Mientras distintos países del mundo, como consecuencia de
los últimos accidentes nucleares, establecen plazos para poner fin a las
centrales atómicas, en esta región, el gobernador Alberto Weretilneck y el
ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, mantienen “conversaciones
reservadas” para poner en funcionamiento “lo antes posible” una planta de
enriquecimiento de uranio en territorio rionegrino.
Se trata de la reactivación del módulo experimental para
enriquecimiento de uranio (Mock-up) del Complejo Tecnológico Pilcaniyeu, una
instalación de la
Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), ubicada en el
paraje Pichileufú Arriba, a 60 kilómetros de Bariloche, que visitó la
presidenta Cristina Fernández en octubre del 2010.
Según fuentes de la
CNEA , el estudio de impacto ambiental ya está concluido y fue
entregado en dependencias de la
Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la
provincia de Río Negro, que lo tiene en análisis.
Paradógicamente, desde el organismo nacional se confirmó a
este medio que Weretilneck es el encargado de viabilizar rápidamente las
autorizaciones provinciales para comenzar con el enriquecimiento, que según
publicó Página 12 hace unos días, comenzará este mes, pese a no contar aún con
la resolución provincial correspondiente.
Hay que ver que estrategia implementará la autoridad
provincial para disminuir al máximo la relevancia que podría adquirir la
audiencia pública, que está prevista en la normativa de Río Negro (ley 3266) y
que permitirá a los distintos sectores opinar sobre el emprendimiento.
En este contexto es útil recordar que una de las primeras
medidas que tomó el FpV, apenas asumió la conducción de la provincia, fue
enviar a la Legislatura
un proyecto de ley -que finalmente fue aprobado por mayoría – para volver a
permitir el uso del cianuro en la minería. Lo que da una señal de cuál es su
política medio ambiental.
Hace unos años, distintas organizaciones se mostraron
contrarias al emprendimiento de Pilcaniyeu, que por otra parte requirió una
adecuación del consumo del agua, lo que generó una polémica propia sobre el uso
de los recursos del río Pichileufu.
Entre estas ONGs, la Asociación Lihue
hacía en el 2010 un llamado de atención a los rionegrinos y a las autoridades
de la Provincia
y de la Nación ,
sobre “el riesgo que esta planta significa para la salud de los pobladores de
la zona y Pichileufu”.
Lihue reclamaba en aquel entonces el Estudio de Impacto
Ambiental que esta actividad conlleva y que hoy -tres años después- ADN puede
confirmar que ese Estudio fue entregado a las autoridades provinciales.
La organización recordó que la presentación del Estudio de
Impacto Ambiental es obligatorio y conforme el Art. 11 de la Ley Nacional
24804/97; que explica que “todo nuevo emplazamiento de una instalación nuclear
relevante deberá contar con la licencia de construcción que autorice su
localización, otorgada por la autoridad Regulatoria Nuclear con la aprobación
del estado provincial donde se proyecte instalar el mismo”, que es lo que ya se
tiene pactado con Weretilneck.
Fuente:
Pacto “De Vido–Weretilneck” para permitir rápidamente enriquecer uranio en RN, julio 2013, Agencia Digital de Noticias. Consultado 10/07/13.
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