La empresa
Barrick reconoció un “incidente” en su proyecto sanjuanino, el
tercero en el lugar. La minera aseguró
que el evento fue provocado por el importante deshielo de este
verano. Una semana atrás, la asamblea de Jáchal había denunciado
la contaminación en el lugar. La empresa lo negó. Para los
ambientalistas, ahora la firma está “blanqueando” esa situación.
por Nicolás
Romero
La minera Barrick
Gold reconoció un “incidente” en su proyecto Lama, en San Juan,
una semana después de haber desmentido la denuncia, publicada por
este diario, de los asambleístas de Jáchal, que en base al informe
de una consultora de la propia empresa aseguró que el emprendimiento
contamina. Según la empresa canadiense, el “incidente” ocurrió
el jueves por el “deshielo” e informó que cerrará el túnel
binacional. El ministro de Ambiente, Sergio Bergman, envió ayer a la
provincia una comisión que inspeccionará la zona de Lama. En tanto,
uno de los abogado de Jáchal aseguró que “están blanqueando lo
que ya sucedió”. Este es el tercer hecho protagonizado por la
empresa desde 2015.
La minera
comunicó que “aproximadamente a las 18 horas de ayer (por el
jueves) tuvo lugar un evento en Lama, a raíz del deshielo de uno de
los inviernos más intensos de las últimas décadas en esa zona de
la cordillera”. “El evento se originó por la crecida del río
Turbio, cuyo caudal y arrastre de sedimentos alcanzó la capacidad
máxima de las piletas de sedimentación”, agregó, y explicó que
“el agua fue conducida a través de un canal de contingencia
construido para este propósito hacia el dique impermeabilizado,
antes de su descarga en el río Las Taguas”. El comunicado reconoce
que, si bien “la mayor parte del agua que drena naturalmente del
túnel en Lama sigue siendo tratada en la planta construida a tales
efectos”, la parte “excedente no está ingresando al sistema para
no sobrepasar la capacidad de tratamiento”.
“Ese excedente
va al medioambiente”, advirtió a PáginaI12 Ricardo Vargas,
referente de la asamblea y demandante en la causa. “Lo que está
haciendo es defenderse y cubrirse ante una posible inspección
después de que se publicó la información hace una semana”,
agregó.
Los datos a los
que refiere Vargas y con los que sus abogados ampliaron la demanda en
la Corte Suprema de la Nación fueron tomados del documento elaborado
por la consultora Knight Piésold, a pedido de la propia empresa,y
que confirma la afectación severa en la vegetación y la
acidificación de las aguas por metales pesados. Sin embargo concluye
que “no se observa una influencia de las aguas tratadas del túnel
en cuanto a la acidificación de las aguas” y niega “que la
construcción del túnel haya afectado ambiente periglaciar”.
Además, la empresa sostiene que la acidez de las aguas es natural.
En relación a
esto, el coordinador de la campaña de Glaciares de Greenpeace,
Gonzalo Strano, explicó a PáginaI12 que “la alta acidez del agua
es producida por las filtraciones, porque en realidad esos metales
pesados que arrastra no están expuestos, es el proyecto minero que
lo expone. Pero lo más importante es que están trabajando en un
ambiente protegido por la ley de glaciares, con una falta absoluta de
control”, remarcó, y señaló que tanto Greenpeace como la
Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas reclaman el cierre
definitivo de las operaciones de la Barrick en la zona Lama/Veladero.
Por su parte, el
Ministerio de la Minería de San Juan salió a aclarar que lo que
ocurrió fue “un drenaje natural del deshielo del cordón montañoso
que se infiltró y escurrió superficialmente por la boca del túnel”
y que en la zona “no se realiza tratamiento de mineral ni
producción alguna por encontrarse el proyecto transitoriamente
suspendido”.
Al respecto,
Vargas dijo que “eso es de lo más significativo, es un proyecto
que no arrancó, y sin embargo ya viene contaminando”.
Por otro lado, el
ministro Bergman envió una comitiva encabezada por Carlos Martínez
y Mariano Miner, de la Subsecretaría de Control y Monitoreo
Ambiental, y Andrea Celso, de la Dirección de Residuos Peligrosos,
que realizarán un relevamiento y tomarán muestras en el lugar.
El proyecto
binacional, de extracción de mineral en el lado chileno y su
traslado a través del túnel a la Argentina para el procesamiento,
está paralizado del otro lado de la Cordillera. La justicia chilena
detuvo las obras en 2013 por las denuncias en ese país por la
destrucción de los glaciares Toro 1 y 2, y la contaminación de
recursos hídricos.
“Cuando en 2009
abrieron el túnel de Pascua (Chile)-Lama (Argentina) se encontraron
con los derrames y los tuvieron que empezar a canalizar. Arrastran
barro, lodo y agua. El Ministerio de Minería los obliga a que los
lodos tengan un tratamiento de secado para no impactar en el río, y
las aguas sean tratadas. En este caso emplean ocho piletas, agregando
miles de kilos de cal para elevar el pH (medida de alcalinidad)”,
explicó Vargas.
“El canal CD3
que proviene de esas piletas de agua y que tiene alrededor de dos
kilómetros y medio, desde la última pileta hasta la desembocadura
del Río las Taguas, presenta a ambos lados vegas amarillas y
rojizas. Cualquier biólogo independiente puede demostrar que eso no
es de ayer”, agregó el demandante en la causa por violaciones
ambientales en Pascua Lama, que en abril cumplirá diez años
durmiendo en la Corte Suprema.
Marcelo
Arancibia, abogado de la asamblea, aseguró a este diario que “esto
es una puesta en escena de la Barrick, que está blanqueando lo que
ya sucedió. El informe de Piésold reconoce que se generan barros
tóxicos que van a piletas de sedimentación y que se han afectado
las vegas. Pero además, en este caso la empresa está reconociendo
un derrame al decir que hay un excedente y que no lo están tratando,
y eso va al Río las Taguas. Hay 300 hectáreas de vega afectadas y
cada hectárea a la naturaleza le tomó 150 años hacerla”, afirmó
el letrado.
En este sentido,
el abogado adelantó que “vamos a pedir que la justicia se
constituya en el lugar y constate los hechos a través del
Departamento de Delitos Ambientales de la Policía Federal que ya
había actuado en el derrame de 2015”.
Por otra parte,
la Barrick anunció que “de acuerdo con el cronograma de obras
previsto, en las próximas semanas se pondrán en marcha los trabajos
para el sellado del túnel, que tendrá una duración aproximada de
cuatro meses”.
Al respecto,
Vargas dijo que “el plan de cerrar el túnel con paredes de
concreto de 70 metros cúbicos que entendemos es lo que tienen
planificado, se lo llevaron a especialistas japoneses y les
adelantaron que puede generar problemas en el lado chileno”.
Al cierre de esta
edición, los asambleístas se reunían en Jáchal para determinar
qué medidas van a tomar frente al nuevo derrame, y para pedir al
gobierno nacional que los incluya en las inspecciones que tiene
previsto realizar en la zona.
Este es el tercer
derrame en menos de un año y medio (el primero ocurrió en
septiembre de 2015 y el segundo en el mismo mes del año siguiente),
y según denuncian los asambleístas de “Jáchal No Se Toca”, hay
cinco ríos de San Juan que están contaminados por las operaciones
de la minera.
Entradas relacionadas:
Nuevo incidente en un emprendimiento minero de Barrick
San Juan: la Barrick Gold admite un nuevo "incidente" en el yacimiento Lama
Fuente:
Nicolás Romero, Nuevo derrame en la mina Pascua-Lama, 14/01/17, Página/12. Consultado 16/01/17.
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