De la localidad del sudeste cordobés están extrayendo con bombas nueve millones de litros de agua por hora. La inundación se originó por las lluvias que los campos ya no retienen y derivan hacia un arroyo que desbordó. Ayer había 20 familias evacuadas.
Tenemos tres bombas de extracción en marcha, que sacan del pueblo tres millones de litros de agua por hora cada una. Eso da una idea del volumen enorme de agua que nos ha invadido”. Con esa descripción, Eliberto Favalli, intendente de Idiazábal, trataba ayer de dimensionar la complicada situación que atraviesa esa localidad del sudeste provincial, que desde el domingo tiene todas sus calles anegadas.
Idiazábal se ha sumado a la lista de localidades cordobesas afectadas por inundaciones o crecidas de ríos en las últimas semanas. El sábado último llovieron 100 milímetros en esa zona, los que sumados a las repetidas precipitaciones anteriores, terminaron de saturar los campos de la región y provocaron el desborde del arroyo San José, que atraviesa este pueblo de 1.700 habitantes, ubicado a 62 kilómetros de Bell Ville, en el departamento Unión.
El intendente Favalli precisó a La Voz del Interior que la totalidad de las calles están anegadas por el agua, y en unas 20 viviendas ingresó agua al interior. “A esas 20 familias se les cortó el servicio de energía y están evacuadas, en casas de conocidos o en un salón municipal disponible”, señaló.
Ayer, en el pueblo se percibía que el agua había empezado a descender, aunque la nueva lluvia registrada sumaba alguna incógnita.
No es por el río
Idiazábal no está ubicada sobre el río Ctalamochita, por lo que no fue la crecida de su cauce la generadora de sus problemas, como sí ocurre en sus vecinas Ballesteros y Bell Ville. En este caso, el problema de excesos hídricos se debe a la deriva del agua que los campos ya no retienen y al desborde del arroyo que las conduce.
El pueblo, como otros de la región, ya venía con inconvenientes desde que, al comenzar febrero, las lluvias dominan la escena. Pero la situación se agravó el domingo.
En el pueblo se formó un Grupo Operativo de Emergencia, entre municipio, policía y bomberos. Favalli citó que están recibiendo apoyo de bomberos y municipios de localidades de la región y que Desarrollo Social de la Provincia ya envió ayuda para las familias más perjudicadas.
Recursos Hídricos aportó las bombas de extracción y envió técnicos para analizar las medidas ante la emergencia.
El alto nivel de las napas freáticas es un problema histórico también en Idiazábal, que complica el cuadro, porque el agua que cae o la que se mueve por la zona no puede ser retenida al estar las napas casi al nivel de la superficie ya.
En la zona rural cercana hay numerosos campos inundados, como en los alrededores de Bell Ville, Ballesteros y de otras localidades del sudeste de la provincia.
En Villa María
Con el río Ctalamochita ya mucho más bajo, aunque con notorio más nivel que el habitual, en Villa María y Villa Nueva siguen las tareas de recuperación de los sectores más dañados por la creciente. Sobre todo, se acentúan los trabajos de reparación de calles que quedaron destrozadas en los barrios más perjudicados.
Mario Valente, presidente de la Cooperativa 15 de Mayo, concesionaria del servicio de agua en Villa María, aseguró que no hubo mayores problemas con la red, salvo la inundación de un pozo de extracción en barrio Vista Verde. “Con las cloacas todavía no sabemos; cuando baje toda el agua lo veremos. Estimamos que no debería haber mayores problemas”, dijo.
El lago San Roque, hoy
El lago San Roque, en Punilla, seguía superando ayer el nivel de su vertedero, por nueve centímetros. El domingo había llegado al máximo de crecida, con 90 centímetros por arriba de su embudo.
El dique La Quebrada, en Sierras Chicas, subió y está a 3,16 de su vertedero.
Fuente:
Idiazábal, otro pueblo que el agua invadió, 19/03/14, La Voz del Interior. Consultado 19/03/14.
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