Un hedor
nauseabundo emana desde el lago a la altura del puente sobre el
vertedero. El municipio local ya reclamó ante la Provincia, pero sin
obtener respuestas satisfactorias.
La zona del
puente sobre el vertedero de Embalse, uno de los rincones más
emblemáticos del Valle de Calamuchita, está afectada desde hace ya
dos meses por fuertes olores nauseabundos que emanan desde el mismo
lago.
Es uno de los
paseos obligados para los turistas, quienes suelen recorrer la torre,
el cerro o el frente del murallón por el que, en algunas ocasiones,
cae el remanente de agua del embalse artificial.
A veces, la gente
también baja a la costa, pero nadie queda inmune a los olores.
El fenómeno se
percibe desde hace tiempo: para algunos vecinos ya se tornó “normal”
y no dejan de bañarse o de pasear en lancha o kayak por ahí.
Sin embargo, el
hedor pega fuerte en los visitantes desprevenidos, los que llegan con
entusiasmo y la idea de tomar alguna de las clásicas panorámicas de
uno de los lugares más lindos de la zona.
“Sentimos como
un olorcito raro, pero cuando más rato pasas acá, más se siente”,
apuntó Mónica, turista de Capitán Sarmiento, provincia de Buenos
Aires. Acababa de llegar junto a su marido y a amigos, procedentes de
Carlos Paz.
Aunque aseguran
que no es así, la primera impresión remite a olores propios de
efluentes cloacales sin tratar.
“Los días de
calor es más fuertes”, comentó un habitante de la zona, quien
ayer debió viajar a Río Tercero y cruzar por el dique. Dijo que las
pestilencias invadieron el habitáculo, sin necesidad de bajar las
ventanillas. “Con aire o sin aire acondicionado, con vidrios altos
o bajos, el olor penetra igual”. Los fuertes hedores se hacen
sentir.
Reclamo formal
El intendente de
la ciudad de Embalse, Federico Alesandri, sostuvo que ya le
solicitaron a la Dirección de Recursos Hídricos explicaciones sobre
las causas del fenómeno, sin obtener, hasta ahora, respuestas.
“Hace tiempo
que venimos reclamando que hagan un comunicado respecto de esto; los
técnicos de Recursos Hídricos dicen que es el olor que provocan las
válvulas de descarga, cuando salen los sedimentos del lago, pero no
tenemos nada oficial”, disparó el funcionario comunal.
Alesandri se
mostró molesto porque la repartición provincial no interviene para
formular de manera contundente estas aclaraciones sobre un tema
importante para la localidad.
La Voz se
comunicó con el área de Prensa del Ministerio de Agua, Ambiente y
Servicios Públicos, que tiene competencia sobre los lagos, sin
lograr que algún funcionario del área brinde precisiones sobre las
causas fehacientes que provocan las pestilencias indisimulables.
Por lo pronto,
habrá que recorrer la zona, pero con un broche en la nariz.
Fuente:
Un fuerte olor opaca una postal de Embalse, 15/02/18, La Voz del Interior.
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