sábado, 25 de noviembre de 2017

La Picasa: un pueblo cercano a la laguna advierte que lo "sepultará el agua" si se hace un desvío para la ruta 7


El presidente comunal de Aarón Castellanos, Walter Ramanzín, alertó por una obra que prevé realizar Vialidad Nacional.

por Gabriela Origlia

CÓRDOBA.- Hay polémica por la obra que anunció Vialidad Nacional por el avance de La Picasa. En el primer semestre de 2018 se ejecutará un desvío de 28 kilómetros al sur de la laguna para "retomar la transitabilidad" de la ruta 7, cortada en un tramo por los desbordes. El pueblo del sur santafecino Aarón Castellanos se opone. "Quedaremos sepultados por el agua; harán un dique en el medio de la pampa húmeda", dijo a La Nación el presidente comunal, Walter Ramanzín.

Javier Iguacel, administrador general de Vialidad Nacional, explicó que el desvío se planteó 28 kilómetros al sur de La Picasa "donde es imposible que se inunde ya que se encontrará muy por encima de cualquier punto de desborde de la laguna". La obra, próxima a Rufino (Santa Fe), no tocaría la traza de la ruta nacional 7 en el territorio cordobés.

"Lo dicen claramente: superará la cota de rebalse de la laguna. Es para que no dispare hacia Buenos Aires; todas las obras fueron con ese propósito y terminaron reteniendo el agua en nuestro lado", se quejó Ramanzín.

La ruta nacional 7 atraviesa el extremo sur de Santa Fe, en un tramo de aproximadamente 63 kilómetros, entre las localidades de Diego de Alvear y las afueras de la ciudad de Rufino y lleva meses con un sector cortado por el agua desbordada de La Picasa que socavó el terraplen y movió los guardarails.

Iguacel insistió en que el corte no se debe a una insuficiencia en cuanto a la infraestructura vial, sino hidráulica. "Evidenció la falta de ejecución de este tipo de obras en los últimos años. Independientemente, y lejos de desligarnos del tema, Vialidad Nacional invirtió más de 100 millones de pesos para proteger la ruta del avance del agua", señaló.

Planteó que, de retirarse el agua de la actual traza de la ruta 7, en un futuro se proyecta recuperarla y convertirla en una vía de circulación en un sentido, mientras que más al sur se construirá otro carril para el sentido contrario. "La RN7 podría convertirse en autopista", indicó.

Para Ramanzín es "fácil tomar decisiones desde un escritorio; sin ver lo que estamos viviendo, sin consultarnos. Estamos rogando para que el agua no entre al pueblo; si no fuera por una defensa ya estaría".

Señaló que, a 15 kilómetros hacia Córdoba, las tareas del campo se complican porque "hay seca; vaciaron las lagunas naturales, no hay reserva".

Diego de Alvear, un pueblo de 2200 habitantes en el punto más austral de la bota santafecina junto con Aaron Castellanos, está a pocos kilómetros de la intersección de la ruta nacional 7 y la provincial 14 y es otro de los más afectados por La Picasa.

Héctor Rey, productor de la zona, subrayó: "Hemos sido defraudados, pagamos el beneficio de otras zonas mientras perdemos campos e infraestructura. Para hacer el desvío hay que hacer estudios y consultar a los pobladores que siempre estamos marginados y conocemos la zona".

Planteó que "todo terraplén compacta el suelo y actúa como dique de contención". Apuntó que la cota natural de la laguna se elevó 70 centímetros "con las consecuencias que vivimos: sin caminos, muchos fundidos, en una anarquía en el que cada uno trata de salvarse".

"No podemos seguir pagando con nuestras propiedades para que otros produzcan; puede que el desagüe al Paraná sirva, pero hay que controlar los canales clandestinos porque aguas arriba desagotan cañadas y los de abajo, pagamos".

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