Tras
conocerse la noticia de que la obra se realizará, sostienen que no tienen
fundamento técnico y que el impacto social y ambiental devastará un ecosistema
"irreemplazable".
por Laura
Rocha
Una
coalición de ONG ambientalistas difundió ayer un duro mensaje al gobierno
nacional por la construcción de dos represas en el río Santa Cruz, que
financiará el gobierno chino. El reporte sostiene que es una
"irresponsabilidad por parte del Estado nacional" avanzar en el
proyecto sin conocer el impacto ambiental que tendrá y asegura que el complejo
hidroeléctrico no tiene una "justificación técnica"; que muestra
"déficits en materia de transparencia en la información" y que hay un
"impacto socio ambiental que compromete el ecosistema".
El
pronunciamiento impactó en la administración de Cambiemos ya que varios de los
referentes de esas organizaciones hoy son funcionarios como son los casos de
Diego Moreno (ex Fundación Vida Silvestre), Dolores Douverges (ex Fundación
Ambiente y Recursos Naturales) y Gonzalo Girolami (ex Greenpeace), actualmente
en el Ministerio de Ambiente; así como también Emiliano Ezcurra (ex Banco de
Bosques), hoy vicepresidente de Parques Nacionales y Juan Carlos Villalonga, de
Los Verdes y actual diputado nacional de Cambiemos. A las ONG mencionadas se
sumaron Aves Argentinas, Fundación Flora y Fauna Argentina y la Fundación
Naturaleza para el Futuro.
"Las
grandes represas no son consideradas energías renovables porque tienen un alto
impacto sobre el ambiente natural y una escasa vida útil por acumulación de
sedimentos, dejándolas inoperables. La Canciller Susana Malcorra manifestó que
el proyecto de las represas de Santa Cruz será menos ambicioso que lo
presupuestado, pero que se logrará. En esa línea, se informó que las represas
en cuestión pasarán de tener 11 a 8 turbinas, se reducirá el monto de la obra
de US$ 7600 millones a US$ 4000 millones, se aplazarán los tiempos de la misma
y que la provincia de Santa Cruz obtendrá un 12% de regalías por la energía
transportada al país, aunque el Estado Nacional mantendrá la propiedad de las
obras. Esto visibiliza que el proyecto hidroeléctrico responde meramente a
compromisos financieros con otra nación para evitar una eventual situación de
cross default, más que por genuinas prioridades energéticas y
ambientales", indica el mensaje enviado a la prensa.
"Un
complejo hidroeléctrico como éste convertiría al río Santa Cruz en grandes
embalses artificiales, devastando un ecosistema irremplazable como el área de
influencia del Parque Nacional Los Glaciares (declarado Patrimonio de la
Humanidad por la Unesco) que alberga los glaciares Perito Moreno y Upsala, y el
Parque Nacional Monte León. Asimismo, la confluencia y desembocadura de los
ríos Chico y Santa Cruz ha sido declarada como AICA (Área de Importancia para
la Conservación de las Aves). El sitio es clave como lugar de invernada para el
críticamente amenazado macá tobiano (Podiceps gallardoi), ave endémica de la
Argentina registrada sólo en la provincia de Santa Cruz y declarada Monumento
Natural Provincial", agregan los ambientalistas. Villalonga ayer twitteó
el comunicado y sostuvo: "El necesario desarrollo que necesita el país debe
ser compatibile con la naturaleza. El gran desafío por delante". Fue su
única declaración pública.
Las
ONG también critican el proceso de adjudicación y de estudios de impacto
ambiental y concluyen: "Hoy se desconocen los potenciales daños que las
represas podrían generar, incluso con el nuevo diseño. El indicar que por el
simple pase de 11 a 8 turbinas, se evitará que la potencia de las represas
impacte en el ambiente es, por lo menos, una irresponsabilidad del Estado
Nacional".
Fuente:
Fuente:
Laura Rocha, Represas en Santa Cruz: rechazo de una coalición de ONG ambientalistas, 06/05/16, La Nación.
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