martes, 13 de agosto de 2013

Enfermedades ambientales: un nuevo desafío para la medicina

El toxicólogo Alejandro Mazzarini advierte que la creciente contaminación en el contexto actual ha provocado un aumento de patologías crónicas de difícil tratamiento. En Río Cuarto, los agroquímicos, la basura y las radiaciones electromagnéticas son los principales factores de riesgo, según el médico.

por Lucía Maina

El impacto de las distintas problemáticas ambientales en la salud  humana ha generado un amplio debate en los últimos años.

En ese marco, diversos especialistas, organismos y estudios a nivel mundial están planteando la necesidad de reconocer aquellas enfermedades provocadas por la creciente contaminación ambiental. Así lo indica el médico toxicólogo Alejandro Mazzarini, especialista en medio ambiente y dueño de la Consultora de Riesgo, Salud y  Ambiente en Río Cuarto.

“La idea es reconocer que hay un nuevo factor dentro de este gran concepto de etiologías de las enfermedades que es el ambiental. Antes se decía ‘esto es viral, esto es por estrés, esto es por tal o cual bacteria’: bueno, ahora la enfermedad ambiental se incorpora como un concepto para entender la situación de origen de una enfermedad”, explicó.

Según Mazzarini, quien ha cursado especializaciones en Europa, Estados Unidos y Centroamérica, la presencia cada vez mayor de sustancias tóxicas en nuestro entorno ha provocado un deterioro de las defensas en nuestro organismo, volviéndolo más susceptible a contraer enfermedades crónicas degenerativas, una situación que afecta especialmente a niños y ancianos.

La Organización Mundial de la Salud determina que hoy no es tan importante entender las enfermedades endémicas infecciosas como las endémicas crónicas porque nos estamos desabasteciendo de la capacidad de defensa y eso hace que tengamos cada vez más enfermedades crónicas: vivimos más pero vivimos peor”, describió el especialista.

A la vez, señaló que se han dado distintos avances a la hora de asociar salud humana y medio ambiente, pero destacó que el mayor desafío para la medicina actual es cómo tratar esas afecciones teniendo en cuenta que los pacientes continuarán expuestos a las mismas sustancias tóxicas que provocaron su enfermedad.

“Barril tóxico”
El médico local sostuvo que una de las problemáticas más serias a la hora de asociar salud y medio ambiente se relaciona con la interpretación de las enfermedades y los factores que las ocasionan.

De cualquier modo, relató que en los últimos años comenzó a trascenderse el tratamiento lineal de ciertas patologías a partir del “reporte de muchas enfermedades crónicas, más vinculadas a un desarrollo fisiopatogénico de origen incierto”. Ello, sumado a los cambios que se observan en el medio ambiente, despertó la necesidad de nuevos estudios y abordajes, que se expresó con mayor evidencia en los países desarrollados.

Más allá de lo que ocurre en el ámbito médico y académico, el especialista consideró que a la hora de comprender el vínculo entre salud y ambiente también existen ciertas interpretaciones erróneas en la sociedad en general. Para ejemplificarlo, se refirió a nuestra alimentación: “Uno cree que está intoxicado simplemente porque tiene una diarrea o un síntoma determinado, pero te estás intoxicando todos los días con los alimentos por lo que significa la situación de conservación de ciertos alimentos para que lleguen a tu mesa de consumo y la elaboración aplicando aditivos y sustancias que de forma acumulativa generan un impacto en el mecanismo de absorción del organismo”.

En función de esta situación, Mazzarini alertó: “El organismo se va deteriorando a medida que se tiene que forzar cada vez más para desintegrar sustancias que no son conocidas. Eso se llama barril tóxico. Entonces, hemos aumentado nuestro barril tóxico interno, endógeno, comprometiendo lo que se llama la tolerancia inmunológica orgánica: cada vez tenemos más tolerancia para poder soportar tanta agresión tóxica”.

El médico indicó que este proceso se fue incrementando a lo largo de las últimas décadas, a partir de un crecimiento de la “agresión toxica medioambiental”, que se expresa, entre otras cosas, en el creciente uso de agroquímicos y en la aplicación de cada vez más aditivos en los alimentos.

Más afecciones crónicas
Mazzarini explicó que esta creciente toxicidad tiene su correlato en el aumento de determinadas patologías a nivel mundial: “Las enfermedades crónicas degenerativas, inclusive las neurológicas desmielinizantes, son las que más alto impacto tienen en cuanto a este desarrollo de toxicidad ambiental, por ejemplo, en lo que significan los metales pesados. Hoy hablar de metales pesados no solamente es hablar de plomo sino de mercurio, aluminio, cadmio”, enumeró.

Enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple, la esclerosis lateral amiotrófica, Parkinson y Alzheimer son algunas de las afecciones que, según el médico, podrían estar asociadas a la presencia de metales pesados.

Los niños y los ancianos son los sectores más vulnerables a las enfermedades provocadas por la contaminación. De hecho, tal como indicó el profesional, en el último tiempo se detecta una mayor cantidad de casos de cáncer y enfermedades neurodegenerativas en niños respecto de otras épocas.

El toxicólogo consideró que, a pesar de que desde el ámbito académico se ha logrado avanzar en el vínculo entre salud y ambiente, el mayor desafío de la medicina actual consiste en saber cómo actuar para revertir estas situaciones y tratar a los afectados.

“Si vos estás intoxicado porque vivís cerca o trabajás en un ambiente donde permanentemente estás adquiriendo o absorbiendo éstas sustancias, ¿qué se puede hacer? Ese es el eslabón perdido”, dijo el especialista. E indicó que, por ello, la consultora a nivel local está también implementando una institución médica que a través de diversos estudios y tratamientos pueda darle solución a las problemáticas sanitarias asociadas al medio ambiente.

En Río Cuarto
En cuanto a las problemáticas ambientales más relevantes que se observan en nuestra ciudad, desde la Consultora de Riesgo, Salud y Ambiente sostienen que la utilización de agroquímicos es uno de los principales factores a modificar debido a la contaminación que generan en la tierra y el agua.

Respecto de la manera en que las fumigaciones pueden afectar a la salud, Mazzarini señaló: “Hoy estamos tomando agua que seguramente tiene una partícula de sustancias que hace diez años en Río Cuarto no estaban. Y no estoy hablando en contra de la entidad Emos, que es la que da el agua porque en realidad los filtros que ellos tienen son para purificar y dejarla sin bacterias, sin metales, pero hay un montón de otras sustancias que no se pueden reparar, entonces depende del cuidado de todos”.

La segunda problemática mencionada por el especialista es la basura a cielo abierto. En ese sentido, puntualizó que la quema de residuos despide múltiples contaminantes atmosféricos que impactan en el aire, y luego, a través de las precipitaciones, influyen en el agua e incluso en los alimentos.

Por último, dijo que las radiaciones electromagnéticas deben ser revisadas y reguladas por sus posibles consecuencias en la salud.

Ante el impacto que la contaminación está generando en la salud, Mazzarini advirtió acerca de la urgencia de tomar conciencia como sociedad sobre la importancia de cuidar el medio ambiente: “Hoy la educación es el concepto más importante y el compromiso de la población en general está detrás de todo esto”, dijo.

Fuente:
Lucía Maina, Enfermedades ambientales: un nuevo desafío para la medicina, 11/08/13, El Puntal de Río Cuarto. Consultado 13/08/13.

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