Río Tercero y Embalse se siguen ofreciendo. Si se avanza,
habrá recursos de amparo. Ambiente no recibió ningún proyecto.
por Mariela Martínez
Río Tercero, Embalse. Si avanzan los trámites para la
radicación de la planta industrial de Dioxitek en Río Tercero o Embalse, donde
la empresa estatal ya presentó pedidos ante sendos municipios, se judicializará
el debate, ante seguras presentaciones de amparos y otros recursos de quienes
se oponen a esa posibilidad.
Dioxitek, empresa de la Comisión Nacional
de Energía Atómica, produce en Córdoba dióxido de uranio en polvo, materia
prima usada para fabricar luego en Ezeiza el combustible que requieren las
centrales nucleares. De la
Capital provincial, donde está instalada desde 1982, se
comprometió a mudarse y el plazo vence en un año.
La empresa apunta a dos predios del propio Estado: en
Embalse, al lado de la
Central Nuclear , y en Río Tercero, en la Fábrica Militar.
En Río Tercero, un artículo de la Carta Orgánica
Municipal prohíbe actividades ligadas a lo nuclear. Y en su Concejo Deliberante
no hay certeza de que un aval a la radicación cuente con los votos suficientes.
Hasta ahora, desde Dioxitek no se emitió opinión ni
información alguna.
Amparos. La
Fundación para la
Defensa del Ambiente (Funam) ya anticipó que presentará un
recurso de amparo para evitar que se relocalice en esas dos ciudades. Raúl
Montenegro, titular de esa ONG, reclamó que Dioxitek no se radique en ninguna
localidad cordobesa.
Una de las advertencias de Funam generó la intervención de
oficio del asesor letrado de Tribunales de Río Tercero, Alfredo Brouwer de
Koning. La ONG
apuntó que Dioxitek incluye entre sus condiciones de visita que “se abstengan
de asistir mujeres embarazadas”. Brouwer de Koning anticipó a este diario que,
desde su función y por ese punto, actuará en defensa de
los niños por nacer.
Precisó que pedirá información para evaluar si hay riesgos para embarazadas y a
qué distancia de la empresa. Para eso, ordenó a los municipios de Río Tercero y
Embalse que le entreguen documentación, entre otras medidas. El funcionario
judicial no descartó, según la información que reúna, que pueda presentar un
recurso de amparo.
También Greenpeace, desde el orden nacional, anticipó
respecto de Río Tercero que la radicación violaría la Carta Orgánica
local, por lo que el camino judicial sería inevitable.
Mientras, la filial riotercerense de la Asamblea Permanente
por los Derechos Humanos (Apdh) pidió al municipio que abra el debate y la
“tenga presente” antes de tomar cualquier decisión, y planteó que “deben
existir probados fundamentos científicos y técnicos que garanticen un impacto
ambiental no perjudicial”.
Reacciones. Tanto el intendente de Embalse, Federico
Alesandri (PJ), como el de Río Tercero, Alberto Martino (UCR), coincidieron en
que no pueden negar a la empresa la factibilidad cuando ya funcionan en sus
jurisdicciones otras industrias similares, desde hace décadas. Ambos aclararon,
de todos modos, que la aprobación final dependerá del dictamen de Ambiente
provincial.
Martino aludió a que Dioxitek se sumaría al perfil
industrial del polo químico local e insistió en que la Carta Orgánica no
impediría su radicación, “si el dictamen de impacto ambiental asegurase que no
sería de riesgo”.
Alesandri apuntó que en Embalse funciona desde hace 30 años
una central nuclear, en la que la
Nación invierte ahora para prolongar su actividad por tres
décadas más. Ambos reclamaron, en similar tono, un debate “sin alarmismos ni
fundamentalismos”.
Hoy, marcha y charla
Marchan en Río Tercero. Un grupo de vecinos autoconvocados a
través de las redes sociales, organiza en Río Tercero una marcha para esta
noche, a las 21, en la Plaza
San Martín, con el fin de manifestarse en contra de la
radicación de Dioxitek.
Charla con especialista. También hoy, a las 12:30, en el
Anfiteatro Municipal y con entrada libre, el municipio invita a la charla que
dará sobre el tema Rubén Darío Sbarato, docente en la UTN y exfuncionario de la Secretaría de Ambiente
provincial.
En Embalse. Otra movida, también visible por estos días en
las redes sociales, se está registrando en Embalse, aunque por ahora no ganó
las calles. “Será porque la mitad de este pueblo trabaja en la Central Nuclear , o
en relación con ella”, apuntó un funcionario municipal.
La empresa. Hasta ahora no fue posible obtener la palabra de
directivos o voceros de Dioxitek.
Argumentos ecologistas
En una. Para el biólogo Raúl Montenegro, de Funam, en Río
Tercero “las autoridades deben asumir que existe el riesgo de impacto cruzado,
que es el accidente que una planta puede desencadenar con eventos en industrias
vecinas”, en relación a las grandes químicas ya existentes en el predio de
Fábrica Militar, al que pretende ir Dioxitek.
En otra. Respecto de Embalse, marcó que en su Central
Nuclear “ya están depositados más de 125 mil elementos combustibles gastados
con una enorme cantidad de material altamente radiactivo, como 8,6 toneladas
del peligroso plutonio 239” .
Dato. Marcó que “lo que no dicen es que además de dióxido de
uranio, Dioxitek almacena dióxido de uranio enriquecido al 3,4 por ciento para
fabricar el combustible nuclear ULE, altamente sensible”.
El aval de los concejales, otra clave para desentrañar
Los gobiernos municipales de Embalse y Río Tercero admiten
que el aval a la radicación pasará por sus concejos deliberantes.
En Embalse el tema no se instaló aún entre los ediles, al
menos públicamente. El oficialismo del PJ tiene mayoría propia y suele votar en
bloque los proyectos de su Ejecutivo.
En Río Tercero, los primeros sondeos muestran que los votos
podrían estar repartidos, con pronóstico reservado, mientras varios ediles no
han fijado posiciones definitivas. En Río Tercero, al debate técnico y
ambiental, se suma la restricción que marca la Carta Orgánica ,
sancionada en 2007.
Desde el bloque mayoritario de la UCR , Jorge Mecatti interpretó -como el intendente Martino- que la norma no prohibiría a esta empresa “si
hubiera seguridad de que no afecta la salud de la población”. Pero en ese
bloque, clave por mayoritario, nadie asegura uniformidad de criterio en este
tema. Uno de los ediles, Eduardo Asili, no fijó posición pero pidió que “se
escuche a la gente”, mediante algún mecanismo, “para que la sociedad tome una
postura tras escuchar a diferentes expertos”.
El principal bloque opositor, del Frente Todos por Río
Tercero, ya se definió en contra de la instalación. Jorge Martino apuntó que si
se avanza “es porque no entienden o no quieren entender la Carta Orgánica ”.
Además, opinó que el procesamiento de uranio generaría riesgos ambientales y
sostuvo que “no se justifica sumar un riesgo más a la ciudad”. Su par, Danilo
Cravero, planteó que la
Carta Orgánica “pone la seguridad por encima de cualquier
cuestión económica”.
Entre los dos peronistas, el delasotista Néstor Beltrame sostuvo
que “está claro” que la
Carta Orgánica no admitiría esa radicación aunque apuntó que
“se debería consultar a la sociedad” y tener en cuenta el informe de Ambiente
de la Provincia. La
kirchnerista Silvia Quiroga no se pronunció sobre el tema.
Un debate de cara a la gente, sin manipulación
Un debate que debiera ser racional y abierto, y sin
manipulaciones, corre el riesgo de terminar en pleitos.
por Fernando Colautti
Un debate que debiera ser racional y abierto, y sin
manipulaciones, para llegar
a una conclusión que exprese cierto consenso
social, corre el riesgo de terminar en pleitos donde los que discuten son
abogados contratados, mientras la sociedad queda enfrentada y confundida. La
radicación de Dioxitek en una u otra ciudad cordobesa se arriesga
a correr por
ese andarivel.
Otro riesgo es la politización del debate, que lo enturbiará más, si se toma posición según la cercanía o lejanía partidaria con el
municipio, la Provincia
o la Nación ,
los tres niveles del Estado involucrados en definir la relocalización de esta
empresa. Si la discusión no se enfoca sobre lo técnico y social, la que pierde
es la gente de las comunidades involucradas.
Para los casos de Embalse y Río Tercero, aunque se tomara
como cierto que la empresa cuya radicación se discute tendría un riesgo
potencial menor a las ya existentes, es cada comunidad la que tiene el derecho
de participar en la decisión y asumir si quiere profundizar o ya limitar ese
perfil de ciudad en la que vive. No es menor el dato de que varias ciudades ya
rechazaron esa radicación, aun en tiempos en que todo intendente quiere ser
“traedor” de industrias.
Una decisión de esta naturaleza debe ser asumida de cara a
la comunidad, y jamás a pesar o en contra de ella.
En el caso de Río Tercero, sorprende que pueda buscarse mil
vueltas al artículo 55 de su Carta Orgánica, que expresa: “No pueden radicarse
centrales, reservorios o industrias nucleares. Se prohíbe la manipulación y
transporte de sustancias o insumos nucleares o afines, que pongan en peligro la
vida, la salud y el ecosistema”. ¿Avanzar a pesar de eso no es provocar
irremediablemente la judicialización?
Fuentes:
Mariela Martínez, La relocalización de Dioxitek, rumbo a la judicialización, 31/05/13, La Voz del Interior.
El aval de los concejales, otra clave para desentrañar, 31/05/13, La Voz del Interior.
Fernando Colautti, Un debate de cara a la gente, sin manipulación, 31/05/13, La Voz del Interior.
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