Se han expuesto a índices superiores a 100 milisievert
anuales, lo que incrementa su riesgo de padecer cáncer de tiroides. Desde el
tsunami de 2011, Tepco ha examinado a 19.592 trabajadores.
Un total de 1.973 trabajadores de la accidentada planta de
Fukushima se han expuesto a índices peligrosos de radiación superiores a 100
milisievert anuales, lo que incrementa su riesgo de padecer cáncer de tiroides,
ha informado este viernes el diario Asahi. Desde que se decretara la crisis
nuclear en la central en marzo de 2011, la operadora de Fukushima, Tokyo
Electric Power (Tepco), ha llevado a cabo controles de radiación en 19.592
trabajadores.
Los exámenes, realizados con equipos para detectar radiación
externa, han determinado que casi 2.000 trabajadores han operado en un entorno
superior a los parámetros de la Comisión Internacional
de la Protección
a la Radiación
(ICRP), que recomienda niveles de radiación por debajo de la banda 20-100 mSv
(milisieverts). Según el diario, Tepco ofrecerá a estos trabajadores la
posibilidad de realizar controles de tiroides con maquinaria de ondas
ultrasónicas, capaces de analizar su contaminación interna.
La cifra de trabajadores expuestos a índices peligrosos sería
unas diez mayor que la presentada en febrero por la Organización Mundial
de la Salud
(OMS), en cuyo informe cifraba en 178 el número de los que se sometieron a
dosis superiores a los 100 milisievert por año.
Mientras, a finales de mayo la ONU presentó un documento
elaborado por su Comité Científico sobre los Efectos de la Radiación Atómica
(Unscear) en el que desveló en Fukushima niveles muy inferiores de radiación
con respecto al accidente de Chernóbil en 1986.
No esperan aumento de casos
Ese informe revela que el Comité no espera un aumento de
casos de cáncer por el accidente de Fukushima, sobre todo debido a la rápida y
masiva evacuación de la población tras producirse la catástrofe, lo que redujo,
según sus cálculos, hasta diez veces las posibilidades de que incremente esta
enfermedad.
No obstante, la
Unscear alertó de la necesidad de controlar la contaminación
por yodo, una sustancia especialmente peligrosa para los niños y para los
trabajadores de la planta, que puede incrementar los casos de cáncer de
tiroides.
Fuente:
No hay comentarios:
Publicar un comentario