miércoles, 7 de agosto de 2013

La ONU envía comida a 38.000 afectados por inundaciones en Corea del Norte


El Programa Mundial de Alimentos (PMA), la agencia de la ONU para atajar el hambre, ha comenzado a enviar comida a unos 38.000 afectados por las inundaciones en Corea del Norte, aseguró su portavoz en una entrevista concedida a la emisora Radio Free Asia.

La portavoz del PMA, Nanna Skau, explicó en la entrevista que se ha comenzado a enviar maíz a aquellos hogares afectados por las recientes inundaciones provocadas por las lluvias torrenciales que golpean cada verano la península coreana.

Skau añadió que los alimentos se han enviado porque el PMA tiene constancia que las inundaciones han provocado este año importantes daños en tierras de cultivo y en sistemas de riego.

38.000 damnificados
La agencia de la ONU distribuirá el cereal durante los próximos 30 días entre algo más de 38.000 habitantes de 10 ciudades de distintos puntos del país, a los que se entregarán 400 gramos diarios.

La Cruz Roja y la Oficina de las Naciones Unidas Para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH) han asegurado que las inundaciones de este verano han dejado 33 muertos y han forzado a unas 50.000 personas a abandonar sus hogares en Corea del Norte.

Las mismas fuentes han apuntado que en localidades como Anju, en la provincia de Pyongan del Sur (centro del país), el 80 % de la ciudad ha quedado anegada.

Ayuda de Corea del Sur
Por su parte, una ONG surcoreana llamada “Korean Sharing Movement” ha manifestado su deseo de enviar ayuda alimentaria de emergencia al Norte y ha pedido autorización para ello al Ministerio de Unificación.

Seúl ha dicho que permitirá envíos de ayuda al país vecino pese al mal momento que atraviesan las relaciones bilaterales, aunque ha precisado que para autorizar esas partidas primero deberá verificar los daños producidos por las lluvias.

Las malas políticas agrarias, los pobres sistemas de drenaje y control de crecidas y la deforestación y sobrexplotación del suelo empeoran los efectos de las periódicas inundaciones estivales, que provocan grandes desprendimientos y merman el sustento agrícola del Estado comunista, afectado por graves hambrunas desde los noventa.

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