La Amarga se llenó otra vez tras las torrenciales lluvias. Buscan multiplicar los peces y recuperar su viejo esplendor. Está en Serrano, en el sur de Córdoba.
Los 1.900
milímetros de lluvia que cayeron en la cuenca del río Quinto en los
últimos 18 meses hicieron revivir a la laguna Del Siete. Los vecinos
de Serrano esperan ahora que se multipliquen los peces en el espejo -ubicado tres kilómetros al oeste de la localidad- para
recuperar la fama de pescadero sin parangón que perdió una década
atrás, cuando el bañado se secó casi por completo.
“Dios quiera
que la siembra de pejerreyes que se está haciendo en La Amarga (como
también se conoce al embalse) dé buen resultado, así vuelven los
pescadores de todo el país. Dejaban mucha plata acá y nos daban de
vivir a todos”, se ilusiona Juan Conte, un veterano local de las
redadas.
Por pedido del
intendente Gabriel Rodríguez Martina, la Secretaría de Ambiente de
Córdoba realizó la traslocación de unos 40 mil alevinos, entre
abril y mayo.
Los juveniles
provinieron de la estación de piscicultura de Embalse, de la laguna
La Margarita y de sitios próximos al humedal.
“Se harán
muestreos para evaluar la evolución poblacional, y si todo marcha
bien quizá el año que viene se rehabilite la pesca después de una
década”, se entusiasma Antonio Ruoroch (29). Este concejal
oficialista es uno de los promotores del proyecto.
La iniciativa
logró total apoyo de los ediles y de los principales actores de este
pueblo de 3.800 habitantes, en el departamento Roque Sáenz Peña,
456 kilómetros al sudeste de la ciudad de Córdoba.
Daniel Renaudo es
uno de los que sueña con que “el charco” vuelva a convocar
multitudes.
“El Gringo” -como lo conocen los lugareños- es un pequeño productor
agropecuario y en su campo El Tambito se estableció uno de los tres
clubes de pesca en la época de apogeo de la laguna.
El “Cordobazo”
del pejerrey
En mayo de 2001,
la revista Weekend visitó la acampada que en 1997 armó con ayuda de
sus amigos Jorge Bruno y Walter Giordano. “En esa época venían
entre mil y 1.500 personas cada fin de semana; se repartían entre El
Tambito, el Campo de Longo o El Viejo Quincho”, comenta Renaudo. Y
muestra un ejemplar de la publicación especializada en la que se lo
ve en una foto sosteniendo un “matungo” de 1,5 kilos.
“Yo vendía
entonces unos 20 corderos asados entre sábados y domingos y 300 o
400 bolsitas de mojarra, además de bebidas y cosas de almacén”,
apunta
Renaudo. También alquilaba botes y disponía de
alojamiento para 16 o 20 clientes, agrega.
Si bien en ese
tramo La Amarga tuvo su apogeo, la revelación a los fondeadores se
dio antes, en 1993. El músico y escritor serranense Aldo Lamberti lo
certifica en aquella edición de Weekend .
“Cordobazo.
Pejerreyes de 1 a 2 kilos convirtieron a La Amarga en la laguna
récord del país”, se lee en la tapa de la publicación.
La foto de
portada muestra una faena descomunal sobre una lancha en medio del
bañado.
Haig Vartazian,
autor del artículo, relata su experiencia: “Arribamos de madrugada
en medio de una espesa niebla. El hotel estaba repleto. El motivo de
tantos visitantes no era otro que la pesca; la playa de
estacionamiento parecía un muestrario de botes, lanchas y gomones”,
destaca la nota.
Se refiere al
decano hotel Avenida, ubicado en Oostendorp 145, en pleno centro de
la localidad. Hoy el edificio está cerrado y en venta.
A los otros tres
alojamientos que se abrieron en los días de gloria hoy les sobran
camas.
Sus propietarios,
como los comerciantes y los vecinos de Serrano, elevan plegarias al
cielo para que se multipliquen los peces en la laguna y vuelva la
actividad que daba vida al pueblo.
Confían en el as
en la manga para que el ruego sea escuchado: el sacerdote católico
Gabriel Rodríguez Martina, quien pidió licencia al clero para
asumir como intendente y está muy comprometido con el proyecto de
resurrección de la pesca en Serrano.
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Un charco gigante
que viene y se va
La laguna Del
Siete, o La Amarga, está ubicada al sur de la provincia de Córdoba,
a tres kilómetros de Serrano.
La laguna Del
Siete, o La Amarga, está ubicada al sur de la provincia de Córdoba,
a tres kilómetros de Serrano.
Se puede entrar a
ella por las rutas 27 y 4 (ambas provinciales).
Tiene una cubeta
original de unas seis mil hectáreas y una profundidad media de tres
metros.
Sus costas son de
playa con juncales. El agua que embalsa es dulce y proviene de un
brazo del río Quinto, o Popopis.
Este curso
hídrico nace en San Luis y atraviesa Córdoba por el sur. Se trata
de una corriente de carácter endorreico, es decir, no tiene salida
al océano.
Por esa razón,
en ciclos lluviosos se desborda y forma humedales y lagunas en las
depresiones.
Así, el agua
estancada sólo abandona el sistema por infiltración o evaporación,
y en épocas de sequías prolongadas los embalses circunstanciales
suelen secarse por completo.
Eso pasó varias
veces con la laguna Del Siete. “Cuando era chico, iba a jugar con
mis amigos de la escuela en el lecho de la laguna”, asegura Aldo
Lamberti.
El escritor dice
que el espejo toma su nombre del Regimiento N° 7 de Caballería, que
tenía asiento en esa zona de fortines.
Lucio V. Mansilla
la cita en su obra literaria Una excursión a los indios ranqueles .
Normando Saby
(propietario del campo donde funcionó el camping El Viejo Quincho)
dice que otros atribuyen la denominación Del Siete a un hecho
trágico: durante aquella travesía militar, murieron ahogados en el
bañado siete soldados de la tropa comandada por el coronel Mansilla.
Fuentes:
La laguna que volvió a brotar, 10 años después de haberse secado, 26/06/16, La Voz del Interior. Consultado 28/06/16.
Un charco gigante que viene y se va, 26/06/16, La Voz del Interior. Consultado 28/06/16.
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