La experta en catástrofes, Debarati Guha Sapir, alerta de que los desastres vinculados al clima van en aumento y no se hace lo suficiente para frenarlos. La institución que dirige ha fichado 12.000 catástrofes desde 1900. Destacan por su mortalidad los terremotos de China y Haití. Guha Sapir cree que los conflictos civiles como el de Siria son tan graves como las catástrofes naturales y "no se atajan con fronterias ni con vallas".
La profesora Debarati Guha-Sapir es la directora del Centro de Investigación sobre la Epidemiología de los Desastres (CRED), un instituto de referencia mundial en el estudio de las catástrofes y los conflictos bélicos. Ha venido hasta Madrid a participar este martes en el ciclo de conferencias "las crisis olvidadas" en La Casa Encendida, donde ha atendido a 20minutos.
¿Cuál es el patrón que siguen los desastres naturales a nivel global?
Los desastres naturales no están creciendo en números totales, pero sí están aumentando los que están relacionados con el clima, como inundaciones o grandes tormentas.
¿Influye la mano del hombre en los relacionados con el clima?
Por su puesto. Hoy en día las catástrofes naturales más comunes en Europa son las inundaciones. Su crecimiento es vertiginoso, son extremadamente frecuentes. Ahí están las recientes inundaciones en Francia, donde murieron unas 20 personas, una cifra altísima para tratarse de un país que no es pobre, ni falto de infraestructuras. El origen de las inundaciones tiene un claro factor humano, porque la mayoría ocurren en entornos urbanos y se deben a un exceso de cemento, que impide la correcta absorción del agua por parte de la tierra.
La institución que dirige registra las catástrofes desde 1900 ¿Cuántas hay en su base de datos?
Tenemos constancia de alrededor de 12.000 desastres naturales, y solo documentamos aquellas catástrofes que cumplen una serie de requisitos (como que hayan causado al menos diez muertos o cien heridos). Con anterioridad a 1960 las telecomunicaciones no eran todo lo buenas que son ahora, así que igual nos hemos perdido unas cuantas catástrofes, pero en los últimos 25 o 30 años hemos capturado el 100 % de los desastres en todo el planeta. Los más mortales son los terremotos. Es extraño y dramático, pero los terremotos son prácticamente los únicos fenómenos naturales en los que las víctimas que los sufren terminan muriendo en mayor número. Si la ayuda no llega a la zona afectada deprisa, los heridos de un terremoto se mueren, siempre. Cuando el acceso a la zona es difícil, como en Cachemira (Pakistán), o el Gobierno losimpide, los heridos se mueren.
¿Cuál ha sido el terremoto más mortal hasta la fecha?
Ha habido dos en los últimos años: el terremoto de Tangshan, en China en 1976, en el que murieron unas 250.000 personas en solo dos horas, y el ocurrido en Haiti en 2010, que causó casi 225.000 muertos.
Los movimientos sísimicos no se pueden predecir, pero ¿Hay catástrofes evitables?
Ni los terremotos, ni las erupciones volcánicas son predecibles. La mayoría de los fenómenos geológicos no lo son. Así que tenemos que trabajar con ellos una vez han ocurrido. Sin embargo, los desastres naturales relacionados con el clima sí permiten más margen de maniobra. Y no estamos haciendo lo suficiente para evitarlos. Las inundaciones, antes mencionadas, suponen el desastre natural más común ahora mismo en Europa y se da la circunstancia de que es también el fenómeno más evitable. Sin embargo, no estamos haciendo todo lo que podríamos y por eso sus efectos perversos no dejan de aumentar.
¿Un mayor compromiso con el cambio climático reduciría los desastres naturales?
(Asiente) Yo echo verdaderamente en falta un acercamiento al cambio climático desde una posición más de base. Creo que es ahí donde debemos de poner el foco. Tenemos que bajar a la calle -suena demagógico, pero es lo más pragmático- ir a la gente. Los países están situándose en unos debates estratosféricos, hablando de lo que va a ocurrir en los próximos cien años, pero la gente no está inspirada para tomar acciones ahora. Es importante encontrar soluciones y acciones encaminadas a cambiar algo en los próximos cinco o diez años. En tiempos de crisis económica y de recortes,
¿Cómo se aumenta la solidaridad de los países ricos en situaciones de emergencia?
Supone un reto enorme conseguir que la gente que está pasándolo mal aquí se solidarice y se sacrifique para ayudar a los que están sufriendo lejos. Por eso, creo que hay que dedicar todo el esfuerzo a aumentar la efectividad de cada euro donado. No necesariamente debemos aumentar las donaciones, aunque nos gustaría, hay que mejorar la efectividad de la ayuda.
¿Pecan de catastrofistas las ONG en sus campañas para conseguir donaciones cuando se produce un desastre?
Es una pregunta muy difícil de responder. En un sentido defiendo que si las organizaciones humanitarias quieren obtener medios para afrontar una emergencia, tienen que exagerar. Si no, no van a conseguir ayuda. Es comprensible. Sin embargo, conviene ser cauto porque si se exagera demasiado, la gente pierde interés. Si exageras muchas veces, a la primera vale, pero a la quinta los países donantes no te van a creer.
Cómo epidemióloga, ¿Encuentra muchas diferencias entre los efectos de una crisis natural y de una guerra como la de Siria?
Objetivamente nos encontramos con consecuencias muy similares en ambos casos. Movimientos forzosos de personas... Víctimas embarazadas, otros son muy mayores o recién nacidos que no van a poder ser vacunados. Falta de agua potable... Pero a diferencia de lo que ocurre cuando hay un terremoto, en una guerra civil la ayuda llega con más trabas por la dimensión política del conflicto. En el caso de Siria, prácticamente solo los que se marchan reciben la ayuda que necesitan y eso se convierte en un imán. Más gente sale, como puede, de Siria para recibir ayuda.
¿Qué debería hacer Europa ante el fenómeno de los refugiados?
Desde luego es una situación que no se arregla ni con presión en las fronteras, ni con vallas, como parece que se está intentando. Esto no es ninguna solución. Hay que actuar, es preciso hacerlo, en los países de origen. No hay otra solución.
Fuentes:
Amaya Larrañeta, "Los desastres naturales que más aumentan en Europa son las inundaciones y se pueden evitar", 13/10/15, 20minutos. Consultado 13/10/15.
La obra de arte que ilustra esta entrada es del artista Manuel Grasso, y fue inspirada en las inundaciones catastróficas de la ciudad italiana de Monterosso al Mare, en la región de Liguria, el 24 de octubre de 2011.
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