Aún resuena la
melodía de Ludovico Einaudi tocando en mitad del glaciar. Los
bloques de hielo que se desprendían tras el piano de cola eran una
alegoría de lo que está pasando en el Ártico: hemos perdido tres
cuartas partes de lo que fue un gran mar helado y a su vez, sigue
siendo el océano más desprotegido del planeta.
Quisimos llevar
tanta belleza a un organismo que tiene potestad jurídica para
avanzar en esta protección. Insistimos aún más llevando ocho
millones de firmas a la mismísima puerta de la reunión de OSPAR que
podía proteger casi un 10% de las aguas internacionales del Ártico.
Todo esto en una semana, el lunes Ludovico tocaba el piano en el
paralelo 78ºN del planeta, y el martes estabamos llamando a la
puerta de OSPAR. Dos youtubers Yellow Mellow y Maria Cadepe nos han
acompañado también con sus pasos por un glaciar y con ellas 190,000
nuevos defensores del Ártico.
En marzo de 2016,
OSPAR había reconocido que el espacio debía protegerse por su gran
valía ambiental. OSPAR y otros organismos internacionales como la
CBD. Pero después de una semana de negociaciones, la Comisión
OSPAR no ha sido capaz de llegar a un acuerdo para hacer efectiva la
protección del Ártico.
A pesar de los
esfuerzos del Presidente de la Comisión OSPAR y algunas delegaciones
-como Alemania, la Comisión Europea, Francia o España- para
conseguir un acuerdo ambicioso, Noruega, Dinamarca e Islandia se han
encargado de postergar, una vez más, el proceso de la designación
de la primera marina área protegida en las aguas internacionales del
Ártico.
El Ártico que
queremos proteger son aguas internacionales que nos pertenecen a
todos. El Ártico que suena en la melodía de Ludovico Einanudi es
ese desierto helado fundamental para osos polares o marsopas. El
Ártico que queremos proteger es el aire acondicionado del planeta.
El Ártico que queremos proteger es para la humanidad. Y no es ni de
Noruega, Dinamarca o Islandia. El cambio climático actúa más
rápido que OSPAR.
Hoy el reloj se
ha parado para los políticos pero para nosotros, nuestras voces
impulsadas por ocho millones de personas seguirán defendiendo ese
paraíso helado para que su protección sea inmediata. Estamos
también valorando como tomar acciones legales contra Noruega por su
impulso a la explotación industrial del Ártico. Seguiremos buscando
además un nuevo modelo energético basado en energías limpias para
amortiguar los efectos del cambio climático en el Ártico y para que
no se extraiga una gota de petróleo de estas aguas internacionales.
Eso de momento lo hemos parado.
Noruega, Islandia
y Dinamarca no podréis callar ocho millones de voces. Seguiremos
luchando y nuestras lanchas persiguiendolos. La melodía del piano ya
nos acompañará siempre.
Entrada de blog
por: Pilar Marcos
Trabajo por la
protección del Ártico con @greenpeace_esp. Bióloga marina y MSC en
gestión de recursos naturales. Aquí, mis opiniones #LeydeCostas
#Algarrobico. Perfil en Google + Perfil en LinkedIn
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