Con un registro
menor de lluvias que en los años anteriores, cuando hubo exceso
hídrico, bajó el nivel de los embalses. No obstante, las
precipitaciones rondan los promedios históricos y no hay
preocupación.
por Fernando
Colautti
Los principales
diques de Córdoba tienen hoy menos agua acumulada que en la misma
fecha de 2016 y de 2015. Pero caben dos salvedades: la comparación
se hace con los dos años más lluviosos de los últimos 15 y la
situación está lejos de asemejarse a la de 2011, cuando la escasez
generó una crisis hídrica que complicó a varias regiones de la
provincia.
La razón central
es que durante 2017 ha llovido menos, aunque con registros que rondan
los promedios históricos, que en los dos años anteriores. Durante
2015 y 2016 hubo precipitaciones por encima de lo habitual en
Córdoba, lo que generó la inusual postal de que en ambos años,
durante meses (y no sólo algunas semanas de verano), todos los
diques se vieran repletos.
Es más: entre
2014 y 2016, la preocupación se invirtió. Luego de años en los que
inquietaban los bajos niveles de los diques y varias regiones veían
comprometida hasta la provisión de agua potable, se pasó a la
situación opuesta: debieron abrir válvulas de modo extraordinario
para dejar escapar el agua acumulada y regular así los caudales para
evitar colapsos que generaran inundaciones en ciudades ubicadas aguas
abajo.
Con los actuales
niveles, y los pronósticos de lluvias para lo que resta de 2017,
aparece muy poco probable que en el verano próximo deban volverse a
abrir válvulas para evacuar agua de los diques antes de que llegue a
los niveles de los vertederos.
Años complicados
Entre 2010 y
2011, tras una década de lluvias con promedios por debajo de lo
habitual, los embalses cordobeses se mostraban escuálidos. El San
Roque y La Quebrada, en el Gran Córdoba, y Cruz del Eje y Pichanas,
en el noroeste, preocupaban especialmente y se aplicaban medidas para
restringir el uso de agua potable y de riego.
En 2012 hubo una
leve mejora. En 2013 volvió a generarse alguna inquietud, pero desde
el verano de 2014 las lluvias empezaron a cambiar las postales de los
lagos y a variar el escenario: de sequía se pasó a hablar de
inundaciones y de crecidas.
En el debate
aparecieron otros factores que, además de las lluvias, inciden sobre
ambos fenómenos (crisis hídricas por falta y por exceso). Entre
ellos, entraron en escena la reducción de cobertura vegetal (bosques
y pastizales nativos) en las Sierras, y el modelo de uso productivo
de los suelos en la zona llana.
Las lluvias de
ayer en Córdoba, que fueron más intensas en el llano que en las
Sierras, puede que aporten algunos centímetros más en varios diques
esta semana.
Cómo sigue 2017
Según el
observador meteorológico Mario Navarro, 2017 terminará con
registros de lluvias promedio en Córdoba en niveles normales. Eso
significa que estarán por debajo de los dos años anteriores.
“En 2015 y 2016
llovió, en el promedio de la provincia, entre 900 y 1.250
milímetros. En 2017 hay que estimar que estará entre los 680 y los
900 milímetros anuales”, calculó. La lluvia de ayer no variará
el cuadro anual.
Navarro apuntó
que “se viene una etapa de neutralidad leve a una Niña débil”,
lo que explicará que entre la primavera y el verano el agua caída
sea menor que en los dos años anteriores.
De todos modos,
aclaró que ese pronóstico es para el promedio de la provincia y que
siempre puede haber fenómenos puntuales de lluvias intensas que en
algún sitio del mapa hagan disparar los números.
Cómo se
encuentra cada uno de los diques
Recursos Hídricos
de la Provincia hace las mediciones.
Dique San Roque.
Fue medido el 6 de septiembre, está a 2,80 metros del nivel de su
embudo. Hace un año estaba a 90 centímetros y hace dos, a 2,15
metros. Pero en el crítico 2011 se ubicaba, a esta altura del año,
a 5,60 metros de los 35,30 que cuenta cuando está colmado.
Dique Los
Molinos. Está a 4,10 metros de su cota de vertedero, de 53 metros.
En 2016 estaba a 1,90 y en 2015, a 3,20 metros. En 2011 se ubicaba,
en esta fecha, a 4,45, pero entonces (junto al Embalse) era de los
dos que no entraban en emergencia por escasez.
Embalse de río
tercero. El mayor de la provincia está a 2,55 metros de los 46,50 de
su vertedero: apenas algo más bajo que los 2,40 que registraba hace
un año y del 1,80 de hace dos. En el crítico 2011 estaba a 2,60,
pero era el menos afectado por la falta de agua en Córdoba. Por su
mayor volumen, los impactos de subas y bajas son más paulatinos.
Dique La Viña.
Su nivel actual se ubica a 13,6 metros de los 100,50 de su alto
vertedero. Es notoria la diferencia con los dos años anteriores,
cuando estaba a 3,6 y 5,8 metros de evacuar por su tope. De todos
modos, también está lejos hoy de los 17,6 metros de distancia que
mostraba en septiembre de 2011.
Dique Cruz del
Eje. Es el que, comparativamente, mejor nivel muestra hoy. La
paradoja es que, hasta hace unos años, era el que venía
evidenciando el menor caudal acumulado. Hoy está a 1,15 metro de los
37,20 de su vertedero. Hace un año estaba a 8,83 y hace dos, a 0,75.
Pero en 2013 se ubicaba a lejanos 8,20 metros de su tope; y en 2011,
a 8,50 metros, a esta altura del año.
Dique la
quebrada. El embalse ubicado en Río Ceballos cuenta en la actualidad
con un nivel de 30,67 metros, cuando su nivel de vertedero es de 34
metros. El año pasado registraba 33,37 metros. Sin embargo, en 2011,
el nivel de ese espejo de agua era crítico, con apenas 22,75 metros.
Dique Pichanas.
Está ubicado en el noroeste provincial. El nivel de vertedero está
a 44 metros, y el último registro indica un nivel de 39,35 metros.
El año pasado estaba prácticamente lleno, apenas a 30 centímetros
de su nivel de evacuación. Durante la crisis hídrica de 2011, a
esta altura del año le faltaban 11,7 metros.
Fuente:
Fernando Colautti, Diques: con menos agua que en 2016 y 2015, pero lejos del crítico 2011, 11/09/17, La Voz del Interior. Consultado 12/09/17.
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