Energía
y política. El
pasado 13 de septiembre se dio media sanción a la ley de generación
distribuida. El Senado podría aprobarla en noviembre. ¿Conquista
para el medioambiente o placebo tecnológico?
por Andrés
Arnone
Avanza
en el Congreso con el apoyo del PRO y el kirchnerismo el Proyecto de
Ley "Régimen de Fomento a la Generación Distribuida de Energía
Renovable Integrada a la Red Eléctrica Pública". Con media
sancion en Diputados, hoy martes habrá un plenario de las comisiones
de Energía, Minería y Combustibles, y de Presupuesto y Hacienda,
donde se escuchará al subsecretario de Energías Renovable del
Ministerio de Energía y Minería, Sebastián Kind. Antes de que
finalice noviembre el Senado podría aprobar el proyecto.
A
grandes razgos la generación descentralizada deja en manos de la
iniciativa privada (y según la capacidad financiera de cada
usuario), la decisión de instalar en sus hogares equipos solares o
eólicos y conectarlos a la red pública. La otra la mitad del
contenido del proyecto se dedica a los incentivos económicos a las
empresas privadas fabricantes, destinando millones de pesos de fondos
públicos para ayudar a las empresas privadas que fabriquen estos
generadores, cuando se podría usar para ampliar las empresas
estatales como el INVAP, o los programas del INTI o las universidades
públicas que tiene para fabricar renovables.
Estos
generadores caseros pueden variar aproximadamente de $ 30.000 hacia
arriba solo para instalar 1 kw solar o $ 50.000 en el caso de una
mini turbina eólica. Esta inversión es muy alta, aún con los
“créditos blandos” del Estado, teniendo en cuenta los salarios
de la gran mayoría de los trabajadores que cobran menos de $ 11.000.
Paratener dimensión de cuanto representa 1 kw, el consumo de una
heladera con freezer necesita 0.2 kw para funcionar, una TV 0.14 kw,
un grill eléctrico 1.3 kw, un aire acondicionado 1.5 kw, una estufa
1.2 kw. Si algo sobra de esa producción de energía hogareña, se
vuelca a la red haciendo un descuento en la facturación. Esta
producción, ya sea descentralizada en equipos hogareños o
centralizada en grandes turbinas o paneles, al ser intermitente por
el clima y el horario necesita de sistemas de respaldo, que a escala
individual se realiza por medio de baterías, mientras a nivel red
colectiva el método más usados son los embalses o lagunas de
acumulación.
El
capitalismo "verde" realmente existente
En
Europa, en donde desde hace años el "capitalismo verde"
viene invirtiendo en generación centralizada y descentralizada, las
emisiones de CO2 bajaron inicialmente, dejaron de bajar y, hasta luego, tuvieron un leve repunte. Alemania, el buque insignia del
capitalismo verde, a pesar de la continuas inversiones millonarias en
renovables año tras año, mantiene unas emisiones de CO2 de
alrededor de 750 mil Ktn desde hace 10 años
¿Por
qué no puede bajar más? Porque el capitalismo no puede disminuir su
consumo de energía sin desencadenar una recesión, sin atentar
contra sí mismo, sin importar que para mantener el crecimiento y la
revalorización del capital tenga que seguir recurriendo a los
fósiles. Mientras que las renovables pueden cubrir el 50 %, 60 % o
más del consumo eléctrico durante los días no laborables (si el
clima ayuda), el resto de los días el promedio de producción de las
renovables es del 15 % aproximadamente. Lo restante proviene
mayormente de las fósiles, para alimentar a las grandes industrias y
comercios.
Es
que el capitalismo, ya sea "verde" o "marrón",
para no entrar en crisis, necesita un creciente consumo de energía y
materiales, para más producción, más ventas, neutralizando así el
esfuerzo en bajar las emisiones de CO2 que hacen las familias
trabajadoras mediante los generadores en sus hogares o que financian
mediante sus impuestos para las instalaciones a gran escala.
¿"Ecologismo
en un solo país" o estabilización del sistema mundo?
Aun
con grandes planes de energías renovables, reciclado masivo,
transporte masivo de calidad, tecnologías mas eficientes, etc., el
capitalismo verde alemán y el europeo en general tiene una huella ecológica que supera en 150 % la capacidad de regeneración de la naturaleza, obteniendo de las colonias los recursos para suplir ese
déficit, dejando un saldo global negativo de 60 % de
sobreexplotación de la naturaleza, destruyendo cada año más de su
propia capacidad de bioregeneración. Este "sobre consumo"
de recursos no es inherente a la cobertura de necesidades reales
humanas, sino que forma parte de las necesidades creadas por la
burguesía, y es realizado por una minoría, a nivel naciones por los
países imperialistas, y nivel de clases por la burguesía de cada
país.
En un
sistema como el que proponemos, donde no prime la lógica del
capital, la economía en general, las industrias, transporte y
consumo sería mucho mas simple de planificar "el qué, el cómo
y el para quién" producir, al estar bajo el control de sus
trabajadores y los consumidores, acorde con las necesidades de las
grandes mayorías y según las capacidades de provisión de medios de trabajo y subsitencia que pueda regenerar el medioambiente.
Sacarse
de encima a los grandes propietarios de los medios de
producción/destrucción es la primer tarea para garantizar otro
modelo civilizatorio a nivel internacional que garantice la
supervivencia de la humanidad ante los crecientes desastres sociales
y naturales que la burguesía nos esta dejando como legado.
Andrés
Arnone. Facultad
de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (UBA)
Fuente:
Andrés Arnone, Ley de energías renovables y los límites del "capitalismo verde", 31/10/17, La Izquierda Diario. Consultado 02/11/17.
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