miércoles, 11 de enero de 2017

Dakar, “deporte” y degradación ambiental

¿Por qué el Rally Dakar fue vetado en Europa, no fue recibido en Estados Unidos, Canadá y Australia y sí bien recibido en Sudamérica?

por Andrés Arnone

El Rally Dakar comenzó el 2 de enero en Asunción, Paraguay, pasó por Bolivia ayer viernes y terminará el 14 en Buenos Aires. Ayer viernes atravesó la zona de la Quebrada de Humahuaca, ubicándose como una de las “privilegiadas” por ser uno de los lugares por donde pasa el Rally más importante del mundo.

Allí miembros de los pueblos originarios de distintas localidades se manifestaron en desacuerdo por el paso de la competencia en sus territorios, debido al impacto en el medioambiente. El Rally Dakar destruye la vida vegetal y animal, mucho mas vulnerable en zonas áridas y de montaña ante los cientos de automóviles, motocicletas y camiones que hacen el recorrido “off road”. Incluso hay registrados casos de destrucción de patrimonio arqueológico durante su recorrido por Chile en 2015.

Destrucción del ambiente, un juego para ricos
En los medios de comunicación el Rally Dakar es presentado como una oportunidad para que “la gente se deleite con el espectáculo”, pero no se habla de por qué fue expulsado de Europa. Antes este Rally empezaba en París y atravesaba el oeste de África hasta Dakar, capital de Senegal. Toda una “aventura” para un puñado de adinerados y una oportunidad de negocios y vidriera para las grandes marcas que ha dejado en su historia 50 muertos y que por doquier deja desastrosas consecuencias ambientales.

Esta verdadera caravana de destrucción deportiva, al ser vetada de Europa, y ante los “peligros terroristas en África”, se intentó mudarla a los Estados Unidos, Canadá y Australia, pero por las leyes ambientales locales no les fue posible. Por eso en 2009 sus organizadores se dirigieron hacia los gobiernos “progresistas” de América Latina, donde fueron bienvenidos al ser menos exigentes en cuestión de cuidado del medioambiente y salud pública.

Las políticas permisivas hacia las multinacionales se repite también en el ámbito de la megaminería, en la agricultura con uso masivo de agrotóxicos, la deforestación, industrias sin tratamiento de emisiones, legislación laboral, etc. Estos casos son una muestra más de la necesidad de la organización política independiente de los trabajadores y sectores populares de todo los sectores políticos que hayan sido cómplices de convalidar la degradación del medioambiente y salud publica, impulsando la movilización en las calles para torcer las decisiones que toman de espalda a las necesidades del pueblo trabajador.

Fuente:
Andrés Arnone, Dakar, “deporte” y degradación ambiental, 07/01/17, La Izquierda Diario. Consultado 11/01/17.

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