Se trata de una
polilla que vive en la Pampa de Achala. Hacía 50 años que no se
descubría una nueva especie de Córdoba.
por Lucas Viano
Durante miles de
años, en las noches de la Pampa de Achala, una mariposa desconocida
para la ciencia volaba entre los pastizales.
Hasta que un día
llegó Hernán Beccacece y la descubrió. Decidió llamarla
Leucanopsis navarroi. Leucanopsis hace referencia al género de estos
insectos y navarroi es en honor a Fernando Navarro, un investigador
experto en mariposas ya fallecido.
No es de las
mariposas que uno se imagina que le harían cosquillas en la panza
cuando se enamora. No le sobra belleza, aunque Hernán, quien hace
siete años que estudia a los lepidópteros (la forma científica de
decir mariposas) piense lo contrario. Es una mariposa nocturna.
Digámoslo sin pelos en la lengua: es una polilla.
¡Pero qué
polilla! Hace 50 años que la ciencia no descubría una nueva especie
de mariposa (linda o fea) que sólo tenga a Córdoba como hábitat
(endémica).
Desde que la vio
por primera vez, Hernán supo que L. navarroi era algo nuevo por sus
colores y por el patrón de sus alas. “En el campo puedo darme
cuenta si es algo diferente o fuera de lo común. Para confirmarlo,
tengo que hacer estudios de la morfología externa e interna
(genitales masculinos y femeninos)”, dice Hernán.
Por su tamaño,
si fuera una mariposa boxeadora, L. navarroi estaría en la categoría
de los medianos. Tiene dos centímetros de largo y tres de
envergadura.
Además de eso,
se sabe poco de ella. No se conoce su etapa de huevo, larva, oruga o
pupa. Se alimenta del néctar de las flores. “Si la especie vive
únicamente en Pampa de Achala, su oruga debe alimentarse de alguna
planta asociada a este ambiente de pastizal de altura”, explica
Hernán.
Está tan
convencido de que debe seguir estudiando las polillas que lo hace
casi ad honorem. “Se me dificultará seguir investigando, ya que no
he quedado como investigador de Conicet este año”, dice.
Y no las estudia
porque sean lindas (está claro), sino porque son importantes para
los seres humanos. “Iba a estudiar el efecto del cambio climático
sobre la distribución de lepidópteros de importancia económica,
porque son plagas en los cultivos, y sanitaria, porque causan
urticaria o el síndrome hemorrágico, además de seguir con las
endémicas como la descubierta en Pampa de Achala”, repasa.
Dice que volverá
a intentar ingresar a Conicet este año. “Mientras, estoy dando
clases en la universidad, colaboro como curador en el Museo de
Zoología ad honorem y soy preceptor en el colegio Manuel Lucero”,
cuenta.
Un mito
Las mariposas
nocturnas o polillas no comen la ropa. “Está instalado en la
gente, pero son muy pocas las que lo hacen. Sólo tres especies, y
hay más de 120 mil especies de mariposas nocturnas”, argumenta
Hernán.
Son feas pero muy
importantes porque son grandes polinizadores de cultivos. También
son el alimento de murciélagos y aves, aunque otras puede ser
perjudiciales para el ser humano.
Fuente:
Lucas Viano, Hallan una nueva mariposa en las Sierras, 24/02/18, La Voz del Interior.
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