Está a 30
kilómetros de Villa Carlos Paz; los vecinos de la zona temen por la
contaminación ambiental que puede generar la falta de tratamiento
ambiental de los suelos; la Nación le presentó a Córdoba una nueva
propuesta.
por Gabriela Origlia
CÓRDOBA.- La
mina de uranio a cielo abierto de Los Gigantes -a 30 kilómetros de
Villa Carlos Paz- dejó de operar en 1990, pero nunca se realizó la
remediación varias veces prometida y reclamada por los habitantes de
la zona. Desde el Ministerio de Energía de la Nación insistieron en
que las tareas se harán, pero no dieron fecha. Es casi seguro que no
será este año porque la provincia se tomará al menos 90 días para
analizar la iniciativa presentada por la administración nacional.
"La Comisión
Nacional de Energía Atómica (CNEA) presentó a las autoridades
provinciales involucradas la ingeniería de remediación para la
primera etapa de gestión", respondieron desde Energía ante la
consulta de La Nación. La CNEA entregó la explotación de la mina a
la empresa Sánchez Granel, que inició la extracción de uranio en
1982.
Tres años
después hubo un desborde de los diques de cola (donde se acumulan
los residuos) y el agua contaminada llegó al río San Antonio.
Aunque las autoridades afirmaron que la "neutralización"
fue "rápida", el episodio puso en alerta a la comunidad
que comenzó a reclamar por el impacto ambiental; con el tiempo se
reconocieron nuevos problemas y, en 1990, cesó la explotación.
Fuentes de
Minería de Córdoba explicaron que el proyecto de "evaluación"
de remediación entró el 1° de junio después de que el presentado
en octubre pasado fuera rechazado "porque no tenía los
elementos de sustento necesarios". El nuevo será analizado por
Minería, Medio Ambiente y Recursos Hídricos. "Tiene que
ajustarse a la ley ambiental provincial. Después deberá haber una
audiencia pública", anticiparon.
Salvo el área de
dormitorios y los tachos donde estaba el ácido sulfúrico para la
concentración del uranio, todo sigue igual en la mina abandonada.
Los residuos generados durante la explotación se mantienen a cielo
abierto. Desde Energía señalan que hay un programa de monitoreo
ambiental de "agua superficial, subterránea, aire y
radiológico", y que, además, la Autoridad Regulatoria Nuclear
(ARN) hace "monitoreos independientes".
Desde el Foro
Social -creado en 2005 por exigencia del Banco Internacional de
Reconstrucción y Fomento (BIRF, trabaja en apoyo al Banco Mundial)
para desembolsar los recursos del Programa de Restitución Ambiental
de la Minería de Uranio (Pramu) e integrado por diferentes ONG-, el
geólogo Juan Carlos Paesani insiste ante este diario en que son
"organismos internacionales independientes y reconocidos"
los que deben hacer los controles. Rechaza que los instrumenten
entidades que "tienen relación con la CNEA y no hay
imparcialidad".
En el último
documento del Foro Social (ahora ampliado a todo el país) se
sostiene que la mina debe ser "remediada por la CNEA, que
también deberá disponer su cierre definitivo y un programa de
vigilancia", sometiendo todo el proceso a una evaluación de
impacto ambiental y a una audiencia pública.
Respecto de la
ausencia del Foro en las decisiones sobre la mina (la participación
está exigida por el BIRF) hay cruce de versiones. Energía señala
que en mayo de 2006 decidió "trabajar en forma independiente a
la coordinación" de la Universidad Tecnológica Nacional de
Córdoba, "por lo cual la CNEA quedó desvinculada en el
funcionamiento del Foro".
Paesani insiste
en que, ante cada requisitoria, les decían que fueran a Buenos
Aires. "No tenemos presupuesto para hacerlo -continúa-. Nos
constituimos por exigencia de las autoridades, pero nos terminamos
enterando por los medios de lo que hacen."
El peor temor de
la comunidad es que se rompa el sistema de diques de retención, con
lo que el agua desembocaría en los arroyos Cajón y Cambuche. "La
CNEA nunca elaboró para los vecinos un plan ni prepararon a la gente
para una eventual contingencia, pese a los accidentes y derrames de
aguas alcalinas y ácidas que hubo", señala el Foro.
En abril pasado,
autoridades provinciales y nacionales recorrieron el lugar; se
renovaron las promesas de remediación. "El proyecto cumplirá
todos los pasos indicados en la legislación ambiental y requeridos
por las autoridades de aplicación; concluido ese proceso y con las
autorizaciones pertinentes, se comenzarán las tareas de
remediación", señalan desde Energía. Las obras -no se aclara
cuáles- serán controladas por la provincia y la ARN.
Más polémica
La alerta de la
comunidad creció cuando trascendió que la CNEA quiere trasladar
58.000 toneladas de residuos de la planta Dioxitek (produce dióxido
de uranio) del barrio Alta Córdoba en la capital provincial a Los
Gigantes para hacer una remediación general. Las autoridades
provinciales ya expresaron que se oponen.
Ante esta
consulta puntual, desde Energía indicaron: "Cuando la planta
salga de servicio se procederá al desmantelamiento, plan que se está
trabajando junto a las autoridades municipales y provinciales. Los
residuos de Dioxitek son de baja actividad, por lo que pueden ser
tratados en las instalaciones existentes de la CNEA a tal fin".
Por un acuerdo
ante la Justicia, la planta está "en condiciones de operar de
manera segura para la población y el ambiente certificada ante las
autoridades competentes" a nivel local y nacional, indican desde
el ministerio, pero advierten que no está trabajando "a la
espera de la correspondiente autorización" que llegaría "en
breve". Hoy el país importa mineral de uranio, insumo para la
producción de dióxido.
Dioxitek estaba
cerrada desde el 10 de noviembre cuando la Municipalidad de Córdoba
la clausuró por violar la ordenanza de uso de suelo que prohíbe ese
tipo de industrias en la ciudad. En esa fecha venció un acuerdo,
firmado en 2012, con el entonces ministro Julio de Vido. Desde 1994
hay promesas de relocalizar la planta, que tiene sus residuos de
radiación baja enterrados en un predio contiguo. El traslado sería
a Formosa, donde se construye otra.
En esa provincia
la comunidad quom que vive en la zona -pegada al límite con
Paraguay- donde se levanta la planta se opone y pidió a la Corte
Suprema que intervenga; Energía sostiene que se cumplieron "todas
las instancias de aprobación e información exigidas por ley",
y que se instrumentó un proceso "de consultas e intercambio de
información con la población, que continúa abierto".
Fondos
internacionales para obras
CÓRDOBA.- En
2008 el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento aprobó el
préstamo de US$ 70 millones para financiar diferentes objetivos del
Programa de Restitución Ambiental de la Minería de Uranio que se
hizo efectivo en 2010, cuando por decreto el Ejecutivo aprobó el
convenio. Antes de aprobar el préstamo, se le entregaron a la CNEA,
como organismo ejecutor, los Fondos de Preparación de Proyecto (PPF)
para alistar la documentación.
El desembolso
-que está en el orden del 97 %- incluye trabajos de remediación del
ex complejo fabril de Malargüe (Mendoza); el desarrollo de "opciones
técnicas, ambientales y sociales" para la remediación de El
Chichón (Alta Córdoba), Los Gigantes y "otros sitios" y
la gestión de las iniciativas. En Energía explican que los procesos
de adquisiciones relacionados con el préstamo son controlados por la
Auditoría General de la Nación y el Banco Mundial.
Fuente:
Gabriela Origlia, Los Gigantes: prometen sanear la mina de uranio cerrada desde 1990, 04/07/17, La Nación. Consultado 04/07/17.
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