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Daños por la crecida en Río Ceballos, Córdoba, febrero de 2015. Foto: Colectivo Manifiesto |
por
Ramesh Jaura
Sendai,
Japón. La Tercera Conferencia Mundial sobre la Reducción
del Riesgo de Desastres concluyó el miércoles 18 en esta ciudad de Japón luego
de que los representantes de 187 Estados miembros de la ONU acordaron un nuevo
marco para reducir en los próximos 15 años la mortalidad y las pérdidas
económicas producidas por este tipo de fenómenos.
Pero
está por verse si la adopción del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo
de Desastres representa una nueva era, en cumplimiento de las expectativas del
secretario general de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), Ban
Ki-moon, cuando declaró en la jornada inaugural de la conferencia de alto nivel
el día 14, que “la sostenibilidad comienza en Sendai”.
Margareta
Wahlström, representante especial del secretario general de la ONU para la
Reducción del Riesgo de Desastres y directora de la Oficina de las NacionesUnidas para la Reducción del Riesgo de Desastres, hizo hincapié en que el marco
acordado “abre un nuevo e importante capítulo en el desarrollo sostenible, ya
que esboza objetivos claros y prioridades de acción que conducirán a una
reducción sustancial de los riesgos de desastre y las pérdidas en vidas, medios
de vida y la salud”.
Pero
advirtió el miércoles que la aplicación del nuevo marco “requiere un fuerte
compromiso y liderazgo político y será vital para el logro de futuros acuerdos
sobre los objetivos de desarrollo sostenible”, en septiembre, “y el clima”, en
diciembre en París.
El
nuevo marco señala siete metas mundiales y cuatro prioridades para los próximos
15 años.
Las
metas mundiales son la reducción sustancial de la mortalidad mundial producida
por los desastres, del número de personas afectadas, de las pérdidas económicas
en relación con el producto interno bruto mundial, de los daños a la
infraestructura fundamental y la interrupción de los servicios básicos,
incluidos los servicios de salud y educación, así como el aumento en el número
de países con estrategias nacionales y locales para la reducción del riesgo de
desastres para el año 2020.
También
incluyen una mayor cooperación internacional y un mayor acceso a los sistemas
de alerta temprana, así como más información y evaluaciones sobre el riesgo de
desastres.
Las
cuatro prioridades de acción son una mejor comprensión del riesgo, una gestión
fortalecida del riesgo con más inversión, una preparación más eficaz ante los
desastres y la incorporación del principio de “reconstrucción mejorada” a la
recuperación, la rehabilitación y la reconstrucción.
A
continuación, fragmentos de una entrevista que IPS le realizó a Wahlström
durante la conferencia.
IPS:
¿Cree que esta conferencia aportará soluciones para reducir el riesgo de
desastres?
Margareta Wahlstöm: La conferencia y la experiencia colectiva tienen todas las
soluciones. Ese no es nuestro problema… sino tener un argumento convincente
para aplicar el conocimiento que ya tenemos. Tiene que ver con las personas,
con la sociedad, con las empresas, etc. No hay que simplificar la agenda,
porque es bastante compleja.
Si
en verdad se quiere reducir los riesgos de forma sostenible, hay que mirar a
muchos sectores diferentes, y no de forma individual, sino que deben trabajar
juntos… ha habido un gran progreso en estos 10 años.
Uno
de los umbrales críticos que hay que cruzar es pasar del desastre a la
comprensión del riesgo. Creo que todos podemos entender el desastre
superficialmente, pero no es eso lo que en verdad reducirá al riesgo en el
futuro. Lo que lo reducirá… es si entendemos los riesgos, no solo un riesgo,
sino varios riesgos actuando en conjunción para debilitar a la sociedad.
De
eso se trata esta conferencia. Por más que se trata de negociar un documento,
de sentar ahora las bases para el trabajo de las próximas décadas, también se
trata de personas que aprenden muy rápidamente unas de otras, dejándose
inspirar.
IPS:
Una cuestión importante es la resiliencia o capacidad de recuperación. Los
pobres y vulnerables siempre la han tenido, pero para fortalecerla hace falta
dinero y tecnología. ¿Serán posibles gracias a esta conferencia?
MW:
No solo debido a la conferencia. En todo caso, la conferencia plantea las
prioridades, mejora la comprensión de la integración necesaria de la
planificación… la experiencia histórica demuestra que la piedra fundacional clave de la resiliencia es
el desarrollo social y económico. La gente tiene que estar sana, bien educada,
tener opciones, empleos. Con eso, por supuesto… vienen riesgos nuevos.
Creo
que la tecnología ya está. El problema… es su disponibilidad, que puede ser un
problema de dinero, pero también una cuestión de la capacidad sobre el uso de
la tecnología. Lo cual, para muchos países y personas, es realmente un
problema. Tenemos que mirarnos a nosotros mismos. La tecnología evoluciona más
rápidamente que la capacidad de las personas para usarla.
Los
recursos financieros para adquirirla pueden ser definitivamente una limitación,
pero una… aun mayor en muchos casos es la capacidad. Si piensa en el dinero en
términos de las inversiones propias del gobierno, que es la más importante,
creo que vamos a ver un aumento, así como de la comprensión de lo que implica
generar resiliencia, que significa infraestructura sensible al riesgo,
agricultura sensible al riesgo, sistemas de gestión del agua. No es una
cuestión independiente.
Creo
que la inversión crecerá. Inversión para las personas, para el lado social de
la resiliencia, en particular, el enfoque en las personas más pobres, requerirá
una decisión de corte más clara de la dirección política, que muy probablemente
tendrá la ayuda, con suerte más adelante este año, del acuerdo sobre la agenda
de desarrollo universal post 2015. Eso… ayudará a concentrarse en lo que hay
que hacer para continuar con… la reducción de la pobreza.
IPS:
¿Cree que el tema de la ayuda oficial al desarrollo (AOD) tiene relevancia en
estos días?
MW:
En términos de su tamaño y escala, probablemente no, en comparación con la
inversión directa extranjera, el crecimiento del sector privado. Pero por
supuesto que tiene un importante valor simbólico enorme, y valor político, como
expresión concreta de la solidaridad.
No
obstante, para ser muy, muy justa, aún hay muchos países que dependen en gran
medida de la AOD, que 30 a 40 por ciento de su PIB se basa en la AOD de una
forma u otra. Lo que probablemente no sea muy sano en cuanto a sus opciones
políticas…, pero esa es la realidad económica actual. En verdad la necesidad de
desarrollo económico, el tipo de inversiones que estimulen el propio crecimiento
económico de los países, el crecimiento de la gente, debe seguir siendo una
prioridad fundamental.
Por
eso creo que se ve, tanto en el debate de los Objetivos de Desarrollo
Sostenible y en esta discusión, un fuerte énfasis en la base de recursos nacionales
como el cimiento, incluso para la cooperación internacional.
Josh Butler transcribió esta entrevista. Si
desea ver la entrevista completa (disponible en inglés), pulse aquí.
Editado
por Kitty Stapp / Traducido por Álvaro Queiruga
Fuente:
Ramesh Jaura, “La clave para prevenir los desastres es entenderlos”, 19/03/15, Inter Press Service.
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