Los equipos de
rescate continúan buscando cadáveres pese a las malas condiciones
climáticas. La catástrofe podría haber sido menor si el
departamento meteorológico hubiera advertido de la llegada de
lluvias torrenciales y se hubiera procedido a la evacuación. S.O.S desesperado de Sierra Leona: "Comunidades enteras han sido arrasadas". Imágenes de la tragedia: lodo y dolor cerca de Freewtown.
por Carolina
Valdehíta
Las primeras
imágenes de las intensas lluvias que en Sierra Leona provocaron un
derrumbe de una colina en las montañas de Regent y sepultaron bajo
un barrizal cientos de viviendas, no dejaban lugar a dudas de que se
trataba de una catástrofe de grandes dimensiones, cuyos daños y
balance final de víctimas mortales tardarían días e incluso
semanas en cuantificarse. Las fotografías aéreas de la zona antes y
después de que el alud se precipitara, han borrado los asentamientos
que poco a poco habían poblado esta zona cercana a Freetown, la
capital del país.
Dos semanas
después del peor desastre natural que se ha vivido en África en
décadas, un líder local y un ministro en Sierra Leona declararon a
la agencia AP que estiman el número de muertos en más de 1.000
personas y piden que se lleve a cabo un recuento lo más preciso
posible, dadas las circunstancias. Sin embargo, "es posible que
nunca se llegue a saber el número exacto de muertos en la
catástrofe", expresó la representante del grupo de mujeres de
Regent, Elenoroh Jokomie Metzger, durante los servicios en honor a
las víctimas del desastre.
Las cifras que
manejó el Gobierno durante los primeros días eran de 450 muertos, a
sabiendas de que era una cifra provisional ya que había entre 600 y
800 personas atrapadas en sus viviendas con un pronóstico muy poco
optimista. Aunque varias personas fueron rescatadas con vida durante
los dos días posteriores, se temía que la mayor parte de los
desaparecidos no sobreviviría. "¿Por qué aproximadamente 1000
vidas de nuestros compatriotas han terminado de esta manera trágica?
¿A quién debemos culpar realmente?", se preguntaba el
Reverendo Obispo Emérito Arnold Temple durante el sermón del pasado
domingo.
Entierros masivos
El presidente de
Sierra Leona, Ernest Bai Koroma, se mostró desolado los primeros
días de la catástrofe y declaró una semana de luto nacional a la
vez que reclamó la ayuda internacional para las tareas de rescate y
de ayuda a los supervivientes. Varios países se han comprometido a
enviar medicamentos, mantas y agua potable y la Organización
Internacional para las Migraciones (OIM) liberó 150.000 dólares en
fondos de emergencia.
Desde el 14 de
agosto, los equipos de rescate nacionales e internacionales -entre
ellos un grupo de españoles especialistas en situaciones de
desastre- han aunado sus esfuerzos en la búsqueda de supervivientes
y de cadáveres a los que se ha tratado de identificar. El 16 de
agosto comenzaron los entierros masivos para evitar epidemias y
descomposición de los cuerpos. Por ahora continúan las tareas de
rescate y recuperación de cadáveres pese a que las lluvias
persisten y amenazan con provocar otro desastre.
La primera dama
Sia Koroma, mostró su afecto a las víctimas y supervivientes
durante las ceremonias oficiales. "Estoy aquí con un gran pesar
en el corazón, ya que hemos pasado por muchas calamidades en nuestro
país", dijo en relación a la guerra civil que causó entre
50.000 y 300.000 muertos y mutilados y 2,5 millones de desplazados
durante la década de los noventa. "Todos debemos hacernos un
autoexamen y aprender a ser obedientes con las leyes hechas por el
hombre, especialmente cuando el Gobierno planea tomar medidas para el
desarrollo del país".
Algunos han
criticado al Gobierno de Sierra Leona de no aprender de los desastres
del pasado en Freetown, donde abundan las construcciones no reguladas
en sus laderas pese a su prohibición. Las inundaciones de 2015
dejaron a miles de personas sin hogar y provocaron 10 muertos. Según
la agencia AFP el número de víctimas podría haberse mitigado si el
departamento meteorológico de Sierra Leona hubiera advertido de la
llegada de lluvias torrenciales entre el 11 de agosto y el 14 de
agosto, y se hubiera acelerado la evacuación en las zonas de mayor
peligro.
Los asentamientos
de viviendas en las colinas conllevaron la tasa de árboles que
podían haber evitado el alud de lodo y el desprendimiento de
tierras. Miles de personas que viven en zonas de riesgo han sido
evacuadas mientras los equipos de ayuda están facilitando
suministros y ayudando a proveer agua limpia para prevenir que a la
crisis se añada algún brote infeccioso que aumente el número de
muertos.
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Fuente:
Carolina Valdehíta, Más de 1.000 muertos en la catástrofe del derrumbe de Sierra Leona, 28/08/17, El Mundo. Consultado 31/08/17.
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