El titular de la
Sociedad Rural de Laboulaye, Dino Garimanno, dijo a Cadena 3: "Se
cerraron 10 tambos, la gente se tuvo que ir". Reclamó falta de
obras y dijo "los recursos estaban".
El presidente de
la Sociedad Rural de Laboulaye, Dino Garimanno, habló con Cadena 3
sobre la crítica situación que atraviesan los campos del sur
cordobés y reclamó falta de obras.
"Nos tocó
volar y verlo desde arriba, es impresionante y vergonzoso. Recorrimos
ruta 7 al sur y toda la costa de la ruta 4, es un mar de agua. En
algunas zonas pareciera que está seco pero cuando uno se acerca se
da cuenta que son cultivos que abajo están tapados de agua",
contó.
Y agregó: "Los
accesos no existen, hay al menos 10 cierres de tambos en la zona de
Laboulaye y Serrano. Los animales se liquidan porque no tienen comida
para darles, ni zonas firmes a dónde ponerlos".
Para Garimanno,
la situación "es lamentable". "Gran parte de esta
situación depende de la cuenca La Picasa. Estamos a 20 kilómetros y
si uno recorre en línea recta la laguna puede advertir que las napas
de 20 centímetros son una sola continuación y hay campos donde las
napas están sobre la superficie directamente", graficó.
Además, sostuvo
que el problema no es sólo económico sino también cultural ya que
"mucha gente del campo se tuvo que ir". "El movimiento
sólo lo da el alquiler de casas porque los tamberos llegan al pueblo
y pagan los alquileres. No sé hasta cuándo, hasta que les alcance y
después tendrán que ir a golpear y pedir ayuda a la Municipalidad
porque la zona productiva esta parada", dijo.
Sobre la falta
de obras, indicó: "Con la cantidad de producción que se
llevaron de acá, y con la cantidad de impuestos, es de no creer que
no se ha devuelto ni siquiera el uno por ciento".
Al tiempo que
reclamó: "Uno no entiende si son inútiles o somos pocos y no
sumamos votos por eso las obras había que hacerlas en otros lugares.
Lo cierto es que los recursos estaban".
"Hay que
tener en cuenta que el agua corre de oeste a este, el agua no
distingue los límites o las fronteras en las provincias, pero en
Buenos Aires durante años no se hicieron obras. Yo sé que a mí, el
agua en algún momento me va a llegar por decantación natural, pero
prefiero que me llegue ordenada con alguna obra y no inundando todo
los campos de Córdoba", dijo.
Y opinó: "Si
uno pone la cantidad de hectáreas en kilos de leche o carne, las
obras estarían pagas".
Y preocupado por
la situación a futuro, dijo: "Estamos en un ciclo húmedo, no
sé dónde vamos a poner toda esa agua".
Fuente:
El drama de Laboulaye por los campos totalmente inundados, 10/05/17, La Voz de San Justo.
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