No es ninguna
novedad que los efluentes vertidos por la Estación Depuradora de
Aguas Residuales (Edar) Bajo Grande, ubicada al este de la ciudad de
Córdoba, literalmente matan al río.
No es ninguna
novedad que los efluentes vertidos por la Estación Depuradora de
Aguas Residuales (Edar) Bajo Grande, ubicada al este de la ciudad de
Córdoba, literalmente matan al río. Y eso se detecta en cada
análisis que se realiza al Suquía.
Después de la
Edar de Bajo Grande, ninguna forma de vida compatible con un río
puede sobrevivir, y son necesarios muchísimos kilómetros de
recorrido para que el propio curso de agua se vaya autodepurando a
partir de la oxigenación de sus aguas y la actividad bacteriana
aeróbica que va degradando la materia orgánica aportada de manera
masiva.
Por cierto, allí
se da el colapso del río, pero desde su paso por la localidad de La
Calera ya viene herido, a partir de los desbordes cloacales de la red
y de los vertidos que drenan los propios vecinos en la vía pública
y de allí van a parar al desagüe pluvial.
Esto sin olvidar
las plantas de tratamiento de efluentes de los barrios-ciudades, las
que con frecuencia no funcionan como corresponde.
Como también la
propia planta de tratamiento de barrio Inaudi, que vierte sus
efluentes en el canal Anisacate y que siempre, en la desembocadura de
dicho canal en La Cañada, se constata el ingreso al arroyo de un
líquido maloliente, espumante y gris. Todo esto pone en severo
riesgo sanitario y ambiental a la población cordobesa.
Obras de
ampliación
¿Servirán las
obras de ampliación de la Edar de Bajo Grande, la nueva planta de
Villa Posse y la extensión de los colectores y la red para resolver
el problema? Las experiencias en la ciudad de Córdoba en este
sentido son pésimas.
Para que sirvan,
deberán tener un diseño adecuado a los efluentes que se generan; un
eficaz control de calidad en la construcción de las nuevas
instalaciones; una gestión con recursos suficientes para el
funcionamiento y mantenimiento de la red y las Edar; un límite
taxativo para evitar las sobreconexiones que colapsen los ductos y
las plantas de depuración, y controles a los vertidos que realicen
las empresas a las cloacas, en particular de residuos peligrosos como
hidrocarburos y metales pesados.
Federico
Kopta es presidente del
Foro Ambiental Córdoba
Fuentes:
Federico Kopta, El sistema cloacal no deja de matar al Suquía, 27/06/16, La Voz del Interior. Consultado 27/06/16.
La obra de arte que ilustra esta entrada es "Puente sobre calle Belgrano", un xilografía de Alberto Nicasio que muestra el arroyo La Cañada, ciudad de Córdoba, a principios de siglo XX. El encauzamiento de este arroyo, realizado en 1944, se convirtió en un ícono de la ciudad.
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