Las instalaciones finalmente se pusieron en marcha: procesan los desechos de seis localidades. En tanto, San Basilio y Malena comenzarán a enviarlos desde octubre. Otros municipios siguen evaluando costos.
Coronel Moldes. Transcurrieron dos años de inactividad hasta que finalmente la Planta de Tratamiento de Residuos de la Comunidad Regional del Departamento Río Cuarto comenzó a operar receptando la basura de varios pueblos de una amplia zona.
“Hemos comenzado a trabajar, la maquinaria responde perfectamente y, a medida que se vayan sumando poblaciones que traigan la basura acá, nos vamos a ir perfeccionando porque por ahora recién le estamos tomando la mano”, dijo el encargado Lucio Escudero.
En estas instalaciones se tiene previsto procesar los desechos urbanos de una docena de localidades y con el claro objetivo de terminar con los basurales a cielo abierto. Por ahora la planta trabaja con los desechos provenientes de los municipios de Chaján y Suco; además ahora se sumaron Sampacho, Coronel Moldes, San Basilio y Malena. En octubre, comenzará Las Vertientes y entre noviembre y diciembre Achiras y Bulnes.
La lentitud en la puesta en marcha de la planta se debió a varios factores, pero uno que sigue generando debate son los costos que deben afrontar los municipios para el traslado de los desechos. Las pequeñas comunidades aún no están convencidas de los beneficios de esta tarea.
Por estos días la planta ya está trabajando y son seis los operarios de Chaján que durante la semana se encargan de receptar y seleccionar los desechos, según sean para su enterramiento en “caramelos”, o bien para el reciclaje. También se incorporaron seis mujeres de Coronel Moldes que trabajarán en las instalaciones ubicadas a unos 5 kilómetros al norte de la ciudad.
“Están trayendo basura de todo tipo. Trabajamos en la separación de los materiales porque sinceramente lo que llega es impresionante. A mi entender va a haber que ir pensando en realizar la separación de residuos en los lugares de origen”, señaló el encargado.
Lucio Escudero supervisa la labor que se realiza en la gigantesca maquinaria. Por el lado sur los camiones descargan los residuos. Se acomodan los montículos con una pala hidráulica, esta se instala sobre una cinta elevadora. Dos operarios reciben los primeros desechos, se separan plásticos y cartones, otros lo hacen con los vidrios que salen desde lo alto por una ventana y se amontonan en otro espacio.
Mientras uno de los obreros compacta cartones con una prensa hidráulica, el mismo encargado de la sección manipula los comandos porque pronto otra cápsula estará en condiciones de ser extraída del complejo llena de residuos para su posterior enterramiento. Las fosas son gigantescas. Hay varios “caramelos” listos para ser enterrados y de este modo iniciar otro proceso.
Para el gerenciador Ricardo Reynoso, intendente de Chaján, el hecho de haber puesto en marcha todo este proceso ambiental ya es un paso trascendental. “Sampacho comenzó este martes, que junto con las ciudades de Moldes y Mackenna son las que más basura generan”.
Lucio Escudero insiste en la separación en origen por cuanto se ha evidenciado un resultado muy positivo en las localidades de Chaján y Suco, donde han avanzado mucho en lo que se refiere al mejoramiento del medio ambiente.
Reynoso recordó que en todo este tiempo se pudo lograr un buen equipamiento en base a lo entregado por el gobierno provincial. “Pero estamos gestionando un camión más que servirá para el traslado de residuos de La Cautiva y Vicuña Mackenna”.
Otras plantas
En el sur cordobés existen otras plantas de igual funcionamiento. La primera, en Laboulaye, que fue a su vez también pionera en el tratamiento de la basura en el sur cordobés.
Le sigue Huinca Renancó, donde en el último mes surgió la preocupación sobre cómo sustentar el funcionamiento de las instalaciones.
Actualmente, las localidades que depositan sus residuos en la planta de Huinca son las que sostienen económicamente el funcionamiento, lo que les significa un gasto mensual de aproximadamente 180 mil pesos.
Los aportes de cada localidad para cubrir esta erogación van en proporción al porcentaje de habitantes y de coparticipación que reciben desde la Provincia. Sin embargo, por la situación económica de los municipios, en ocasiones se les hace difícil cumplir con este compromiso, más aún si se aplica el aumento demandado por la cooperativa que opera el funcionamiento de la planta.
Fuente:
A dos años de inaugurada, se puso en marcha la planta de residuos de Moldes, 02/09/15, El Puntal de Río Cuarto.
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