La
empresa Barrick Gold pidió recusar al juez federal Sebastián
Casanello por "prejuzgamiento". El juez rechazó la
recusación.
por
Mariana Iglesias
Veladero,
la mina a cielo abierto ubicada en San Juan, sigue generando
controversias y disputas. Dos años atrás, fue el escenario del
mayor desastre minero de la historia de nuestro país por un derrame
de ciaunuro que volvió a repetirse en 2016. A principios de este año
hubo otro derrame, y se suspendieron las actividades de la mina. Los
reiterados incidentes generaron todo tipo de acusaciones entre
vecinos, empresarios, funcionarios y jueces que forzaron la
intervención de la Corte Suprema. Ahora la empresa pide apartar al
juez federal Sebastián Casanello -que lleva adelante parte de la
investigación- por “prejuzgamiento”. El juez rechaza su
recusación y asegura que es imparcial.
El
lunes, Fernando Hugo Giannoni, presidente de Barrick Exploraciones
Argentinas S.A. y Minera Argentina Gold S.R.L., presentó un escrito
en el que pedía la recusación de Casanello “por haber incurrido
en un prejuzgamiento inadmisible... además de mostrar en todos los
actos llevados a cabo... una marcada animosidad en contra de Barrick
y una clara parcialidad en favor de la Asamblea denunciante Jáchal
no toca... Este cúmulo de factores genera en mi representada un
fuerte temor de parcialidad por parte de V.S., con afectación de la
garantía a ser juzgado por un juez o tribunal competente,
independiente e imparcial”.
Entre
las causas, la empresa cuestiona que el juez en una resolución dijo
que los eventos eran “graves” y contaminantes”, también dice
que el magistrado llamó a indagatoria a varios funcionarios “sin
escuchar a la empresa, ni dejarse defenderse”, que beneficia a la
asamblea de vecinos porque se reunió con ellos y tomó en cuenta la
opinión de un perito como si fuera oficial.
En su
escrito, Casanello rechazó cada una de las acusaciones y marca que
Giannoni no es parte en la causa, y por lo tanto, no corresponde que
lo recuse. Y comienza: “Las argumentaciones que desarrolla el
peticionante, en miras a sustentar su planteo, las efectúa sobre la
base de elucubraciones contrarias a la realidad, al menos en lo que
al suscripto concierne”. Explica que usó la palabra “gravedad”
“por el potencial riesgo a un bien escaso como lo es la
naturaleza”, sobre la audiencia con los asambleístas, explicó que
“su intención era tan sólo expresarse, derecho que le asiste a
toda víctima en el proceso penal”.
“Para
sembrar dudas sobre mi imparcialidad el recusante también objeta el
que haya citado la encíclica papal Laudato Si. La protesta es
incomprensible. Aludí a ese mensaje con la intención de poner de
relieve que en todos los ámbitos y contextos, a nivel nacional y
mundial, el acceso al agua potable es reconocido como un derecho
humano básico... El Papa expresamente dijo en la encíclica aludida
que los glaciares eran importantes “para la totalidad del planeta y
para el futuro de la humanidad... Tener que aclarar cuestiones como
estas sólo evidencia que existe un desesperado intento por apartar
al suscripto de esta causa. El trabajo de recopilación de prueba en
esta etapa es algo que se supone debe suceder por más fructífero y
arduo que haya sido, ello no se traduce en favorecer o perjudicar a
ninguna parte, sino al descubrimiento de la verdad como meta del
proceso penal... Nada hay en lo que fue mi actuación en la presente
causa, ni en mi comportamiento anterior o posterior, ya sea como juez
o en mi vida privada, que implique una pérdida de imparcialidad o
que razonablemente genere ese temor en el recusante... Lo dicho
conduce al rechazo del planteo recusatorio”.
En
mayo del año pasado, la Corte Suprema dividió la competencia en la
causa y estableció que el juez provincial de Jáchal debía
investigar la responsabilidad de los directivos de la empresa y
funcionarios locales y Casanello a los funcionarios nacionales. Dos
meses atrás, el juez federal citó a siete funcionarios y ex
funcionarios a prestar declaración indagatoria por incumplimientos
de la Ley Nacional de Glaciares: “En el ámbito de sus competencias
varios organismos nacionales contribuyeron mediante sus omisiones a
generar un ámbito de desprotección de los glaciares, vulnerando así
las previsiones de la ley 26.639”. Los funcionarios declararon en
septiembre, y cada uno se dedicó a echarle la culpa a los demás.
Casanello además pidió al Departamento de Control de Gestión
Ambiental de la Auditoría General de la Nación que haga un informe,
pero aún no lo han hecho.
Los
vecinos reunidos en la Asamblea Jáchal no se toca salieron a
criticar la recusación del juez pedida por la empresa: “Repudiable
el accionar de Barrick, no respetan las instituciones. Están tan
acostumbrados a manejar todos los poderes, que al ver uno que
investigue, ya es “imparcial”. Barrick contaminó las cuencas
hídricas de Jáchal, además, luego de los análisis periódicos que
se llevan a cabo en Jáchal, se continuó detectando altos valores de
mercurio y otros metales en los resultados de las muestras de
julio-agosto de 2017 como en análisis anteriores en nuestras cuencas
y pozos. Barrick es responsable de dichos resultados, y necesitamos
una justicia independiente a los intereses de la minera, Casanello no
es Oritja”.
Pablo
Oritja es el juez de Jáchal. Los vecinos lo acusan de favorecer a la
empresa. En junio, el juez permitió a la empresa volver a operar.
Fuente:
Mariana Iglesias, Fuerte disputa entre una minera y el juez Casanello por el derrame de Veladero, 01/11/17, Clarín. Consultado 02/11/17.
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