La detonación fue causada por el sobrecalentamiento de una instalación eléctrica en una problemática planta que llevó a Francia a cerrar 20 de sus 58 centrales nucleares por fallas y mantenimiento.
por Roberto Andrés
Una detonación
se registró este jueves a las 9.45 horas de la mañana en la planta
nuclear de Flamanville, en el norte de Francia. El accidente fue
causado por el sobrecalentamiento de una instalación eléctrica en
una sala de máquinas.
A los graves sucesos que ocurren nuevamente en Fukushima, Japón, ahora se suman
los que vienen ocurriendo en Francia. Flamanville, que se encuentra
en las cercanías del puerto francés de Cherburgo y frente a las
islas de Jersey y Guernsey en el Canal de la Mancha, es considerada
el corazón de la investigación nuclear de Francia. Sus dos
reactores, puestos en marcha en 1985 y 1986 y con una capacidad de
1.300 megavatios (MW) cada uno, producen un 4,5 % de la energía
nuclear de ese país, en donde el 80 % de la energía que se consume
es producida por centrales nucleares. Por eso mismo es aún más
preocupante lo que viene ocurriendo en esta planta nuclear.
El incidente
recién ocurrido consiste en el tercer incendio en una instalación
nuclear en los últimos diez días en Francia (los otros dos fueron
en la central de Cattenom, en Mosela), un incidente que relanza el
debate sobre la seguridad de las instalaciones nucleares.
El prefecto de La
Mancha Jacques Witkowski explicó que “un ventilador de la sala de
máquinas, que es la zona de turbinas que producen la electricidad y
que no está en contacto con las instalaciones nucleares,
probablemente se recalentó y lanzó humo, por una razón técnica a
determinar”.
Afortunadamente
el hecho tuvo lugar en un área que no maneja material peligroso,
aunque cinco personas resultaron intoxicadas. Debido a lo primero,
las autoridades decidieron no activar el protocolo de emergencia,
aunque uno de los dos reactores de agua de la planta fue cerrado
después de la explosión. Las autoridades han descartado todo acto
de sabotaje.
“La unidad de
producción se ha desconectado automáticamente de la red después
del comienzo de un incendio producido en un ventilador situado bajo
el alternador”, indicó, por su parte, la firma Électricité de
France (EDF), que opera las instalaciones ubicadas en la región de
la Baja Normandía. “El incendio causó un sonido de detonación
que pudo oírse en los alrededores de la planta”.
En la mira
El incidente es el último de una serie de accidentes en los últimos tres años en una problemática planta que ha llevado a este país a cerrar preventivamente 20 de las 58 centrales nucleares que tiene, por fallas y mantenimiento.
Flamanville
cuenta con un nuevo reactor que se viene construyendo desde 2007 pero
cuya inauguración se ha ido aplazando varias veces hasta 2018. En
2014, un informe de la Autoridad de la Seguridad Nuclear de Francia
(ASN) sobre la calidad de la placa de acero que forma la cuba del
nuevo Reactor Europeo Presurizado (EPR) obligó a la empresa
constructora Areva a iniciar una investigación.
Esta
investigación llevó a que Areva, que construye el EPR junto a la
alemana Siemens, encontrara que muchos de los documentos que
acreditaban los controles de calidad de las piezas eran falsos. De
los 87 documentos, 20 pertenecían a la central de Flamanville. Las
sospechas apuntaban a la acería que Areva tiene en Le Creusot,
planta siderúrgica que viene proporcionando piezas a las centrales
francesas desde los sesenta.
En octubre de
2016 el presidente de la ASN, Pierre-Franck Chevet, denuncia las
“prácticas industriales inaceptables” y pone los hechos en manos
de la justicia. El proceso de investigación obligó a ASN ordenar la
detención de 18 reactores para analizar el estado de sus
componentes.
Este cierre
preventivo de un tercio de las centrales nucleares llevó a Francia,
un país en donde estas centrales producen el 80 % de la electricidad
(aunque el gobierno quiere reducir esa proporción al 50 % en 2025),
a importar mayormente energía desde España, lo que llevó a su vez
a un aumento en la factura de la luz de este último país.
Hace dos meses
ASN autorizó la puesta en marcha de seis reactores con piezas
fabricadas en Le Creusot. Areva confirmó las malas prácticas aunque
aclaró que no suponían una amenaza para la seguridad. Los otros 12,
fabricados por la compañía japonesa JCFC, les siguieron poco
después, lo que redujo rápidamente la anomalía en el precio de la
electricidad pagada en España.
Pero los otros
dos reactores de Flamanville también han tenido problemas. En agosto
de 2015 uno de ellos empezó a echar humo no radioactivo, un
incidente que obligó a poner en marcha durante algunas horas el plan
de emergencia. A finales de ese año también hubo que detener
durante cinco semanas un reactor por un problema de transformador,
que tuvo que ser sustituido.
La propia ASN ha
reconocido que el estado de la seguridad nuclear en Francia es
preocupante. Actualmente siete reactores de EDF están detenidos,
según datos de RTE, que gestiona la red eléctrica de alta tensión.
Además, las centrales francesas están viejas y muchas deberán
cerrar antes de 2030.
La central
francesa más antigua del país es la de Fessenheim, en la frontera
con Alemania, construida en 1977 y que debería cerrar en 2018. Su
situación preocupa a las organizaciones ambientalistas de Francia,
Alemania y Suiza, que llevan años pidiendo su cierre.
Fuente:
Roberto Andrés @RoberAndres1982, Explosión en planta nuclear de Francia reaviva el debate sobre la fragilidad de ese sistema, 10/02/17, La Izquierda Diario. Consultado 10/02/17.
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