Los incendios
arrasan tierras productivas en Río Negro, La Pampa y sur de Buenos
Aires.
por Federico Rivas
Molina
Todo comenzó en
noviembre, con los primeros calores del fin de la primavera y el
inicio del verano. Los primeros focos de incendio comenzaron
tímidamente, producto de las tormentas eléctricas comunes en esa
zona, que es puerta a la Patagonia argentina. Pero con el avance de
los días, y la subida persistente de la temperatura, las llamas se
multiplicaron, hasta destruir 800.000 hectáreas en el sur de la
provincia de Buenos Aires, este de La Pampa y noreste de Río Negro.
La superficie equivale a 41 veces la superficie de la ciudad de
Buenos Aires, ha matado a una cantidad aún no determinada de
animales y quemado campos de pastura. Las imágenes difundidas por
los lugareños dan una idea de la magnitud de la tragedia. “Las
puertas del infierno”, dice un conductor que circula por la ruta
154 cerca de La Adela, mientras graba las llamas que se alzan a la
vera del asfalto.
El vídeo, que
pronto se volvió viral, se registró el el 31 de diciembre, pese a
que su autor dice a la cámara que es 31 de enero. Una mujer a su
lado no oculta sus nervios cuando el auto pasa por entre las llamas.
La escena es una pequeña muestra de lo que están viviendo en la
región.
El Instituto de
Tecnología Agropecuaria (INTA) difundió un mapa satelital que da cuenta de los estragos del fuego en diciembre en la provincia de Río
Negro, 543.000 hectáreas que la foto muestra en color rojo, víctimas
de un coctel explosivo de “tormentas eléctricas, gran calor, falta
de lluvias, abundancia de pastos y las pocas medidas de prevención
utilizadas que hace que sea muy difícil su control”, según
explicaron en un comunicado. El panorama para enero “es muy
complicado”, advierten los expertos del INTA, porque se trata del
mes más caluroso y seco del año.
Algo más al
norte, en La Pampa, en los alrededores de la población La Adela, el
fuego destruyó 300.000 hectáreas de campos de pastura, en un frente
que también alcanzó al extremo sur de Buenos Aires. Sólo durante
el fin de semana pasado se iniciaron más de 30 nuevos incendios,
consecuencia de las tormentas eléctricas. El personal de Defensa Civil cuenta con el apoyo de "un helicóptero observador y un
avión hidrante" y trabaja "casi sin descanso desde la
semana pasada”, dijo su subdirector, Damián Bollak. "Si el
clima nos lo permite, esperamos que en el transcurso de la semana
estén todos controlados", agregó.
El humo provocó
también problemas en las carreteras, sobre todo sobre la ruta 22 que
une Bahía Blanca con la capital de la provincia de Neuquén. Varios
camiones y vehículos debieron ser asistidos varios kilómetros
durante varios kilómetros en momentos en que las llamas se
encontraban a varios lados del asfalto."En varios tramos de la
ruta camiones y vehículos quedaron estacionados a un costado de la
ruta debido a la baja visibilidad producto del humo y en forma
preventiva", informó un vocero policial. Según reveló Defensa Civil La Pampa, el 60 % de los incendios se originaron por rayos, el
27 % por personas y el resto por causas desconocidas.
Fuente:
Federico Rivas Molina, El fuego destruye 840.000 hectáreas de campos en Argentina, 03/01/17, El País. Consultado 04/01/17.
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