Fue inaugurado hace un año para tratar la basura de toda la
región. Costó 20 millones de pesos. Intendentes afirman que funciona bien, pero
grupos opositores aseguran que el proceso prometido no se cumple y que su
ubicación implica riesgos.
Hace un año que un vertedero regional, que le costó a la
Provincia casi 20 millones de pesos, recibe para su tratamiento los residuos
que genera todo el valle de Calamuchita.
Para la Comunidad Regional que integran los intendentes de
la región, el sistema funciona y permitió erradicar los basurales a cielo
abierto. Para los grupos que se opusieron, sobre todo al lugar de su
localización, la planta no cumple lo prometido y denuncian, además, que las
recientes lluvias y crecientes demostraron que está sobre un área inundable.
“Es un megabasural a
cielo
abierto”, insistió Jorge Salgado, integrante del Grupo de Vecinos
Autoconvocados, que siempre rechazó el proyecto de la planta construida en
Cañada Grande (paraje cercano a Santa Rosa).
“A 15 meses de inaugurada, nunca funcionó como habían
anunciado. La separación no se está haciendo, los camiones descargan
directamente en la cava y desparraman un poco de tierra arriba y los líquidos
lixiviados se tiran a la calle”, detalló Salgado.
El sistema prometía separar la basura para reciclar todo lo
posible y enterrar el resto en una fosa impermeabilizada, pero previo enfardado
hermético y tratamiento de líquidos lixiviados. La planta está concesionada
para su operación a una empresa privada.
“Es muy poco lo que se está haciendo de separación”, dicen
los vecinos movilizados contra el proyecto, que insisten en que sería ilegal
que esté en marcha porque “rige una medida cautelar, dictada por la Justicia,
que impedía en estas condiciones su funcionamiento”.
Ese grupo presentó días atrás imágenes que mostraban gran
cantidad de residuos dispersos y animales entre los mismos. Días atrás, a un
fotógrafo de este diario no se le permitió el ingreso al predio.
“Lo más lamentable es el riesgo que existe por arrojar los
líquidos que deja la basura, que con las lluvias se lleva el agua al río Santa
Rosa, y de ahí al Embalse”, citó Salgado.
“No ha aportado ninguna solución, sino que generó un basural
a cielo abierto más”, añadió.
Ese grupo, con base en planteos de entidades ecologistas,
defiende la idea de que cada municipio reduzca y trate por su cuenta sus
residuos.
“Funciona bien”
Por su parte, Federico Alesandri, intendente de Embalse,
aseguró en cambio que la planta “funciona bien”, y dijo que quienes la
cuestionan “tienen una gran confusión”.
“Estoy monitoreando permanentemente el funcionamiento. Es un
sistema que, en condiciones óptimas, prevé la separación de residuos, embalar
lo que no se puede reciclar y colocarlo en fosas. Pero cuando surge algún
inconveniente en el sistema, que es mecánico y puede fallar, prevé el
enterramiento en la fosa de acuerdo a las condiciones que rigen en todos los
enterramientos provinciales controlados, es decir con membrana y cubierto de
tierra”, aclaró, sobre los días en que no toda la basura es enfardada antes de
ser enterrada.
En tanto, el intendente Alesandri aclaró que está previsto
colocar más alambrado para evitar el ingreso de animales de campos vecinos.
Cada municipio adherente se debe hacer cargo de enviar al
predio sus residuos. El costo del transporte es uno de los dilemas que
enfrentan.
Santa Rosa, planta propia
En tanto, la Municipalidad de Santa Rosa decidió construir
su planta propia para tratar su basura, con fondos que le aportó el Gobierno
nacional.
De todas maneras, por ahora, está llevando también desechos
al de Cañada Grande. Ese municipio lanzó una campaña para la separación
domiciliaria y asegura que la planta ya funciona aunque resten trabajos y
promete que pronto cerrará el vigente basural a cielo abierto, que suele ser
foco frecuente de incendios.
Pero sus críticos sostienen que esta planta local no tiene
escala suficiente para gestionar los residuos de forma individual.
Fuente:
El vertedero de residuos genera polémica, 24/03/14, La Voz del Interior.
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