por Pilar Marcos
Poco más que
decir del gabinete de los horrores del nuevo Gobierno de Trump. Tras
la presencia de un opositor a la protección del medio ambiente frente al máximo organismo en esa materia Trump ha nombrado al
expresidente de la petrolera Exxon, Rex Tillerson, como máxima
figura diplomática del país y le entrega las riendas de la política exterior de Estados Unidos.
No es nuevo el
fenómeno de puertas giratorias en todo el mundo ni en Estados Unidos ni en España pero este caso es especialmente espectacular no solo
porque estamos hablando de una superpotencia mundial sino por el
discurso tan primitivo del nuevo Gabinete respecto a la importancia
de la lucha contra el cambio climático.
Exxon supervisó
una de las campañas de negación climática más grandes y más
caras que el mundo haya visto.
Lo que Exxon y
Rex sabían del cambio climático
En 2015, Exxon y
Rex Tillersón estuvieron expuesto por uno de los mayores escándalos
corporativos en décadas. El escándalo reveló que los científicos
de Exxon estaban ya investigando desde los años 70 el impacto de las
emisiones de carbono en el clima. Incluso tenían un barco de
investigación estimando la absorción de carbono por los océanos.
En 1982 un memorando de conclusiones afirmaba que “El consenso es
que la duplicación del dióxido de carbono atmosférico de sus
valores pre-industriales resultará en el aumento de la temperatura
global de (3,0 ± 1,5) grados centígrados…. hay un acuerdo unánime
en la comunidad científica que un aumento del a temperatura de esta
magnitud traerá cambios significativos en el clima de la tierra,
incluyendo el patrón de lluvias y la alteración de la biosfera”.
En resumen, los científicos de Exxon ya estaban llegando a las
mismas conclusiones sobre los impactos de emisiones de carbono que
los científicos de hoy.
Lo que Exxon y
Rex hicieron por el cambio climático
Pero en vez de
actuar responsablemente con esta información, la de sus propios
científicos, orquestaron una campaña masiva para sembrar dudas y desinformación sobre cambio climático, con el objetivo de impedir
cualquier acción. Ayudaron a fundar la Coalición Global para el
Clima, dedicada a detener las políticas para frenar las emisiones de
gases de efecto invernadero. Publicaron folletos, anuncios, congresos
diciendo que la ciencia del clima era demasiado “incierta” para
actuar.
En un Plan de Acción de Comunicación de 1996, que se filtró, presumían que “se
logrará la victoria” cuando “los ciudadanos de a pie comprendan”
las incertidumbres en la ciencia climática y que se conviertan en
parte de la sabiduría popular.
Rex Tillerson ha
hecho carrera en Exxon. Comenzó a trabajar en la petrolera en 1975
como ingeniero de producción y en 1989 ya era Directivo. Muchas de
las tremendas decisiones de Exxon respecto al cambio climático las
realizó su predecesor, Lee Raymond, pero Tillerson estaba ya en
primera fila desde los 90. Al asumir las riendas de la compañía,
Tillerson suavizó el discurso, pero solo ligeramente. Ha continuado
financiando la incertidumbre, ha duplicado el modelo de negocio incompatible con los objetivos climáticos de la Cumbre del Clima de París y ha desarrollado una estrategia legal para evitar la
responsabilidad de sus acciones.
Exxon sabía lo
que estaba pasando al planeta. Líderes como Tillerson continuaron durante años engañando a millones de personas mientras cosechaban millones de euros en ganancias. Estos son los valores que promoverá
Trump en los próximos años. Tenemos que mostrarles que nosotros
somos más y que unos pocos multimillonarios no representan la
revolución energética que ya está en marcha.
Entrada de blog
por: Pilar Marcos
Trabajo por la
protección del Ártico con @greenpeace_esp. Bióloga marina y MSC en
gestión de recursos naturales. Aquí, mis opiniones #LeydeCostas
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Fuente:
Pilar Marcos, Si antes Exxon estaba muy cerca de los gobiernos... ahora ¡es el Gobierno!, 15/12/16, Greenpeace España. Consultado 15/12/16.
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