Podría
desprenderse uno de los témpanos más grandes de que se tenga
registro; pone en peligro la estabilidad de toda el área.
por Jugal K. Patel
Una grieta que se
abre a gran velocidad en la cuarta entre las barreras de hielo más
grandes de la Antártida tiene preocupados a los científicos, que
temen que esté a punto de desprenderse. Este año, el avance de la
grieta se ha acelerado en una zona ya vulnerable al calentamiento
climático. Desde diciembre, la fisura ha crecido a un ritmo diario
del tamaño de cinco canchas de fútbol americano.
La fisura en
Larsen C ya llega a los 160 kilómetros de largo y en algunas partes
supera los tres kilómetros de ancho. La punta de la grieta está
actualmente a apenas 32 kilómetros de llegar al otro extremo de la
barrera de hielo.
Cuando la fisura
haya atravesado toda la barrera, se producirá uno de los más
grandes desprendimientos que se hayan registrado, según el Proyecto
Midas, un equipo de investigación que monitorea la grieta desde
2014. Debido a la presión a la que la fisura somete los 32
kilómetros restantes, el equipo de Midas cree que el desprendimiento
es inminente.
"Es probable
que el témpano se desprenda en los próximos meses", dice
Adrian J. Luckman, de la Universidad Swansea, de Gales, y líder del
Proyecto Midas. "El extremo de la fisura se ha desplazado de una
zona de hielo blando hacia otra, lo que explica el rápido avance
actual".
Las barreras de
hielo, que se forman por el corrimiento de los glaciares, flotan en
el agua y son el soporte estructural de los glaciares que quedan en
tierra. Cuando una barrera de hielo colapsa, los glaciares que están
detrás pueden acelerar su avance hacia el océano. El aumento de las
temperaturas en la región también contribuye a acelerar el
retraimiento de la barrera de hielo.
Si la barrera de
hielo se rompe siguiendo la actual fisura, Larsen C tendrá la menor
superficie registrada hasta ahora.
La fisura en el
Larsen C tiene más de un kilómetro y medio de profundidad y llega
hasta el fondo de la barrera de hielo. La ruptura también dejaría
el frente de hielo mucho más cerca del arco de compresión de la
barrera de hielo, una línea que según los científicos es crucial
para su sostén estructural.
Según el doctor
Eric Rignot, glaciólogo del Laboratorio de Propulsión Jet de la
NASA, la estabilidad de toda la barrera de hielo está amenazada. "Si
la barrera se hace más fina, cada vez se romperá más fácilmente y
perderá contacto con las elevaciones de hielo (ice rise)."
Larsen A y Larsen
B se desintegraron en 1995 y 2002, respectivamente, pero ambas eran
de mucho menor tamaño que Larsen C. Ninguno de esos rompimientos
elevó significativamente el nivel de las aguas del mundo, porque ya
flotaban sobre el agua y los glaciares que soportaban no contenían
gran volumen de hielo.
Según Rignot, el
colapso de Larsen C sólo agregaría una pequeña cantidad de agua al
nivel de los océanos. Más preocupa a los científicos que el
colapso de las barreras de hielo afecte los glaciares que están
detrás, porque el derretimiento de los glaciares sí podría elevar
el nivel de las aguas en todo el mundo.
Para los
científicos, el inminente colapso de Larsen C es una advertencia que
habla de la vulnerabilidad de superficies mucho más grandes de hielo
en toda la Antártida Occidental.
Traducción de
Jaime Arrambide
Fuente:
Jugal K. Patel, Una grieta en una barrera de hielo antártica creció 27 km en dos meses, 08/02/17, La Nación. Consultado 11/02/17.
No hay comentarios:
Publicar un comentario