Luego de transitadas casi tres décadas en funcionamiento
todos concuerdan en que a la cordobesa Central Nuclear de Embalse le queda poca
vida útil. El estado argentino ha
decidido prolongar la sobrevida de la planta y mantenerla operativa con fines
energéticos al menos durante otros veinticinco años más. Para ello informó que
destinará 1366 millones de dólares en las tareas de reanimación. Desde la plataforma Córdoba No Nuclear -integrada por entidades
ecologistas como Greenpeace y Los Verdes
entre otras- creen que el reactor nuclear en la provincia mediterránea ya no tiene ningún remedio. “Embalse debe
comenzar un proceso de cierre y desmantelamiento para evitar la generación de
más basura radiactiva, más minería de Uranio y más riesgo para los cordobeses”,
afirmaron en su página web.
CANDU-6
El trajinado reactor en cuestión se llama CANDU-6 y es de
tecnología canadiense. Ubicado a 110 kilómetros de la ciudad de Córdoba, emplea
uranio natural como combustible a la hora de generar el calor y vapor necesario
para hacer girar una turbina y producir energía eléctrica destinada a la red
nacional. El cambio de los tubos de
presión, los generadores de vapor y las computadoras de proceso son algunas de
las tareas encaminadas para la repotenciación de la planta.
“Los reactores como el de Embalse representan solo el 10 %
del total de los reactores del mundo. Tienen tecnología obsoleta, costosa y que
no cumple con los estándares de seguridad nuclear”, manifestaron desde
Greenpeace. Por el contrario, desde los organismos oficiales se ha aseverado
que la performance del reactor en materia energética desde 1984 ha sido
“impecable”. Ven a la tecnología CANDU como una alternativa a
futuro competitiva para Argentina.
Si de alternativas se trata vale recordar que durante 2006
el Congreso Nacional aprobó la Ley
26.190. En ella se establecía que para 2016 un 8 % de la electricidad generada
en el país debería provenir de fuentes renovables. Según Córdoba No Nuclear
sólo un 0,2 % en la actualidad proviene de una fuente renovable. “No ha habido
hasta hoy una política clara y firme para cumplir con la meta del 8 %. Si la
inversión de Embalse se dirige al desarrollo y despegue de fuentes limpias,
seguras y renovables, como la eólica, podemos cumplir con la Ley 26.190, y fortalecer una
red eléctrica sin consumo de combustibles fósiles, sin los perjuicios de la
energía atómica, contribuyendo a evitar el cambio climático”, comentaron.
Siguen las firmas
“La decisión de extender la vida útil de una planta nuclear
debe ser evaluada con la misma intensidad que la de construir un nuevo reactor.
No se debe minimizar. No puede ser una mera decisión adoptada por el Ejecutivo
Nacional sin mediar una debida evaluación de riesgos, alternativas y aceptación
social”, opinaron desde Córdoba No Nuclear. Con el reactor cansado, tildan a
esta oportunidad como histórica.
Fuente:
Fernando Fuentes, Con el reactor cansado, 10/08/13, Naturaleza Argentina. Consultado 11/08/13.
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