El presidente comunal de Aarón Castellanos, Walter Ramanzín, alertó por una obra que prevé realizar Vialidad Nacional.
por Gabriela Origlia
CÓRDOBA.- Hay
polémica por la obra que anunció Vialidad Nacional por el avance de
La Picasa. En el primer semestre de 2018 se ejecutará un desvío de
28 kilómetros al sur de la laguna para "retomar la
transitabilidad" de la ruta 7, cortada en un tramo por los
desbordes. El pueblo del sur santafecino Aarón Castellanos se opone.
"Quedaremos sepultados por el agua; harán un dique en el medio
de la pampa húmeda", dijo a La Nación el presidente comunal,
Walter Ramanzín.
Javier Iguacel,
administrador general de Vialidad Nacional, explicó que el desvío
se planteó 28 kilómetros al sur de La Picasa "donde es
imposible que se inunde ya que se encontrará muy por encima de
cualquier punto de desborde de la laguna". La obra, próxima a
Rufino (Santa Fe), no tocaría la traza de la ruta nacional 7 en el
territorio cordobés.
"Lo dicen
claramente: superará la cota de rebalse de la laguna. Es para que no
dispare hacia Buenos Aires; todas las obras fueron con ese propósito
y terminaron reteniendo el agua en nuestro lado", se quejó
Ramanzín.
La ruta nacional
7 atraviesa el extremo sur de Santa Fe, en un tramo de
aproximadamente 63 kilómetros, entre las localidades de Diego de
Alvear y las afueras de la ciudad de Rufino y lleva meses con un
sector cortado por el agua desbordada de La Picasa que socavó el
terraplen y movió los guardarails.
Iguacel insistió
en que el corte no se debe a una insuficiencia en cuanto a la
infraestructura vial, sino hidráulica. "Evidenció la falta de
ejecución de este tipo de obras en los últimos años.
Independientemente, y lejos de desligarnos del tema, Vialidad
Nacional invirtió más de 100 millones de pesos para proteger la
ruta del avance del agua", señaló.
Planteó que, de
retirarse el agua de la actual traza de la ruta 7, en un futuro se
proyecta recuperarla y convertirla en una vía de circulación en un
sentido, mientras que más al sur se construirá otro carril para el
sentido contrario. "La RN7 podría convertirse en autopista",
indicó.
Para Ramanzín es
"fácil tomar decisiones desde un escritorio; sin ver lo que
estamos viviendo, sin consultarnos. Estamos rogando para que el agua
no entre al pueblo; si no fuera por una defensa ya estaría".
Señaló que, a
15 kilómetros hacia Córdoba, las tareas del campo se complican
porque "hay seca; vaciaron las lagunas naturales, no hay
reserva".
Diego de Alvear,
un pueblo de 2200 habitantes en el punto más austral de la bota
santafecina junto con Aaron Castellanos, está a pocos kilómetros de
la intersección de la ruta nacional 7 y la provincial 14 y es otro
de los más afectados por La Picasa.
Héctor Rey,
productor de la zona, subrayó: "Hemos sido defraudados, pagamos
el beneficio de otras zonas mientras perdemos campos e
infraestructura. Para hacer el desvío hay que hacer estudios y
consultar a los pobladores que siempre estamos marginados y conocemos
la zona".
Planteó que
"todo terraplén compacta el suelo y actúa como dique de
contención". Apuntó que la cota natural de la laguna se elevó
70 centímetros "con las consecuencias que vivimos: sin caminos,
muchos fundidos, en una anarquía en el que cada uno trata de
salvarse".
"No podemos
seguir pagando con nuestras propiedades para que otros produzcan;
puede que el desagüe al Paraná sirva, pero hay que controlar los
canales clandestinos porque aguas arriba desagotan cañadas y los de
abajo, pagamos".
Fuente:
Gabriela Origlia, La Picasa: un pueblo cercano a la laguna advierte que lo "sepultará el agua" si se hace un desvío para la ruta 7, 23/11/17, La Nación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario