lunes, 27 de enero de 2014

Agua turbia: a pesar del aspecto, es apta para consumo

La Voz del Interior hizo analizar muestras de agua turbia provista por vecinos. No hay peligro para la salud, aunque, por el aspecto y según la legislación, podría considerarse que no es potable.

por Lucas Viano

Primero sintieron un olor fuera de lo común. Luego, un aspecto desagradable. Mugre flotando en agua marrón. Al principio, algunos vecinos la tomaban, luego optaron por comprar botellas. Tenían miedo de que pusiera en riesgo su salud y la de sus hijos.

Más allá de aspectos legales, la duda se ha esclarecido. La Voz del Interior analizó muestras del agua turbia que Aguas Cordobesas distribuyó a inicio de año. Los estudios demuestran que no hay riesgo para la salud. “El agua es apta para el consumo”, aseguró Analía Llinares, coordinadora del Área de Agua y Efluentes del Centro de Química Aplicada (Cequimap) de la Universidad Nacional de Córdoba. A pedido del diario, este laboratorio analizó cuatro muestras. Se evaluaron aspectos físico-químicos. Se determinó que no es agua contaminada que represente un riesgo directo para la salud, según los parámetros de calidad de la legislación nacional.

No se pudieron analizar variables microbiológicas porque las muestras no estaban acondicionadas para ello. No obstante, especialistas consultados aseguraron que resulta improbable que esa agua estuviera contaminada con bacterias, virus o parásitos pues eso hubiera significado un importante aumento de gente con problemas gastrointestinales.

Las muestras fueron tomadas por los vecinos como indica el protocolo. Se dejó correr un tiempo y luego se tomó la muestra de una canilla directa de la red, sin ingresar al tanque domiciliario. Los sitios de muestra fueron los barrios Parque Liceo, Villa Rivera Indarte, Pueyrredón y San Martín, provistos por Aguas Cordobesas.

Entre las sustancias analizadas que tienen acción directa sobre la salud de la población, variables como nitratos, nitritos, fluoruro y arsénico estuvieron en valores normales.

“En una muestra, el arsénico da más alto que lo que regula el Código Alimentario Argentino (CAA), pero hay que tener en cuenta que este parámetro es diferente para la provincia. En ese caso está por debajo del valor máximo”, indicó Llinares.

Arsénico. Es un químico asociado al cáncer. En Córdoba está presente de manera natural en aguas subterráneas. En el dique San Roque puede deberse a la alta contaminación del lago. La muestra de Rivera Indarte tenía 0,06 miligramo por litro de agua (mg/l). El CAA fija como máximo 0,01 mg/l; y para la norma provincial el límite es 0,1 mg/l.

Amonio. Otro valor alto fue el de amonio. La legislación provincial no fija un tope máximo. No obstante, si se toma en cuenta el CAA, tres muestras (Parque Liceo, Villa Rivera Indarte y Pueyrredón) tenían exceso de esta sustancia. Sobre el amonio en agua, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aclara que el olfato humano comienza a detectarlo a una concentración de 1,5 miligramo por litro de agua (mg/l).

El valor más alto detectado en las muestras cordobesas fue de 0,38 mg/l. La OMS agrega que aun en concentraciones de hasta 35 mg/l “no tienen repercusión directa sobre la salud”.

Turbidez. Sin dudas es el valor más alto registrado en las muestras. Los índices fueron: 17,8 para Parque Liceo; 6,6 en Villa Rivera Indarte; 4 en Pueyrredón y 1 en San Martín.

Las tres primeras excedieron el tope fijado por la CAA y por la reglamentación provincial. La primera norma lo fija en 3, mientras que para la provincia el límite tolerable es 2.

La turbidez en el agua de consumo está causada por la presencia de partículas de materia, que pueden proceder del agua de origen, de un tratamiento inadecuado o debido a la resuspensión de sedimentos en el sistema de distribución. Es una variable que analiza un aspecto organoléptico del agua, esto es, vinculado a aspectos sensoriales que determinan la aceptabilidad por parte de los usuarios. No es un factor directamente vinculado a la salud. No obstante, la OMS indica que una turbidez alta puede proteger a los microorganismos de los efectos de la desinfección y pueden estimular la proliferación de bacterias.

Llinares entiende que la turbidez y el material suspendido que tenían las muestras de agua puede ser tierra proveniente del agua cruda que no pudo eliminarse debido a un tratamiento apresurado.

¿Es potable?
Lo concreto es que esta variable superó ampliamente los límites máximos fijados por normativas nacional y provincial. Entonces, ¿es agua potable?

El CAA dice que se entiende por agua potable “la que es apta para la alimentación y uso doméstico: no deberá contener sustancias o cuerpos extraños de origen biológico, orgánico, inorgánico o radiactivo en tenores tales que la hagan peligrosa para la salud”. Hasta allí, perfecto.

Pero luego agrega: “Deberá presentar sabor agradable y ser prácticamente incolora, inodora, límpida y transparente”. A simple vista y luego de los análisis, las muestras tomadas por La Voz del Interior no cumplen con este requisito.

Para los vecinos, el agua no es potable. Tan es así que decidieron no tomar esa agua. “Por los análisis, el agua es apta para consumo. No está contaminada. Como usuario, yo no tomaría esa agua”, asegura Llinares.

Para Jorge González, ingeniero especialista en agua y obras hídricas, el agua no es potable. “Los análisis no muestran problemas sanitarios graves, pero el agua no es potable. Hay parámetros llamados ‘estéticos’ como color, turbidez, olor y sabor, que si bien no tienen efecto directo sobre la salud, pueden hacer el agua imposible de beber”, explica.

Para González, no existe agua a medio potabilizar. “Es potable cuando cumple con todos los parámetros del CAA y estas muestras no los cumplen”, asegura.

Los vecinos ya no toman de la canilla

Para algunos cordobeses de ciertos barrios, lo que sucedió a fin de año con el agua turbia los marcó.

Decidieron consumir agua envasada. “Estuve por lo menos dos semanas con el agua turbia. La primera no estaba tan fea, entonces tomamos agua de la canilla. Le sentimos gusto feo, como sabor a tierra, pero no nos fijamos que estaba tan mala”, dice Laura Calderón, vecina de barrio Parque Liceo.

Esta madre de cuatro hijos se dio cuenta de que el agua tenía mugre suspendida a la segunda semana.

“Comenzó a salir peor. Uno de mis hijos anduvo con dolor de estómago, no sé si por culpa del agua. Decidí comprar agua en bidones. Gastamos 12 litros por día, como 50 pesos”, asegura.

Y agrega: “Es la primera vez que viene tan mala, pero siempre hay problemas. O tiene sabor a cloro o tiene sabor a tierra. Para mí, no es potable. Ni siquiera alcanza con hervirla”.

A principios de enero, Laura ofreció una muestra de agua de su hogar para que La Voz del Interior la analice.

”Ya no tomamos más agua de la canilla”, dice Marcelo Zanazzi, vecino de Villa Rivera Indarte y que también ofreció agua de su casa para el análisis. Trabaja en la construcción, está casado y tiene cuatro hijos. “Fueron dos semanas en que salió muy mal. Tenemos un filtro que cambiamos cada dos o tres meses. A principios de año lo cambiamos a las dos semanas. Estaba negro”, cuenta. Su familia consumió esta agua de red filtrada por dos años, pero ahora no se animan ni siquiera a eso. “Por las dudas, compramos bidones de agua. Nunca tomaría agua de red sin filtrarla”, confiesa.

Cómo se hizo
Las muestras fueron tomadas por los vecinos como indica el protocolo. Se dejó correr el agua un tiempo y luego se tomó la muestra de una canilla conectada directa­mente a la red, sin entrar al tanque domiciliario. Fue analizada por el Cequimap, de la UNC.

“Se considera y analiza cada caso particular”

Para Aguas Cordobesas, los procesos utilizados garantizan la calidad del producto que brindan.

El contrato de concesión de Aguas Cordobesas, que está a su vez basado en las ‘Normas provinciales de calidad y control de aguas para bebidas’ (Resolución Dipas 608/93), establece una meta de turbiedad de 1,5 NTU el 95 % del tiempo a la salida de las plantas potabilizadoras. Eso es así porque se entiende que en la operación de redes pueden producirse situaciones de turbiedad, en particular cuando se realizan maniobras de red o cuando existen cambios en la dirección o la velocidad en el flujo de agua”.

Esta es parte de la respuesta que comunicó Aguas Cordobesas tras ser consultada acerca del resultado de los análisis del agua realizados por La Voz del Interior.

Y explica que “cuando se realiza una reparación, ocurre la parada de una estación de bombeo o un corte total de suministro prolongado en el tiempo, pueden producirse situaciones puntuales de turbiedad. La recomendación general que realizamos a los clientes de las zonas afectadas es dejar correr el agua por algunos segundos hasta que retoma el color habitual”.

Señala también que “cuando esto ocurre, además, se toman muestras y analizan según un protocolo de análisis establecido a tal fin para confirmar que el agua es apta para consumo humano”.

Específicamente respecto de las muestras que hizo analizar este diario, expresan: “No conocemos cuál fue el punto de muestra ni la fecha y hora en que fue tomada”.

Con ello explican: “Para establecer nuestra afirmación de potabilidad o aptitud para consumo humano se considera y analiza cada caso en particular (...) ante cada una de las solicitudes hechas por nuestros clientes”.

Por último la empresa da su garantía “de que tanto los procesos de producción como de control del producto en plantas y redes son suficientes y probados para garantizar la calidad del producto”.

Sanción por cortes

Diciembre. El Ente Regulador de Servicios Públicos (Ersep) ordenó a Aguas Cordobesas y a Epec la compensación y el resarcimiento económico a los usuarios que sufrieron cortes entre el 23 y 26 de diciembre.

Cómo. Deberán resarcir teniendo en cuenta un monto equivalente al de la factura que le correspondería abonar al reclamante en diciembre de 2013. Hay tiempo para efectuar el reclamo hasta el 28 de febrero de 2014.

La empresa aún no pagó una multa de 2010

En noviembre de 2010, el Ersep multó a la empresa por distribuir agua turbia. El expediente está en la Justicia.

Ahora está en el Tribunal Superior de Justicia de Córdoba.

“Una de las características del agua potable es que sea transparente, incolora e insípida. Si estas características se ven alteradas, se condiciona la aptitud para ser consumida como elemento esencial para la salud humana”, opina Juan Pablo Quinteros, vocal por el Frente Cívico en el Ente Regulador de Servicios Públicos de Córdoba (Ersep).

El contrato de concesión estipula una sanción si se detectan problemas de olor, sabor y color aunque no se ponga en riesgo la salud. El monto es de unos 380 mil pesos, según Quinteros.

En noviembre de 2010, varios vecinos denunciaron una situación similar a la de diciembre de 2013 y principios de este año.

El Ersep resolvió multar a la empresa, luego de que los análisis determinaran que no se cumplía con los parámetros requeridos de calidad.

Apelación

La multa todavía no fue pagada ya que Aguas Cordobesas recurrió la medida en el ámbito administrativo y luego judicial. Ahora el caso debe decidirlo el Tribunal Superior de Justicia de Córdoba.

“El monto de la multa es irrisorio para un empresa que recauda casi 300 millones de pesos al año. Pero recurren la medida porque no quieren dejar el precedente de una sanción”, opina Quinteros.

El vocal del Ersep asegura que inició otro expediente similar con lo sucedido en 2013 y este año, pero la resolución se demora debido al receso administrativo que rige en la Provincia.

Fuentes:
Lucas Viano, Agua turbia: a pesar del aspecto, es apta para consumo, 26/01/14, La Voz del Interior. Consultado 27/01/14.
Los vecinos ya no toman de la canilla, 26/01/14, La Voz del Interior. Consultado 27/01/14.
“Se considera y analiza cada caso particular”, 26/01/14, La Voz del Interior. Consultado 27/01/14.
La empresa aún no pagó una multa de 2010, 26/01/14, La Voz del Interior. Consultado 27/01/14.

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