jueves, 2 de noviembre de 2017

Ley de energías renovables y los límites del "capitalismo verde"

Energía y política. El pasado 13 de septiembre se dio media sanción a la ley de generación distribuida. El Senado podría aprobarla en noviembre. ¿Conquista para el medioambiente o placebo tecnológico?

por Andrés Arnone

Avanza en el Congreso con el apoyo del PRO y el kirchnerismo el Proyecto de Ley "Régimen de Fomento a la Generación Distribuida de Energía Renovable Integrada a la Red Eléctrica Pública". Con media sancion en Diputados, hoy martes habrá un plenario de las comisiones de Energía, Minería y Combustibles, y de Presupuesto y Hacienda, donde se escuchará al subsecretario de Energías Renovable del Ministerio de Energía y Minería, Sebastián Kind. Antes de que finalice noviembre el Senado podría aprobar el proyecto.

A grandes razgos la generación descentralizada deja en manos de la iniciativa privada (y según la capacidad financiera de cada usuario), la decisión de instalar en sus hogares equipos solares o eólicos y conectarlos a la red pública. La otra la mitad del contenido del proyecto se dedica a los incentivos económicos a las empresas privadas fabricantes, destinando millones de pesos de fondos públicos para ayudar a las empresas privadas que fabriquen estos generadores, cuando se podría usar para ampliar las empresas estatales como el INVAP, o los programas del INTI o las universidades públicas que tiene para fabricar renovables.

Estos generadores caseros pueden variar aproximadamente de $ 30.000 hacia arriba solo para instalar 1 kw solar o $ 50.000 en el caso de una mini turbina eólica. Esta inversión es muy alta, aún con los “créditos blandos” del Estado, teniendo en cuenta los salarios de la gran mayoría de los trabajadores que cobran menos de $ 11.000.

Paratener dimensión de cuanto representa 1 kw, el consumo de una heladera con freezer necesita 0.2 kw para funcionar, una TV 0.14 kw, un grill eléctrico 1.3 kw, un aire acondicionado 1.5 kw, una estufa 1.2 kw. Si algo sobra de esa producción de energía hogareña, se vuelca a la red haciendo un descuento en la facturación. Esta producción, ya sea descentralizada en equipos hogareños o centralizada en grandes turbinas o paneles, al ser intermitente por el clima y el horario necesita de sistemas de respaldo, que a escala individual se realiza por medio de baterías, mientras a nivel red colectiva el método más usados son los embalses o lagunas de acumulación.

El capitalismo "verde" realmente existente
En Europa, en donde desde hace años el "capitalismo verde" viene invirtiendo en generación centralizada y descentralizada, las emisiones de CO2 bajaron inicialmente, dejaron de bajar y, hasta luego, tuvieron un leve repunte. Alemania, el buque insignia del capitalismo verde, a pesar de la continuas inversiones millonarias en renovables año tras año, mantiene unas emisiones de CO2 de alrededor de 750 mil Ktn desde hace 10 años

¿Por qué no puede bajar más? Porque el capitalismo no puede disminuir su consumo de energía sin desencadenar una recesión, sin atentar contra sí mismo, sin importar que para mantener el crecimiento y la revalorización del capital tenga que seguir recurriendo a los fósiles. Mientras que las renovables pueden cubrir el 50 %, 60 % o más del consumo eléctrico durante los días no laborables (si el clima ayuda), el resto de los días el promedio de producción de las renovables es del 15 % aproximadamente. Lo restante proviene mayormente de las fósiles, para alimentar a las grandes industrias y comercios.

Es que el capitalismo, ya sea "verde" o "marrón", para no entrar en crisis, necesita un creciente consumo de energía y materiales, para más producción, más ventas, neutralizando así el esfuerzo en bajar las emisiones de CO2 que hacen las familias trabajadoras mediante los generadores en sus hogares o que financian mediante sus impuestos para las instalaciones a gran escala.

¿"Ecologismo en un solo país" o estabilización del sistema mundo?
Aun con grandes planes de energías renovables, reciclado masivo, transporte masivo de calidad, tecnologías mas eficientes, etc., el capitalismo verde alemán y el europeo en general tiene una huella ecológica que supera en 150 % la capacidad de regeneración de la naturaleza, obteniendo de las colonias los recursos para suplir ese déficit, dejando un saldo global negativo de 60 % de sobreexplotación de la naturaleza, destruyendo cada año más de su propia capacidad de bioregeneración. Este "sobre consumo" de recursos no es inherente a la cobertura de necesidades reales humanas, sino que forma parte de las necesidades creadas por la burguesía, y es realizado por una minoría, a nivel naciones por los países imperialistas, y nivel de clases por la burguesía de cada país.

En un sistema como el que proponemos, donde no prime la lógica del capital, la economía en general, las industrias, transporte y consumo sería mucho mas simple de planificar "el qué, el cómo y el para quién" producir, al estar bajo el control de sus trabajadores y los consumidores, acorde con las necesidades de las grandes mayorías y según las capacidades de provisión de medios de trabajo y subsitencia que pueda regenerar el medioambiente.

Sacarse de encima a los grandes propietarios de los medios de producción/destrucción es la primer tarea para garantizar otro modelo civilizatorio a nivel internacional que garantice la supervivencia de la humanidad ante los crecientes desastres sociales y naturales que la burguesía nos esta dejando como legado.

Andrés Arnone. Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (UBA)

Fuente:
Andrés Arnone, Ley de energías renovables y los límites del "capitalismo verde", 31/10/17, La Izquierda Diario. Consultado 02/11/17.

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