Una gota de agua
con "cola de paja" por ser transparente y una piedra que
tiene miedo de ser triturada por la industria minera son los
insólitos protagonistas de una serie de cuentos infantiles que el
Ministerio de Minería de San Juan elaboró para adoctrinar a los
niños que visitaron el stand que montó en la Feria del Libro
provincial.
Los cuentos
Piedra y Montaña, La gota Carlota y La brujita Basurita fueron
escritos por Alejandra Araya, la pareja del titular de la Cámara
Minera de San Juan, Jaime Bergé, un radicalizado militante
pro-minero que dijo hace poco que los glaciares "no representan
tanta agua para generar tanto inconveniente" o que después del
derrame de solución cianurada del año pasado argumentó que "podés
tomar medio vaso que no va a hacer nada".
El gobierno de
San Juan montó la "Carpa de la Montaña" en la Feria del
Libro, donde se presenta el proyecto MineNiños. Allí les leen los
tres cuentos, de los que se imprimieron unos 50 mil ejemplares. La
función la interpretan los personajes Casco, Piqueta, Gista (la
Ecologista) y Dinamita, recreados por estudiantes de artes visuales
que se prestaron para la parodia.
El primero de los
cuentos, Piedra y Montaña, se inicia con la protagonista, Piedra,
llorando triste al costado de un camino en el que se había quedado
sola porque sus amigas se habían ido en un camión y ella no quería
separarse de su gran amiga, Montaña, y porque la iban a meter en una
máquina. "Sí, es verdad, pero sólo así podrás transformar
el mundo y beneficiar a mucha gente", le respondió Montaña,
que convenció a su amiga de que se suba al camión y la despidió
con un abrazo. Sobre el final, desde una máquina Montaña escuchó
que la saludaban. Era Piedrita, que se había convertido en un
celular. "Y así vivieron felices para siempre", concluye
la obra.
La gota Carlota,
protagonista de otro de los textos, también tenía problemas
existenciales. "Se comparaba con las gotas de aceite y decía:
'Con razón nunca quieren jugar conmigo. ¡Soy muy transparente'",
reza la historia. Un día, Carlota se convirtió en nube hasta que
llegó a una montaña y cayó en forma de nieve. "Carlota visitó
a los mineros de la cordillera que la cuidaron muy bien, bajó por
las laderas del cerro y fue a parar al valle donde regó un parral de
ricas uvas", finaliza. Moraleja: "Comprendió que ella era
una gota de agua muy importante".
Los cuentos
apelan al habitual chantaje intelectual que relaciona la minería con
el progreso. El sector vive uno de sus peores momentos por los
reiterados accidentes ambientales en sus dos proyectos supuestamente
más seguros, Veladero y Gualcamayo, pese a que sólo un puñado de
minas de oro y plata están siendo cuestionadas por el uso de cianuro
y otros metales pesados cerca de los ríos y por su ubicación en
zonas protegidas por la ley de glaciares.
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