La advertencia de
Ambiente apunta a no multiplicar por 20 el problema social, político
y ambiental por la basura. El “plan B” no son los basurales a cielo abierto.
por Ary
Garbovetzky
Hace unos días,
la empresa municipal Crese -que administra el predio de
enterramiento de Piedra Blanca- decidió que a partir de agosto no
recibirá más basura que no provenga de la ciudad de Córdoba. Ello
convirtió a los 20 municipios que llevan sus residuos hasta la zona
sur de la ciudad en espadas para presionar a la Justicia para que
destrabe las impugnaciones al complejo ambiental de Cormecor.
El viernes
pasado, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) dio muestras de que no
quiere ser el que resuelva el problema: mantuvo el amparo y la
prohibición para que se construya la planta resistida por los
vecinos de Santa Ana.
Las críticas
opositoras en la ciudad y en todos los municipios a los intendentes
es que no hay plan B. El plan A es Cormecor, y no existe. Por las
dudas, Ambiente de la Provincia avisó que ni se les ocurra como plan
B volver a los basurales a cielo abierto. Y si el plan C es seguir en
Piedra Blanca, no es viable como está, aunque se piense en estirar
su vida útil al máximo.
Nuestro Primer
plano de hoy indaga sobre las distintas preocupaciones y
estrategias de los municipios, que deberán ver qué hacen con sus
residuos si la amenaza de prohibirles el acceso a Piedra Blanca deja
de ser algo para meter presión a la Justicia y se transforma en un
problema concreto de gestión.
La advertencia de
Ambiente de la Provincia apunta a no multiplicar por 20 el problema
social, político y ambiental por la basura.
Pero deja en un
callejón sin salida a los municipios que tiran en el predio de Crese
y tienen la cuenta regresiva puesta en los 69 días que quedan hasta
que llegue el momento en el que no podrán ingresar con sus camiones
a Piedra Blanca.
No hay que
esperar para hablar del tema cuando ya efectivamente no tenga
solución. O se haya llegado a la peor posible, obligados por la
necesidad de que la basura termine en alguna parte. Que este tiempo
sirva para pensar.
En Córdoba se
seguiría enterrando
El concejal
radical Lucas Balián reconoció que la situación es complicada.
“Hicimos todo lo que correspondía para que avanzara Cormecor, en
el medio aparecieron los amparos y estamos esperando que resuelva la
Justicia”, sostuvo.
Un grupo de
concejales recorrió ayer el predio del enterramiento sanitario de
Piedra Blanca, ubicado al sur de la ciudad de Córdoba, en la zona
del peaje de la ruta nacional 36.
El relleno ya se
encuentra cerca de su capacidad límite, por lo que la Municipalidad
de Córdoba informó que a partir del 1° de agosto no recibirá
desechos de otras localidades.
El concejal
radical Lucas Balián reconoció que la situación es complicada.
“Hicimos todo lo que correspondía para que avanzara Cormecor, en
el medio aparecieron los amparos y estamos esperando que resuelva la
Justicia”, sostuvo.
Sobre cuál es
“plan B” del municipio, dijo que “iría en el sentido de seguir
enterrando la basura”.
Por su parte, los
concejales opositores lo criticaron. “La realidad, por lo que hemos
observado hoy, es que hasta septiembre hay capacidad para enterrar en
el predio de Piedra Blanca, y de ahí no hay más lugar”, dijo
Fernando Masucci, de Fuerza de la Gente.
“Lo que estamos
viendo acá es la desidia del municipio en política de Estado, que
no empezó hoy sino que viene de gestiones anteriores”, indicó el
concejal Tomás Méndez, del bloque ADN.
Lo curioso del
caso de Méndez es que su principal asesor en cuestiones de residuos
es Eduardo García, quien inauguró junto con el entonces intendente
Daniel Giacomino el relleno de Piedra Blanca, con la promesa de que
funcionaría sólo un año.
Sierras Chicas,
en emergencia
En la zona, aun
con el envío de los residuos al predio de la Capital, subsisten
varios basurales.
El destino de los
residuos en Sierras Chicas es una verdadera preocupación. Todos sus
intendentes dicen que no tienen alternativas a la vista si no
pudieran enviar los residuos al predio que comparten con la Capital.
Admiten que la única que imaginan -volver a crear basurales a
cielo abierto en sus zonas- le sumaría sólo conflictos.
Desde La Calera
hasta Ascochinga, pasando por Villa Allende, Unquillo, Mendiolaza,
Río Ceballos y Salsipuedes, están puestas las expectativas en que
la Justicia destrabe los amparos que frenan el proyecto de Cormecor.
Varios advierten de que si eso no ocurre, volverán a extenderse los
basurales a cielo abierto. “Otra salida no vemos en tan corto
plazo”, dijo un intendente.
Desde hace más
de una década, cada localidad adhirió a convenios para transformar
sus viejos basurales en plantas de transferencia y gastar recursos en
el traslado de los desechos, primero a Bouwer y luego a Piedra
Blanca. En estos años, ninguno (salvo parcialmente Unquillo) avanzó
en proyectos de recolección diferenciada y reciclado para reducir el
volumen por trasladar a enterramiento.
Hoy, ante esta
instancia, no encuentran alternativas y presionan con el riesgo de
que vuelvan los vetustos y precarios basurales municipales.
En la zona, aun
con el envío de los residuos al predio de la Capital, subsisten
varios basurales.
Juárez Celman no
tiene opciones
Enviar los
residuos a Piedra Blanca le cuesta a Juárez Celman unos 70 pesos
mensuales por vecino.
Antes de enviar
sus residuos sólidos a Piedras Blancas, el municipio de Juárez
Celman alquilaba un terreno a un particular para usar como basural a
cielo abierto, sin ningún tratamiento ni separación. “Aquel
predio fue cerrado y saneado, y no hay ninguna posibilidad de
reabrirlo”, marcó la intendenta Miriam Prunotto.
Aseguró que el
municipio tampoco cuenta con recursos para comprar otro predio y
estimó que la creación de un vertedero propio, con galpón para
separación de reciclables más fosa y tratamiento de enterramiento,
con terreno incluido, le costaría al menos ocho millones de pesos.
“Pero además precisaría 600 mil mensuales para hacer el
enterramiento como corresponde”, dijo. Esa última cifra es la
mitad de lo que hoy gasta el municipio en su planta de personal
permanente.
“Si llego a
abrir un basural a cielo abierto, a los dos minutos tengo a
ambientalistas cortando la ruta y a la Secretaría de Ambiente
exigiéndome que lo cierre. Nos están obligando a algunos municipios
a retroceder 10 años”, señaló la jefa comunal.
Este municipio de
18 mil habitantes recolecta unas 16 toneladas diarias de residuos.
Según Prunotto, ese volumen no es económicamente viable para crear
un complejo ambiental propio que separe y venda lo reciclable.
Hoy, enviar los
residuos a Piedra Blanca le cuesta a Juárez Celman unos 70 pesos
mensuales por vecino. Hacer un adecuado tratamiento por cuenta propia
le insumiría 300 pesos por vecino, según la intendenta, en un
municipio en el que la mitad de los frentistas no paga tasas.
La Falda, mejor
que el resto
Cuenta con una
planta de tratamiento y sólo la tercera parte de lo recolectado
viaja para el enterramiento a Córdoba.
Es el caso más
llamativo de las 20 localidades que llevan sus residuos a Piedra
Blanca, por no pertenecer al Gran Córdoba y tener que transportarlos
a una mayor distancia, que representa más costo. Pero es hoy donde
menos alarmas se encienden si no pudiera hacerlo más. La Falda es
una de las muy pocas ciudades de Punilla que realizan la separación
de residuos. Cuenta con una planta de tratamiento y sólo la tercera
parte de lo recolectado viaja para el enterramiento a Córdoba.
“Separamos todo
lo inorgánico, que va a reciclado. Lo orgánico, que es una tercera
parte de la basura que llega, es lo que enviamos a enterrar”, dijo
Oscar Pisoni, secretario de Desarrollo Ambiental de La Falda. “Ahora
estamos nivelando el terreno para hacer la planta de tratamiento
también para lo orgánico. En meses, lo que vamos a necesitar
enterrar ya será un porcentaje bajo, y seguramente conseguiremos un
lugar más cercano”, señaló Pisoni.
Preocupación en
Alta Gracia y zona
Torres reiteró
que “no existe un ‘plan B’” respecto del proyecto ahora
paralizado de Cormecor.
En 2013, Alta
Gracia cerró su basural municipal, tras años de protestas de
vecinos. Ahora, ante la incertidumbre por el destino de sus residuos,
el intendente Facundo Torres advirtió: “Nunca volverá a reabrirse
el basural. No es un complejo ambiental y está a 200 metros de la
gente. Actualmente, lo estamos remediando y forestando. No hay
ninguna posibilidad”. Torres reiteró que “no existe un ‘plan
B’” respecto del proyecto ahora paralizado de Cormecor.
“Lo que plantea
Cormecor es un predio con licencia ambiental, una planta de
tratamiento. Se entierra un porcentaje mínimo y se separa y se
recicla mucho. Ningún municipio tiene la posibilidad de hacerlo,
porque no tendría licencia ambiental que lo habilite, porque no hay
nada en proyecto y por razones económicas”, destacó.
Varias comunas de
la zona dependen del envío de sus residuos a la Capital. Ninguna
considera la chance de reabrir basurales como antes, y aunque algunas
hacen separación de una parte de lo recolectado, no tienen qué
destino darle al volumen mayor que no se recicla. Es el caso de San
Clemente, La Rancherita, La Paisanita, Falda del Carmen, Anisacate,
La Bolsa, La Paisanita, Los Aromos y otras de esa región.
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Fuentes:
Ary Garbovetzky, No hay plan A, plan B ni plan C para la basura, 23/05/17, La Voz del Interior. Consultado 23/05/17.
En Córdoba se seguiría enterrando, 23/05/17, La Voz del Interior. Consultado 23/05/17.
Sierras Chicas, en emergencia, 23/05/17, La Voz del Interior. Consultado 23/05/17.
Juárez Celman no tiene opciones, 23/05/17, La Voz del Interior. Consultado 23/05/17.
La Falda, mejor que el resto, 23/05/17, La Voz del Interior. Consultado 23/05/17.
Preocupación en Alta Gracia y zona, 23/05/17, La Voz del Interior. Consultado 23/05/17.
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