El tifón en Filipinas marca el encuentro mundial sobre cambio climático; el delegado filipino no comerá en solidaridad con su pueblo.
Con tres minutos de silencio en recuerdo a los más de 10.000 muertos que dejó el paso del tifón Haiyán por Filipinas, Naciones Unidas inauguró hoy la nueva Cumbre Mundial sobre Cambio Climático (COP19), marcada por las dramáticas consecuencias del calentamiento global.
"Ahora comenzamos a experimentar los efectos del cambio climático", advirtió la secretaria general de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Christiana Figueras, quien al igual que el resto de mandatarios y delegados tuvo palabras de recuerdo y solidaridad con el país asiático durante las sesiones que se llevan a cabo en el Estadio Nacional de Varsovia.
"Las próximas generaciones librarán una batalla inmensa y lo que se ventila aquí, en este estadio, no es un juego. No hay dos equipos, sino la totalidad de la humanidad. No hay ni ganadores ni perdedores. O todos ganamos o todos perdemos", advirtió la responsable del clima de Naciones Unidas.
Reflejo de un drama
Más dramático fue el discurso que brindó el delegado de Filipinas, Naderev Sano, al recordar que dos días antes estaba recogiendo muertos con sus propios brazos en su ciudad natal después del devastador paso del tifón con grado de fuerza 5.
"Paren esta locura. Mi país se niega a aceptar que hagan falta 30 ó 40 conferencias sobre clima para solucionar el problema del cambio climático. Nos negamos a aceptar que nuestra vida transcurra en un huir de las tormentas monzónicas, poner a recaudo a nuestras familias, sufrir destrucción y necesidad y tener que contar a nuestros muertos", aseguró el diplomático filipino.
"Paren esta locura. Mi país se niega a aceptar que hagan falta 30 ó 40 conferencias sobre clima para solucionar el problema del cambio climático. Nos negamos a aceptar que nuestra vida transcurra en un huir de las tormentas monzónicas, poner a recaudo a nuestras familias, sufrir destrucción y necesidad y tener que contar a nuestros muertos", aseguró el diplomático filipino.
Y recordando que además de los muertos, el paso del tifón Haiyán dejó a miles de personas hambrientas, agregó: "Voluntariamente dejaré de ingerir alimentos durante la conferencia hasta que haya un resultado significativo a la vista".
Sano precisó que Filipinas es el segundo país más vulnerable por el cambio climático con 22 tifones anuales de media, algo insostenible que genera constantes daños imposibles de pagar, por lo que pidió "justicia climatológica" para su país.
"Podemos tomar acciones drásticas ahora para asegurar que evitamos un futuro en el que los super tifones se conviertan en una forma de vida", dijo, con la voz cortada por el llanto y una ovación del auditorio que le siguió a sus palabras.
En coincidencia con varios países en desarrollo, el delegado llamó a tomar medidas más drásticas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero -que mayormente producen los países ricos- y más fondos para ayudar a naciones pobres a lidiar con los impactos del cambio climático.
Inicio de negociaciones
La XIX conferencia sobre el clima de Naciones Unidas dio inicio este lunes en Varsovia para preparar un acuerdo global que se espera aprobar y firmar en 2015 en París sobre la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Esta conferencia, que reúne a 192 países hasta el 22 de noviembre, pretende contener el aumento de las temperaturas en el planeta, que podría llegar hasta los 5 grados centígrados si la comunidad internacional no toma medidas para impedirlo.
Por ello, la comunidad internacional quiere fijar como objetivo que la temperatura no suba más de 2 grados centígrados respeto a la que había antes de la era preindustrial. Expertos del Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático emitieron un informe a fines de septiembre en donde alertaron que si no se hace nada, la temperatura podría aumentar 5C hasta finales de siglo, y los fenómenos extremos, como el reciente tifón, se multiplicarán.
Un acuerdo global, ambicioso y legalmente vinculante para reducir el gas de efecto invernadero (GES), que provoca las subidas de las temperaturas y que entraría en vigor a partir de 2020, pero que debería ser firmado por todos los países en 2015, es lo que se juega en las negociaciones de Varsovia.
Hasta ahora, el único texto que limita las emisiones de gases de efecto invernadero es el protocolo de Kyoto, pero solo afecta a los países industrializados, con excepción de Estados Unidos que no lo ha ratificado y sólo cubre el 15% de las emisiones totales y China, el país más contaminante del mundo, que por considerarse en vías de desarrollo, no está obligado a reducción alguna.
Hasta el 22 de noviembre los países buscarán arribar a un acuerdo para reducir los gases de efecto invernadero (GEI) y de esta manera evitar que sean cada vez más frecuentes los eventos climáticos como el que ocurrió días atrás en Filipinas y que ahora azota a China.
Fuente:
Víctor Ingrassia, Tensión, llanto y huelga de hambre inauguran la Cumbre Mundial del Clima, 11/11/13, La Nación.
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