Se
confirmó que desde el establecimiento de Camino a Chacra de la
Merced arrojaban una sustancia cancerígena a una laguna. El fiscal
Matheu les atribuye contaminación ambiental dolosa. Otro caso, en
suspenso.
por
Javier Cámara
El
domingo pasado este diario dio a conocer la investigación encarada
por el fiscal Carlos Matheu por la supuesta contaminación, con una
sustancia cancerígena, en dos curtiembres ubicadas en la zona de
Camino a Chacra de la Merced, a la altura del kilómetro 3 y medio, a
unos 150 metros de la avenida Circunvalación y a 200 metros del río
Suquía.
Ayer,
tras recibir la confirmación de que en una de esas curtiembres se
había arrojado cromo hexavalente a una laguna a cielo abierto y a un
desagüe colindante, el fiscal Matheu resolvió imputar a los
responsables.
En
efecto, los dueños de la curtiembre Jolaga SRL, Jorge Ricardo
Gawuryn y Ariel Gawuryn, fueron imputados del delito de contaminación
ambiental dolosa continuada, en calidad de coautores, de acuerdo con
lo que establecen los artículos 55° de la Ley de Residuos
Peligrosos 24.051, y 45° y 55° del Código Penal.
Peligroso
para la salud
Fuentes
de la Fiscalía indicaron que a los dos imputados se les atribuye
haber contaminado el suelo y la atmósfera de un modo peligroso para
la salud de las personas que viven en las inmediaciones de la
curtiembre.
Para
el fiscal, los habitantes de la zona se encuentran expuestos, vía
respiratoria, a los desechos de las sustancias químicas detectadas
en la curtiembre Jolaga y en los alrededores. Se trata, según
confirmaron los estudios encargados a los técnicos de la Universidad
Tecnológica Nacional (UTN), de cromo hexavalente, cromo total y
sulfuros.
De
acuerdo con la investigación de Matheu, los imputados habrían
dispuesto estas sustancias en una laguna a cielo abierto existente en
el predio de la empresa, y luego los habrían arrojado a un terreno
colindante, a través de una bomba de desagote. Todo esos predios
desaguan, por simple gravedad, en el río Suquía.
Desde
la Fiscalía informaron que los dos imputados serán indagados la
semana próxima.
En
cuanto a la situación de la otra curtiembre, que es propiedad de
Carlos Alberto Zelaya y está ubicada a 100 metros de la anterior, se
supo que el laboratorio de la UTN todavía no entregó el informe
sobre las sustancias secuestradas. Si se confirma la existencia de
cromo hexavalente, también podrían ordenarse imputaciones.
Una
ONG pide reparación ambiental. La Fundación Tercera Generación
pidió, con un amparo, que las curtiembres reparen el daño
ambiental.
Fuente:
Javier Cámara, Imputaron por contaminación a los dueños de una curtiembre, 17/03/17, La Voz del Interior. Consultado 17/03/17.
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