miércoles, 10 de julio de 2013

Pacto “De Vido–Weretilneck” para permitir rápidamente enriquecer uranio en Río Negro

Mientras distintos países del mundo, como consecuencia de los últimos accidentes nucleares, establecen plazos para poner fin a las centrales atómicas, en esta región, el gobernador Alberto Weretilneck y el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, mantienen “conversaciones reservadas” para poner en funcionamiento “lo antes posible” una planta de enriquecimiento de uranio en territorio rionegrino.

Se trata de la reactivación del módulo experimental para enriquecimiento de uranio (Mock-up) del Complejo Tecnológico Pilcaniyeu, una instalación de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), ubicada en el paraje Pichileufú Arriba, a 60 kilómetros de Bariloche, que visitó la presidenta Cristina Fernández en octubre del 2010.

Según fuentes de la CNEA, el estudio de impacto ambiental ya está concluido y fue entregado en dependencias de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la provincia de Río Negro, que lo tiene en análisis.

Paradógicamente, desde el organismo nacional se confirmó a este medio que Weretilneck es el encargado de viabilizar rápidamente las autorizaciones provinciales para comenzar con el enriquecimiento, que según publicó Página 12 hace unos días, comenzará este mes, pese a no contar aún con la resolución provincial correspondiente.

Hay que ver que estrategia implementará la autoridad provincial para disminuir al máximo la relevancia que podría adquirir la audiencia pública, que está prevista en la normativa de Río Negro (ley 3266) y que permitirá a los distintos sectores opinar sobre el emprendimiento.

En este contexto es útil recordar que una de las primeras medidas que tomó el FpV, apenas asumió la conducción de la provincia, fue enviar a la Legislatura un proyecto de ley -que finalmente fue aprobado por mayoría – para volver a permitir el uso del cianuro en la minería. Lo que da una señal de cuál es su política medio ambiental.

Hace unos años, distintas organizaciones se mostraron contrarias al emprendimiento de Pilcaniyeu, que por otra parte requirió una adecuación del consumo del agua, lo que generó una polémica propia sobre el uso de los recursos del río Pichileufu.

Entre estas ONGs, la Asociación Lihue hacía en el 2010 un llamado de atención a los rionegrinos y a las autoridades de la Provincia y de la Nación, sobre “el riesgo que esta planta significa para la salud de los pobladores de la zona y Pichileufu”.

Lihue reclamaba en aquel entonces el Estudio de Impacto Ambiental que esta actividad conlleva y que hoy -tres años después- ADN puede confirmar que ese Estudio fue entregado a las autoridades provinciales.

La organización recordó que la presentación del Estudio de Impacto Ambiental es obligatorio y conforme el Art. 11 de la Ley Nacional 24804/97; que explica que “todo nuevo emplazamiento de una instalación nuclear relevante deberá contar con la licencia de construcción que autorice su localización, otorgada por la autoridad Regulatoria Nuclear con la aprobación del estado provincial donde se proyecte instalar el mismo”, que es lo que ya se tiene pactado con Weretilneck.

Fuente:
Pacto “De Vido–Weretilneck” para permitir rápidamente enriquecer uranio en RN, julio 2013, Agencia Digital de Noticias. Consultado 10/07/13.

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