miércoles, 8 de octubre de 2014

Investigación local sobre agroquímicos fue receptada por el Gobierno nacional

Es un trabajo del grupo Gema, de la Universidad Nacional de Río Cuarto, y detalla los daños genéticos provocados en humanos y animales por la exposición al glifosato y otros químicos utilizados en cultivos.

El trabajo de investigación del Grupo Gema, de la Universidad Nacional de Río Cuarto, fue receptado por el Gobierno nacional. Luego de tomar estado público, el propio Jefe de Gabinete de Ministros, Jorge Capitanich, fue consultado por la prensa acerca de los resultados de esos estudios, que dan cuenta de los daños genéticos, malformaciones y enfermedades que produce la exposición al glifosato y otros agroquímicos empleados en los cultivos. En su habitual rueda de prensa, el funcionario se comprometió además a trasladar la información al ministro de Salud, Juan Manzur.

El trabajo de investigación del Grupo de Genética y Mutagénesis Ambiental (Gema), de la Universidad Nacional de Río Cuarto, adquirió notoriedad pública en los últimos días, luego de publicarse algunos de sus principales resultados en un matutino con tirada en todo el país. Ese equipo está dirigido por los biólogos Fernando Mañas y Delia Aiassa.

El estudio concluye que la exposición a determinados agroquímicos (glifosato, atrazina y clorpirifós) puede provocar daños genéticos y aumenta las probabilidades de contraer cáncer, sufrir abortos espontáneos y nacimientos con malformaciones.

Además, el propio jefe de Gabinete del Gobierno nacional, Jorge Capitanich, fue consultado ayer por los periodistas acerca de si estaba al tanto de las alarmantes conclusiones a las que llegó el equipo de investigación de la Universidad.

Tiempo atrás, uno de los trabajos de investigación del grupo Gema fue publicado en una revista científica holandesa. "La genotoxicidad del glifosato evaluada por el ensayo cometa y pruebas citogenéticas" (tal su título) fue publicada en la revista científica de Toxicología Ambiental y Farmacología de Holanda.

En rigor de verdad, los avances del estudio fueron incluidos ya en decenas de publicaciones científicas, la mayoría de ellas de carácter internacional.

A Manzur
En ese contexto, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, fue consultado ayer sobre el estudio de la Universidad Nacional de Río Cuarto que da cuenta del impacto negativo del glifosato en la población y fue en ese marco que informó que le trasmitiría la inquietud al ministro de Salud, Juan Manzur. Más allá de esto, señaló que existen múltiples estudios y un marco regulatorio sobre el impacto ambiental de los agrotóxicos en la producción agrícola, principalmente en las explotaciones que practican fumigaciones aéreas.

“Este estudio es importante para la prevención”

Luego de que sus estudios cobraran notoriedad a nivel nacional, este diario entrevistó a los doctores en biología Delia Aiassa y Fernando Mañas, del grupo de investigación de Genética y Mutagénesis Ambiental de la Universidad Nacional de Río Cuarto, quienes vieron con agrado la difusión de su trabajo, dado que puede ayudar a establecer regulaciones preventivas para preservar la salud de los posibles daños genéticos que supone la exposición directa o indirecta a los químicos. 

- ¿La notoriedad de su trabajo es un respaldo, un reconocimiento a las investigaciones que llevan a cabo?
- Nosotros entendemos como respaldo a nuestras investigaciones el que recibimos fundamentalmente de aquellas personas directa o indirectamente afectadas por las pulverizaciones, las instituciones que subsidian nuestra investigación, así como por las organizaciones que trabajan diariamente para que las voces de los afectados sean escuchadas, y por todos aquellos para quienes nuestro humilde trabajo puede significar un aporte que ayude a visibilizar los problemas que deben afrontar por la sencilla razón de residir en zonas en las que, aunque no deberían, llegan constantemente cantidades variables de plaguicidas. El hecho de que esporádicamente se haga mención de nuestro trabajo, como el de muchos otros investigadores que en distintas partes del país estudian otros efectos de los plaguicidas, en distintos medios de comunicación, ha sido útil para divulgar algunos aspectos de esta problemática, pero lo cierto es que en materia de regulaciones aún queda mucho por hacer y eso no se ha resuelto con la divulgación. 

- ¿Qué expectativas abre desde el punto de vista de la propia investigación y si hay posibilidad de que se tengan en cuenta para establecer regulaciones?
- En cuanto a la investigación en sí misma, vamos a seguir trabajando como lo venimos haciendo desde hace casi diez años, con dificultades, y por lo tanto con mucho esfuerzo también. Por supuesto, si continuamos nuestras tareas en la misma dirección, es porque consideramos que en algún momento los resultados obtenidos podrán ser de utilidad a la hora de generar nuevas y mejores regulaciones, que dejen de tener como única variable a tener en cuenta el aspecto netamente productivo, y puedan incluir entre sus consideraciones aquellos aspectos que hace a la calidad de vida de todas las personas y del ambiente mismo. Es imprescindible para ello que se dejen de lado los intereses sectoriales, y se tomen las medidas necesarias para poner en marcha proyectos de monitoreo que incluyan la cuantificación de los niveles de plaguicidas que llegan a los centros urbanos, así como los niveles de residuos de estas sustancias químicas presentes en los alimentos; y por supuesto, estudios que determinen los efectos biológicos que estos compuestos están generando en la salud humana y ambiental. Este tipo de estudio es importante porque constituye la base para integrar una correcta vigilancia médica, que permita evaluar el riesgo potencial de exposiciones ocupacionales y/o ambientales que ayude a seguir los pasos adecuados para identificar el riesgo genético de manera preventiva.

- ¿Qué es lo que queda por delante en este campo de investigación?
- El daño al genoma humano es probablemente la causa más importante y fundamental de enfermedades neurodegenerativas, problemas reproductivos y del desarrollo. Está bien establecido que el daño genómico está producido por exposición ambiental a sustancias químicas entre otros factores. De aquí que surge la necesidad de realizar estudios con una visión integral, con especial énfasis en aquellas poblaciones etarias más vulnerables.

Entrada relacionada:
Daño genético y glifosato
Fuentes:
Investigación local sobre agroquímicos fue receptada por el Gobierno nacional, 08/10/14, El Puntal de Río Cuarto.
“Este estudio es importante para la prevención”, 08/10/14, El Puntal de Río Cuarto.

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