Incendios al sur del río Colorado el 29 de diciembre de 2016. Clic sobre la imagen para ampliar |
La zona centro del país permanece afectada por incendios y tormentas que desbordan los ríos.
por Ramiro Barreiro
Los fenómenos
producidos por el cambio climático son recibidos con sorpresa por
parte de las autoridades provinciales de Argentina. Mientras tanto,
las comunidades ven como a sus casas, sus vehículos, sus cultivos y
su hacienda se los llevan las grandes corrientes de agua o los
incendios. Esta semana, las lluvias provocaron anegamiento de caminos
y aislamiento de pueblos en las provincias de Santa Fe y Entre Ríos,
parte de lo que es la cuenca lechera más grande de Sudamérica.
Además, un incendio en la provincia de La Pampa, Río Negro y
extremos sur de Buenos Aires ya afecta a 800.000 hectáreas y, aunque
no se lamentaron víctimas humanas, son incontables los daños a
animales y campos. La producción de soja está en peligro.
El agua vuelve a condenar a Santa Fe, como ya sucedió en 2003 y en 2016. Sin embargo,
las alertas llegan tarde para muchos ciudadanos que deciden
autoevacuarse y dejar todos sus bienes a la deriva. Es por ello que
el gobernador, Miguel Lifschitz, elevó el alerta al Gobierno
nacional para ayudar a los productores, reparar caminos y rutas y
posibilitar el regreso a casa de miles de familias. El mandatario
provincial declaró la emergencia agropecuaria y pedirá el apoyo
nacional, por el impacto económico que sufrirá la provincia, una de
las más importantes regiones productoras de granos.
El agua llegó
hasta la ciudad de Rosario -la tercera en importancia en
Argentina-, donde cayeron 130 milímetros de agua en pocas horas,
provocando inundaciones en el centro de la ciudad y los pueblos
aledaños. Roberto Tion, de Vialidad Santa Fe, indicó que “el 80 %
de las rutas están intransitables y en la ruta nacional 19 hubo 10
vuelcos en 3 horas”. “La situación es muy complicada para la
provincia porque el agua no nos da tregua. No deja de llover cada
semana y la zona rural está excedida de agua al punto que muchos animales se escaparon y otros murieron”, agregó.
El gobierno
provincial estimó que el número de evacuados asciende a más de 500
y precisó que las zonas más afectadas son las localidades ubicadas
sobre la ruta provincial 18, que va de Rosario hacia la ciudad
bonaerense de Pergamino. Se trata de las localidades de: Villa
Amelia, Coronel Domínguez, Acebal, Arroyo Seco, Pueblo Esther,
Empalme Villa Constitución y los parajes La Vanguardia y Uranga,
ubicados en los departamentos Rosario y Constitución. En la ciudad
de Rafaela, la tormenta estuvo acompañada por ráfagas que superaron
los 100 kilómetros por hora y provocaron voladura de techos, la
caída de 300 árboles y la interrupción del servicio eléctrico.
Sin embargo, la
localidad más afectada es el pueblo de Ramona, donde el 80 % de su
ejido permanece bajo el agua luego de que cayeran 350 milímetros de
agua en 36 horas. “Hace cinco años que padecemos lluvias en abril,
pero se circunscribía a la zona rural, a la parte más deprimida. Se
activaba el protocolo correspondiente y las bombas, y nunca había
más de cuatro o cinco casas con problemas, que ya las tenemos
detectadas. Pero jamás pasó algo así: el 80 % del pueblo está
inundado”, dijo el jefe comunal Fabio Barbero.
Más al sur, en La Pampa y Rio Negro, la situación es acuciante, aunque con otro
elemento. Los incendiodestruyeron 800.000 hectáreas de pastizales,
equivalentes a más de 40 veces la superficie de la ciudad de Bueno
Aires. Defensa Civil precisó que, del total de incendios producidos,
un 60 % se inició por rayos, un 27 % por personas y el resto por
causas desconocidas. En esa provincia también se perdieron cultivos
y animales y debieron cerrar las rutas 22 y 154 por el humo. Es por
ello que el Gobierno nacional envió un equipo de brigadistas del
Servicio de Manejo del Fuego (SMF) para reforzar las tareas de
combate contra el incendio forestal que afecta ese distrito del
centro del país y donde ya murieron carbonizadas 2 personas. Las
localidades pampeanas más castigadas por las llamas, donde el fuego
ya arrasó unas 300.000 hectáreas, son Colonia La Pastoril,
Algarrobo, Santa Isabel, Pichimahuida, Perú y La Adela.
Fuente:
Ramiro Barreiro, Agua y fuego atacan el corazón de la Argentina productiva, 04/01/17, El País. Consultado 05/01/17.
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