Berta Cáceres |
Global Witness denuncia que “altos cargos políticos y élites empresariales” están ligados a una “violenta represión” de activistas.
por José
Meléndez
La
conclusión es demoledora: por una corrupción generalizada, Honduras
es el país más peligroso para ser defensor del medio ambiente. Un
informe publicado este martes por Global Witness, la ONG
internacional que documenta los crímenes contra los ecologistas en
el mundo, denuncia que “altos cargos políticos y élites
empresariales” hondureños están ligados a una “violenta
represión” de activistas que defienden sus tierras. La
organización precisa que 123 ecologistas han sido asesinados en el país desde 2010. Estados Unidos “debe revisar urgentemente” su apoyo a la
industria, el Ejército y la policía de Honduras, alerta.
Global
Witness señala los activistas han sido asesinados por “protestar
contra el expolio o la destrucción de su tierra, sus bosques o sus
ríos, entre ellas la prominente activista indígena Berta Cáceres”,
cuyo homicidio en 2016 “fue el primero en provocar un escándalo
internacional”. Feminista, defensora indígena, activista de
derechos humanos, ambientalista, opositora gubernamental y lideresa
del (no estatal) Consejo Cívico de Organizaciones Populares e
Indígenas de Honduras, Cáceres murió a balazos el 3 de marzo del
2016 en su casa del suroccidental departamento de Intibucá.
Pese
a las amenazas a su vida, Cáceres encabezó un movimiento contra la construcción de una planta hidroeléctrica en el occidente de
Honduras por su impacto ambiental y cultural en tierras
históricamente habitadas por indígenas y en su asesinato, como
autores intelectuales y materiales, figuran al menos siete personas,
entre militares en retiro y activos y un empresario.
Acuerdos
secretos
“Los
conflictos por la minería, las presas hidroeléctricas y la
agroindustria son las principales causas de estas muertes y la mayoría de las víctimas pertenece a grupos indígenas y comunidades
rurales”, expone el texto. “Global Witness ha descubierto nuevas
evidencias de los acuerdos de la puerta trasera, sobornos y
violaciones de la ley que se utilizan para imponer estos proyectos y
silenciar cualquier oposición”, agrega.
“Honduras
es el país más peligroso del mundo para los defensores de la tierra
o el medio ambiente”, advirtió Berta Cáceres hija en entrevista con El País. “Los grupos poderosos buscan garantizar el saqueo de
Honduras por parte de empresas transnacionales hidroeléctricas,
mineras, turísticas y de otras actividades”, añadió la joven,
cuya madre tuvo otras dos hijas y un hijo. “Persiste la impunidad",
lamentó, al recordar que las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional
rechazaron estar involucradas en actos violentos contra
ambientalistas.
El
informe señala que la hondureña Gladys Aurora López, presidenta
del gobernante Partido Nacional, vicepresidenta del Congreso de
Honduras y “una de las figuras más poderosas” de ese país “negó
cualquier vínculo con ataques violentos contra aquellos que se
oponen a los proyectos” de su esposo, el hondureño Arnold Gustavo
Castro, ejecutivo de una empresa dueña de una plan hidroeléctrica.
Billy
Kyte, jefe de campañas de Global Witness, afirmó que sus
“investigaciones demuestran que las élites políticas y
empresariales hondureñas están usando medios corruptos y delictivos
para sacar provecho de la riqueza natural del país y están
consiguiendo el apoyo de las fuerzas estatales para asesinar y
aterrorizar a las comunidades que se atreven a interponerse en su
camino”. Y añadió: “Hemos documentado innumerables ataques y
amenazas escalofriantes, entre ellos la brutal agresión de unos
soldados a unas embarazadas, niños a los que la policía apuntó con
un arma, incendios provocados contra los hogares de aldeanos y
asesinos a sueldo que siguen campando a sus anchas en las comunidades
de sus víctimas”.
Violencia
y muerte
Un
elemento paralelo de la crisis que sufren los ambientalistas es la
inseguridad que atrapa a los hondureños. El Observatorio de la
Violencia de la estatal Universidad Nacional Autónoma de Honduras
informó a El País que sus proyecciones preliminares revelan que en
2016 hubo 5.154 homicidios, con una tasa anual de 59,1 asesinatos por
cada 100.000 habitantes, y que 2015 cerró con 5.148 casos y un
promedio de 60 por cada 100.000 personas.
Al
recordar que Honduras está cubierta de bosques y es rica en
minerales valiosos, el informe puntualizó que el beneficio de la
riqueza natural “solo los disfruta un porcentaje muy reducido de la
sociedad”. “Honduras tiene los niveles más altos de desigualdad
de toda América Latina: cerca de 6 de cada 10 hogares de las zonas
rurales viven en condiciones de pobreza extrema, con menos de 2,50
dólares estadounidenses al día”, recalcó.
El
informe documentó “los estremecedores niveles de violencia e
intimidación que sufren las comunidades rurales por oponerse a la
imposición de presas, minas, tala o agricultura en sus tierras,
proyectos controlados por élites ricas y poderosas, entre las que se
encuentran miembros de la clase política”.
Fuente:
José Meléndez, Más de 120 ecologistas han sido asesinados en Honduras desde 2010, 31/01/17, El País. Consultado
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