Denuncian que un desarrollo inmobiliario desmontará 125 hectáreas , en la
única localidad que sobrevivía al margen de la voracidad de los inversores. La
inundación del verano y la falta de agua constante alerta sobre sus
consecuencias ambientales. El intendente Jalil defiende el proyecto.
por Guillermo Posada
Como una epidemia sin freno, el fenómeno de los barrios
cerrados continúa extendiéndose por el Gran Córdoba. En su camino, arrasa con
el poco bosque nativo que resiste el corrimiento de la frontera agrícola sojera
y satura la infraestructura de las ciudades serranas.
Unquillo es otro botón de muestra de la política que
privilegia los negocios inmobiliarios a la sustentabilidad de los núcleos
urbanos a largo plazo. Por lo menos así lo entiende la concejal Graciela
Domínguez, que denunció el visto bueno municipal del country Montecito en pleno
centro del ejido. “Es un proyecto que el intendente Germán Jalil hizo aprobar
en el Concejo Deliberante en octubre del año pasado, creando una ordenanza a la
medida de los inversores, al margen de la normativa de uso de suelo vigente”,
acusa Domínguez.
El proyecto, fundamentado en la ordenanza 757/12, consiste
en 125 hectáreas
y alrededor de 900 lotes que llevará a cabo la firma Cahuana SA y se suma a
otros dos emprendimientos en la localidad, uno de la década del ’90 y otro de
2003. “Pero al margen de esos barrios cerrados, Unquillo se había mantenido
hasta el momento por fuera de la invasión de countries que nos rodean, en
Mendiolaza, Río Ceballos y Villa Allende. El último proceso de desarrollo
inmobiliario no incluyó a nuestra ciudad porque no teníamos un acceso vial
claro desde Córdoba. Pero desde que se pavimentó el camino del Talar el año
pasado, uniendo con fácil acceso a Unquillo con la autopista al aeropuerto, se
generan condiciones para que los desarrollos inmobiliarios se instalen aquí”,
afirma la legisladora.
Cahuana SA es una empresa constituida, según el boletín
oficial, el 7 de octubre de 2011, con una capital inicial de 60 mil pesos. El
proyecto estaría pensado para realizar un desarrollo progresivo en una década,
en la medida que la comuna disponga de la prestación de servicios básicos, que
hoy flaquean. Al concluirse, el country albergará una población aproximada de
4000 habitantes, un 20 % de los 20 mil que tiene Unquillo actualmente.
Domínguez sostiene que Montecito implicará “el uso de los
servicios a gran escala, con gran impacto en esta zona de bosque nativo que se
va a talar, y va a derivar en la impermeabilización del suelo, cambiando la
correntía natural de las aguas, con el peligro de inundaciones que ello
implica”.
Las alertas no deberían ignorarse. El 15 de febrero dos
crecidas simultaneas de los arroyos Las Ensenadas y Río Ceballos inundaron el
centro de la ciudad, arrastraron autos y anegaron comercios y viviendas del
centro. La misma crecida produjo un muerto en Mendiolaza, río abajo.
Domínguez dice que estos emprendimientos generan condiciones
para mayores inundaciones, en momentos que la catástrofe que sufrió La Plata tiene sensibilizada a
la población. En la capital de la provincia de Buenos Aires, distintas
organizaciones de sociedad civil, y la misma universidad, evaluaron que el
desarrollo urbano sin planificación ni infraestructura fue el coctel justo para
que produjera la tragedia.
“Además los puentes y vados están taponados. Acá se le ganó
terreno a la línea de ribera, hay lugares en la zona céntrica donde hay
viviendas que no respetan los 15
metros reglamentarios de cada lado. Al impermeabilizar
este gran espacio de monte nativo sin control, que está tan cerca del centro,
es mucho más probable que suframos nuevas inundaciones. Sin obras y con el
avance de la frontera inmobiliaria, el cuadro es muy difícil para Unquillo.
Como el terreno no es llano acá el agua baja forma violenta, donde está ubicado
el loteo es clave porque amortigua el agua que viene de los sectores más altos
de los faldeos serranos”, alerta.
- ¿Cómo está la infraestructura para soportar emprendimientos
como Montecito?
- La situación del servicio de agua es crítica, como en todas
las sierras chicas. Tenemos suministro de dique La Quebrada , que está
definitivamente 8 metros
por debajo de la cota, y del lago San Roque, con una conexión por bombeo que se
envía desde La Calera. La
falta de agua llega al punto que el barrio La Bancaria tiene suministro
por camiones cisterna que llenan tanques ubicados en la zona. La luz es otro
problema porque el suministro de EPEC nos genera cortes todos los veranos,
cuando la gente prende los aires acondicionados.
- La municipalidad aduce que se realizaron estudios de
pre-factibilidad para habilitar el emprendimiento.
- No, los estudios los hizo el grupo inmobiliario. El
municipio los recibió y el área de Planeamiento Urbano corrigió en algo la
propuesta de Cahuana. Pero lo fundamental, en cuanto a la cantidad de lotes, la
factibilidad del agua y el la adecuación a la ley de bosques, fue obviado. Este
proyecto se realiza por vía de excepción porque no hay reglamentación. El
código de edificación que establece con precisión cómo debe edificarse es del
año ’86 cuando no existía esta realidad. Unquillo no tiene un área de
planificación estratégica y las oficinas técnicas carecen de equipos
interdisciplinarios para evaluar este tipo de situaciones, por más que haya
gente con ganas.
Por otro lado, hay que remarcar que en todos los proyectos
los inversores deben dejar un 5 % de la tierra para el Banco de Tierras
municipal, destinado a vivienda social, pero Cahuana no lo respeta y deja sólo
dos hectáreas, un 2,5 %.
Bosque, agua y bronca. Pensada para abordar la problemática
de la frontera agrícola, la Ley
de Bosques estableció un mapa provincial con zonas de protección total y
parcial de lo que aún queda vivo del monte nativo. En particular, la zona
denominada ‘roja’ implica la prohibición total para talar los árboles y la mata
del bosque para su preservación integral. La Asamblea Ciudadana
de Unquillo por el Ambiente, los Derechos Humanos y Habitad Social (ACUA)
presentó un documento el 16 de abril donde analiza el estado del desarrollo
urbano en la localidad. En ese trabajo denunció que las 125 hectáreas del
country en cuestión se encuentran dentro de la ‘zona roja’ y que el municipio
ignoró la ley provincial al momento de darle la prefactibilidad.
Consultado por esta revista, el intendente Germán Jalil
confirmó la denuncia al afirmar: “eso de la zona roja no existe. Nosotros
actuamos conforme a la jurisdicción que tiene el municipio. Será después la Secretaría de Ambiente
de la provincia el organismo que se encargue de darle a la empresa el
certificado de viabilidad ambiental”.
Jalil integra el Frente Cívico y critica fuertemente al
gobierno provincial por la falta de avance en el tendido de la red de gas
natural en la zona, que impide a Unquillo el acceso al servicio. Sin embargo,
la concejal Domínguez asegura que “acá hay un ecosistema político que habilita
este tipo de desarrollos. Jalil se pelea con la provincia en el tema del gas
pero acuerda en otros planos”.
La falta de agua en la región es una realidad incontrastable
que el propio intendente acepta, por lo que exige que el gobierno provincial realice las obras complementarias del ducto que lleva agua desde el
lago San Roque, a través de la planta de tratamiento de La Calera. “Si no la hacen,
vamos a salir a reclamar como lo hacemos con el gas, porque se trata del mismo
ministerio y del mismo funcionario. Esto es urgente porque vamos a tener graves
problemas los próximos dos años”, remató, refiriéndose a la cartera de Agua,
Ambiente y Energía, un organismo creado por José Manuel de la Sota en esta última gestión a
cargo de Manuel Calvo.
La obra se trata del ducto que brinda provisión de agua
potable a Unquillo y Mendiolaza, entre otras localidades de la región. Consiste
en cambiar un caño, que lleva el agua desde el San Roque a La Calera , por otro de mayor
diámetro porque hoy la planta trabaja a un 60 % de su capacidad, razón por cual
en la actualidad Unquillo recibe menos agua que el cupo asignado por el
gobierno provincial.
Así visto, es difícil imaginar cómo será posible proveer el
servicio de agua a un country si ya hay problemas para cumplir con la población
existente. Jalil responde que las conexiones se harán de forma progresiva a
medida que se tenga disponibilidad. “Este es una proyecto para 10 años, no para
mañana. Además, nos va a dar un mejoramiento de la conectividad entre el sur y
el norte y el oeste del municipio”, remarca.
La cooperativa de agua, que brinda el servicio de agua a
Unquillo y Mendiolaza, tiene una mirada vidriosa sobre el tema. Raúl Hoya,
presidente del organismo, admite que el sistema funciona al límite. “Este
verano zafamos pero no nos sobró nada. Tuvimos muchos inconvenientes. Las
Sierras Chicas están complicadas en la medida que la infraestructura no dé las
respuestas que tiene que dar. Cuando queremos acompañar el crecimiento lógico
que tiene la zona, más allá de los countries, cada nueva conexión pone en
evidencia los déficits del sistema”, asegura Hoya.
Respecto al proyecto de Cahuana, el presidente de la
cooperativa confirmó que tiene ingresado un expediente que incluirlo en el cupo
de agua local. “Técnicamente lo que hace el municipio es incluir estos
proyectos, conforme el suministro que viene desde La Calera. El sistema no
está funcionando bien en la actualidad pero en la medida estén las obras
terminadas, en teoría, debería haber agua suficiente”, dice.
La imprevisión que enloda el proyecto de los desarrollistas
llega incluso al punto que la propia cooperativa no tiene precisiones sobre
cuándo estará realmente finalizada la obra de agua.
- ¿Qué organismo está a cargo de llevar adelante la
ampliación de suministro a la planta de La Calera ?, preguntó Veintitrés.
Raúl Hoya: No sabemos.
- ¿Cómo?
R.H.: Y si… No está claro si es el Ministerio de Agua o
Transporte y Servicios porque con la nueva división de ministerios, donde uno
tiene agua, energía y ambientes pero otro los servicios públicos, hay dudas
sobre cuál es la injerencia de cada uno. Habría que preguntarles a ellos, para
que se decidan.
- Esta indefinición les traba el desarrollo del servicio.
R.H.: Somos la cola de este problema. La provincia tiene que
resolver porque no hay hasta ahora una definición de la jurisdicción debe
solucionarlo.
Defensa cerrada. Así y todo, Jalil defiende contra viento y
marea un proyecto sin destino cierto. “La política fue clara en los últimos
nueve años. Somos el único municipio de Sierras Chicas que le puso criterio al
desarrollo urbano. Aprobamos este proyecto en el sector bajo de la ciudad que
no implicará riesgos, generamos condiciones para los emprendimientos sean
viables. En este caso protegemos el 20 % del bosque nativo dentro del predio,
cuando no suele ser más del 5 % en proyectos similares. Además está muy bien
diseñado, no es nocivo ni para el desarrollo urbano ni en las condiciones
físicas de la ciudad”.
El intendente se diferencia de sus colegas de la región, ya
que “el resto de los municipios dieron miles de habilitaciones y cupos de agua,
cada uno sabrá por qué y cómo. Entendemos que Unquillo está equilibrado y
necesitamos un desarrollo para no ser la única ciudad del corredor que se va
quedando en el tiempo”. Pero, paralelamente, niega saber si la comunidad brinda
consenso al proyecto. “La gente se irá anoticiando en la medida que se vaya
desarrollando. Hay consenso con la política municipal porque por eso nos
votaron, no sabría decirte si lo hay sobre esto en particular”.
Guillermo Posada es periodista. Secretario de prensa del Circulo Sindical de Prensa. Nota publicada para Revista Veintitrés.
ACUA: “Es un proyecto poco transparente”
Asamblea Ciudadana de Unquillo nació el año pasado a
consecuencia del conflicto que se produjo a causa de la ubicación de las
antenas de telefonía celular. La comunidad reclamó y logró que fueran
trasladadas lejos de la zona urbanizada.
Es una organización integrada por vecinos, muchos de los
cuales son profesionales, que presentó un documento muy crítico de la nueva
ordenanza que impulsa Jalil para modificar el uso del suelo. Según ACUA, la
norma habitará cuadriplicar el uso del suelo y 1400 hectáreas desmontadas
“adaptando las normas a la demanda inmobiliaria”.
“Desde la década del ’80 para acá vivimos la de ausencia del
Estado. En la municipalidad no hay equipos técnicos para abordar la
planificación estratégica. Reclamamos que se constituyan, con participación de
la comunidad”, dice Víctor Díaz, arquitecto e integrante de la asamblea.
“Cahuana es un botón de muestra de lo que está pasando en la ciudad. El Iplam (Instituto de Planificación de Área Metropolitana) establece que pase por Unquillo el segundo cordón de la circunvalación de Córdoba, poniendo una red secundaria en el corazón de las sierras chicas que tiene detrás toda una estrategia inmobiliaria, como hicieron con el camino al cuadrado que conecta Río Ceballos con La Falta. Son rutas interprovinciales a la medida de estos countries. Junto con eso, esta ordenanza blanquea avanzar sobre toda la zona verde. De las 900 hectáreas urbanizadas esta ordenanza habilitará el aumento a 3600. En la avenida San Martín (principal de Unquillo, NdR) las cloacas van por debajo de la calle y la situación es muy delicada. Es una locura que el municipio habilite todas estas urbanizaciones con la falta de infraestructura existente. Deben incluirse todas las variables de planeamiento en el desarrollo de la ciudad y no sólo le negocio inmobiliario”, critica el arquitecto.
ACUA planteó que la futura norma multiplica los riesgos y posibles daños por inundaciones, por lluvias torrenciales y repentinas. Además, no contempla que se cuadruplica la población y la falta de infraestructura que demandará servicios de agua, gas, electricidad, pavimento, transporte; según la denuncia pública, la futura norma genera contaminación ambiental por polución, falta de saneamiento, disposición de residuos sólidos y no atiende a la realización de evaluación de impacto ambiental sobre las consecuencias de aplicación de la propia ordenanza; por último, el proyecto del ejecutivo no tiene en cuenta la posible demanda de equipamiento sociocomunitario.
Díaz se queja las facilidades que tuvo la empresa para que se apruebe su prefactibilidad: “Cahuana se aprobó con la ordenanza de excepción, con un equipo de dos personas que no están calificadas para evaluar emprendimientos de este tipo, la empresa se reunió con el municipio y posteriormente sacaron esa norma a la medida del loteo. Estoy autorizado a pensar que no es una forma transparente, por eso queremos una normativa que establezca leyes de juego parejas para todos”, finaliza.
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