán
2-4-D, mientras jugaban en el barro, dicha sustancia está prohibida
y se sigue usando.
Argentina,
llamada el granero del mundo, ha apostado por los agrotóxicos y los
transgénicos para aumentar su volumen exportador, con devastadoras
consecuencias para la población. Entre los testimonios de
científicos, figura el del médico pediatra y neonatólogo del
Hospital Universitario de Maternidad de Córdoba, Medardo Ávila
Vázquez, confrontado con crecientes casos de malformaciones, de
niños con problemas respiratorios, de comunidades en dónde el
cáncer se multiplica, casos que antes no se veían y que se derivan
del creciente uso de agrotóxicos.
Argentina,
pionera en los cultivos de soja transgénica
"La apuesta
por la soja comenzó con Menem. En 1996 Argentina se convirtió en
el primer país de América Latina que autorizó el cultivo de la
soja transgénica. Desde la Argentina, pasó a Uruguay, Brasil,
Paraguay y Bolivia. Los transgénicos, aunados a los buenos precios
internacionales de la soja convirtieron a la soja transgénica, una
plantita muy resistente a todo, que si no llueve igual resiste, en un
cultivo económicamente muy rentable. Y como el campo venía de una
crisis profunda que había empobrecido a tantos pequeños y medianos
productores, la aparición de la soja transgénica fue una fiesta,
fue un salvavidas para todos. Nadie quiso ver las consecuencias que
iba a tener. Lo importante en ese momento era salir de la crisis",
dice Solanas.
El cineasta
subraya que el problema es que en Argentina el Tesoro nacional recibe
importantes contribuciones del campo por los impuestos a la
exportación de los cereales, y por ello, no se piensa en buscar un
consenso para concertar una transición para abandonar esos cultivos.
"Todos estamos comprometidos con la soja y nadie quiere hablar
de ésto porque sería empobrecer al país. Por eso, cuando se
enteraron de que una película mía llamada "Viaje a los pueblos
fumigados", se iba a mostrar en Berlín, se volvieron locos.
Ayer no vino nadie del Instituto de Cinematografía argentino que
tiene un stand aquí".
Sin embargo el
cineasta y senador afirma que el problema es universal. "Todos
los países agrícolas utilizan agroquímicos que son agrotóxicos",
y recuerda la lamentable decisión de Alemania y de la Unión Europea
que autorizaron el uso del glifosato en noviembre pasado durante
cinco años más. Una decisión que fue seguida con atención en
Argentina, que sienta un mal precedente internacional.
El documental
concluye mostrando las consecuencias de este modelo en el cambio
climático. "La pampa húmeda está inundada. Cada año cada vez
más. A pesar de que en la COP 21 de 2015 en París hubo un
compromiso internacional de reducir los gases de efecto invernadero,
éstos no se redujeron, se incrementaron más en 2016 y 2017 fue el
año más caliente de la historia. Vamos hacia una catástrofe
monumental, pero la humanidad no tiene consciencia de eso. Es muy
difícil de parar porque habría que desactivar los grandes centros
industriales y tecnológicos mundiales. El cambio climático va mucho
más rápido que la velocidad del cambio industrial y tecnológico,
del modelo de vida y del consumo en la vida cotidiana, pero la gente
cree que eso no le va a tocar. Cree que las catástrofes están lejos
y que no le van a afectar".
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Pino Solanas ovacionado en Berlín por su documental sobre agrotóxicos
Viaje a los pueblos fumigados
Fuente:
Eva Usi, “Viaje a los pueblos fumigados“: los estragos de los transgénicos en Argentina, 19/02/18, Deutsche Welle. Consultado 20/02/18.
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