Santiago. “Salvemos los mares del fin del mundo”. Así se llama la campaña con la cual Greenpeace busca la protección de los mares en el extremo sur de Chile, escenario de un imponente y diverso ecosistema, donde se destacan escenarios naturales únicos -como el internacionalmente reconocido Parque Nacional Torres del Paine-, además de ser una zona que sirve de hábitat para varios tipos de ballenas y el delfín chileno.
En La
Serena -a casi 500 kilómetros al norte de Santiago y uno los
balnearios más concurridos del país-, un globo aerostático
sobrevoló hoy el faro de la ciudad, con un mensaje llamando la
protección de los mares del fin del mundo. Además, se desarrollaron
actividades en faros de todo Chile, para reclamar por la protección
de estos mares.
“En
Chile se encuentra el 36 % de la biodiversidad de mamíferos marinos
del mundo, por lo cual la protección de sus mares resulta clave y de
gran relevancia para todo el planeta.”, dijo Estefanía González,
coordinadora de Océanos de Greenpeace en Chile.
Greenpeace
advierte que los mares del fin del mundo están seriamente amenazados
por la expansión de industria salmonera, la cual ya dio muestras del
poder de devastación con lo sucedido el año pasado en Chiloé -isla
ubicada en el sur de Chile-, cuando el vertimiento de casi 5.000
toneladas de pescados podridos frente a sus costas desencadenó la
crisis de marea roja que generó uno de los desastres sociales y
medioambientales más graves de los últimos años en el país.
En
este sentido, Greenpeace denuncia el avance que varias empresas
salmoneras, en particular la compañía Cermaq, empresa noruega que
pertenece al gigante económico japonés Mitsubishi Group y que es la
segunda exportadora de salmones chilenos, con una producción anual
de 41.556 toneladas. Casi el 100 % de las solicitudes que ha
presentado la compañía se ubicarían, de aprobarse, en zonas de
reservas nacionales.
En
este contexto Greenpeace impulsa la protección del delfín chileno,
especie endémica de la zona y que, de acuerdo con investigaciones,
está siendo afectado por la presencia de los antibióticos alta y
masivamente utilizados por la salmonicultura chilena.
Además
del delfín chileno, está en peligro el hogar de otras especies,
como ballenas (azules, minke, franca austral, sei y orca), delfines,
pingüinos, lobos marinos y diversas aves. Todos, habitantes de una
zona en donde se ubican Parques y Reservas Nacionales cada vez más
valorados por turistas nacionales e internacionales, los que han
hecho de esta zona un de las más visitadas del país.
Actua
ahora para defender los mares del fin del mundo, hacé click aquí.
Fuente:
Los mares de la Patagonia Chilena bajo amenaza, 08/02/17, Greenpeace Argentina.
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