lunes, 29 de abril de 2013

Unquillo: country contra natura

Denuncian que un desarrollo inmobiliario desmontará 125 hectáreas, en la única localidad que sobrevivía al margen de la voracidad de los inversores. La inundación del verano y la falta de agua constante alerta sobre sus consecuencias ambientales. El intendente Jalil defiende el proyecto.

por Guillermo Posada

Como una epidemia sin freno, el fenómeno de los barrios cerrados continúa extendiéndose por el Gran Córdoba. En su camino, arrasa con el poco bosque nativo que resiste el corrimiento de la frontera agrícola sojera y satura la infraestructura de las ciudades serranas.

Unquillo es otro botón de muestra de la política que privilegia los negocios inmobiliarios a la sustentabilidad de los núcleos urbanos a largo plazo. Por lo menos así lo entiende la concejal Graciela Domínguez, que denunció el visto bueno municipal del country Montecito en pleno centro del ejido. “Es un proyecto que el intendente Germán Jalil hizo aprobar en el Concejo Deliberante en octubre del año pasado, creando una ordenanza a la medida de los inversores, al margen de la normativa de uso de suelo vigente”, acusa Domínguez.

El proyecto, fundamentado en la ordenanza 757/12, consiste en 125 hectáreas y alrededor de 900 lotes que llevará a cabo la firma Cahuana SA y se suma a otros dos emprendimientos en la localidad, uno de la década del ’90 y otro de 2003. “Pero al margen de esos barrios cerrados, Unquillo se había mantenido hasta el momento por fuera de la invasión de countries que nos rodean, en Mendiolaza, Río Ceballos y Villa Allende. El último proceso de desarrollo inmobiliario no incluyó a nuestra ciudad porque no teníamos un acceso vial claro desde Córdoba. Pero desde que se pavimentó el camino del Talar el año pasado, uniendo con fácil acceso a Unquillo con la autopista al aeropuerto, se generan condiciones para que los desarrollos inmobiliarios se instalen aquí”, afirma la legisladora.

Cahuana SA es una empresa constituida, según el boletín oficial, el 7 de octubre de 2011, con una capital inicial de 60 mil pesos. El proyecto estaría pensado para realizar un desarrollo progresivo en una década, en la medida que la comuna disponga de la prestación de servicios básicos, que hoy flaquean. Al concluirse, el country albergará una población aproximada de 4000 habitantes, un 20 % de los 20 mil que tiene Unquillo actualmente.

Domínguez sostiene que Montecito implicará “el uso de los servicios a gran escala, con gran impacto en esta zona de bosque nativo que se va a talar, y va a derivar en la impermeabilización del suelo, cambiando la correntía natural de las aguas, con el peligro de inundaciones que ello implica”.

Las alertas no deberían ignorarse. El 15 de febrero dos crecidas simultaneas de los arroyos Las Ensenadas y Río Ceballos inundaron el centro de la ciudad, arrastraron autos y anegaron comercios y viviendas del centro. La misma crecida produjo un muerto en Mendiolaza, río abajo.

Domínguez dice que estos emprendimientos generan condiciones para mayores inundaciones, en momentos que la catástrofe que sufrió La Plata tiene sensibilizada a la población. En la capital de la provincia de Buenos Aires, distintas organizaciones de sociedad civil, y la misma universidad, evaluaron que el desarrollo urbano sin planificación ni infraestructura fue el coctel justo para que produjera la tragedia.

“Además los puentes y vados están taponados. Acá se le ganó terreno a la línea de ribera, hay lugares en la zona céntrica donde hay viviendas que no respetan los 15 metros reglamentarios de cada lado. Al impermeabilizar este gran espacio de monte nativo sin control, que está tan cerca del centro, es mucho más probable que suframos nuevas inundaciones. Sin obras y con el avance de la frontera inmobiliaria, el cuadro es muy difícil para Unquillo. Como el terreno no es llano acá el agua baja forma violenta, donde está ubicado el loteo es clave porque amortigua el agua que viene de los sectores más altos de los faldeos serranos”, alerta.

- ¿Cómo está la infraestructura para soportar emprendimientos como Montecito?

- La situación del servicio de agua es crítica, como en todas las sierras chicas. Tenemos suministro de dique La Quebrada, que está definitivamente 8 metros por debajo de la cota, y del lago San Roque, con una conexión por bombeo que se envía desde La Calera. La falta de agua llega al punto que el barrio La Bancaria tiene suministro por camiones cisterna que llenan tanques ubicados en la zona. La luz es otro problema porque el suministro de EPEC nos genera cortes todos los veranos, cuando la gente prende los aires acondicionados.

- La municipalidad aduce que se realizaron estudios de pre-factibilidad para habilitar el emprendimiento.

- No, los estudios los hizo el grupo inmobiliario. El municipio los recibió y el área de Planeamiento Urbano corrigió en algo la propuesta de Cahuana. Pero lo fundamental, en cuanto a la cantidad de lotes, la factibilidad del agua y el la adecuación a la ley de bosques, fue obviado. Este proyecto se realiza por vía de excepción porque no hay reglamentación. El código de edificación que establece con precisión cómo debe edificarse es del año ’86 cuando no existía esta realidad. Unquillo no tiene un área de planificación estratégica y las oficinas técnicas carecen de equipos interdisciplinarios para evaluar este tipo de situaciones, por más que haya gente con ganas.

Por otro lado, hay que remarcar que en todos los proyectos los inversores deben dejar un 5 % de la tierra para el Banco de Tierras municipal, destinado a vivienda social, pero Cahuana no lo respeta y deja sólo dos hectáreas, un 2,5 %.

Bosque, agua y bronca. Pensada para abordar la problemática de la frontera agrícola, la Ley de Bosques estableció un mapa provincial con zonas de protección total y parcial de lo que aún queda vivo del monte nativo. En particular, la zona denominada ‘roja’ implica la prohibición total para talar los árboles y la mata del bosque para su preservación integral. La Asamblea Ciudadana de Unquillo por el Ambiente, los Derechos Humanos y Habitad Social (ACUA) presentó un documento el 16 de abril donde analiza el estado del desarrollo urbano en la localidad. En ese trabajo denunció que las 125 hectáreas del country en cuestión se encuentran dentro de la ‘zona roja’ y que el municipio ignoró la ley provincial al momento de darle la prefactibilidad.

Consultado por esta revista, el intendente Germán Jalil confirmó la denuncia al afirmar: “eso de la zona roja no existe. Nosotros actuamos conforme a la jurisdicción que tiene el municipio. Será después la Secretaría de Ambiente de la provincia el organismo que se encargue de darle a la empresa el certificado de viabilidad ambiental”.

Jalil integra el Frente Cívico y critica fuertemente al gobierno provincial por la falta de avance en el tendido de la red de gas natural en la zona, que impide a Unquillo el acceso al servicio. Sin embargo, la concejal Domínguez asegura que “acá hay un ecosistema político que habilita este tipo de desarrollos. Jalil se pelea con la provincia en el tema del gas pero acuerda en otros planos”.

La falta de agua en la región es una realidad incontrastable que el propio intendente acepta, por lo que exige que el gobierno provincial realice las obras complementarias del ducto que lleva agua desde el lago San Roque, a través de la planta de tratamiento de La Calera. “Si no la hacen, vamos a salir a reclamar como lo hacemos con el gas, porque se trata del mismo ministerio y del mismo funcionario. Esto es urgente porque vamos a tener graves problemas los próximos dos años”, remató, refiriéndose a la cartera de Agua, Ambiente y Energía, un organismo creado por José Manuel de la Sota en esta última gestión a cargo de Manuel Calvo.

La obra se trata del ducto que brinda provisión de agua potable a Unquillo y Mendiolaza, entre otras localidades de la región. Consiste en cambiar un caño, que lleva el agua desde el San Roque a La Calera, por otro de mayor diámetro porque hoy la planta trabaja a un 60 % de su capacidad, razón por cual en la actualidad Unquillo recibe menos agua que el cupo asignado por el gobierno provincial.

Así visto, es difícil imaginar cómo será posible proveer el servicio de agua a un country si ya hay problemas para cumplir con la población existente. Jalil responde que las conexiones se harán de forma progresiva a medida que se tenga disponibilidad. “Este es una proyecto para 10 años, no para mañana. Además, nos va a dar un mejoramiento de la conectividad entre el sur y el norte y el oeste del municipio”, remarca.

La cooperativa de agua, que brinda el servicio de agua a Unquillo y Mendiolaza, tiene una mirada vidriosa sobre el tema. Raúl Hoya, presidente del organismo, admite que el sistema funciona al límite. “Este verano zafamos pero no nos sobró nada. Tuvimos muchos inconvenientes. Las Sierras Chicas están complicadas en la medida que la infraestructura no dé las respuestas que tiene que dar. Cuando queremos acompañar el crecimiento lógico que tiene la zona, más allá de los countries, cada nueva conexión pone en evidencia los déficits del sistema”, asegura Hoya.

Respecto al proyecto de Cahuana, el presidente de la cooperativa confirmó que tiene ingresado un expediente que incluirlo en el cupo de agua local. “Técnicamente lo que hace el municipio es incluir estos proyectos, conforme el suministro que viene desde La Calera. El sistema no está funcionando bien en la actualidad pero en la medida estén las obras terminadas, en teoría, debería haber agua suficiente”, dice.

La imprevisión que enloda el proyecto de los desarrollistas llega incluso al punto que la propia cooperativa no tiene precisiones sobre cuándo estará realmente finalizada la obra de agua.

- ¿Qué organismo está a cargo de llevar adelante la ampliación de suministro a la planta de La Calera?, preguntó Veintitrés.

Raúl Hoya: No sabemos.

- ¿Cómo?

R.H.: Y si… No está claro si es el Ministerio de Agua o Transporte y Servicios porque con la nueva división de ministerios, donde uno tiene agua, energía y ambientes pero otro los servicios públicos, hay dudas sobre cuál es la injerencia de cada uno. Habría que preguntarles a ellos, para que se decidan.

- Esta indefinición les traba el desarrollo del servicio.

R.H.: Somos la cola de este problema. La provincia tiene que resolver porque no hay hasta ahora una definición de la jurisdicción debe solucionarlo.

Defensa cerrada. Así y todo, Jalil defiende contra viento y marea un proyecto sin destino cierto. “La política fue clara en los últimos nueve años. Somos el único municipio de Sierras Chicas que le puso criterio al desarrollo urbano. Aprobamos este proyecto en el sector bajo de la ciudad que no implicará riesgos, generamos condiciones para los emprendimientos sean viables. En este caso protegemos el 20 % del bosque nativo dentro del predio, cuando no suele ser más del 5 % en proyectos similares. Además está muy bien diseñado, no es nocivo ni para el desarrollo urbano ni en las condiciones físicas de la ciudad”.

El intendente se diferencia de sus colegas de la región, ya que “el resto de los municipios dieron miles de habilitaciones y cupos de agua, cada uno sabrá por qué y cómo. Entendemos que Unquillo está equilibrado y necesitamos un desarrollo para no ser la única ciudad del corredor que se va quedando en el tiempo”. Pero, paralelamente, niega saber si la comunidad brinda consenso al proyecto. “La gente se irá anoticiando en la medida que se vaya desarrollando. Hay consenso con la política municipal porque por eso nos votaron, no sabría decirte si lo hay sobre esto en particular”.
Guillermo Posada es periodista. Secretario de prensa del Circulo Sindical de Prensa. Nota publicada para Revista Veintitrés.

ACUA: “Es un proyecto poco transparente”

Asamblea Ciudadana de Unquillo nació el año pasado a consecuencia del conflicto que se produjo a causa de la ubicación de las antenas de telefonía celular. La comunidad reclamó y logró que fueran trasladadas lejos de la zona urbanizada.

Es una organización integrada por vecinos, muchos de los cuales son profesionales, que presentó un documento muy crítico de la nueva ordenanza que impulsa Jalil para modificar el uso del suelo. Según ACUA, la norma habitará cuadriplicar el uso del suelo y 1400 hectáreas desmontadas “adaptando las normas a la demanda inmobiliaria”.

“Desde la década del ’80 para acá vivimos la de ausencia del Estado. En la municipalidad no hay equipos técnicos para abordar la planificación estratégica. Reclamamos que se constituyan, con participación de la comunidad”, dice Víctor Díaz, arquitecto e integrante de la asamblea.

“Cahuana es un botón de muestra de lo que está pasando en la ciudad. El Iplam (Instituto de Planificación de Área Metropolitana) establece que pase por Unquillo el segundo cordón de la circunvalación de Córdoba, poniendo una red secundaria en el corazón de las sierras chicas que tiene detrás toda una estrategia inmobiliaria, como hicieron con el camino al cuadrado que conecta Río Ceballos con La Falta. Son rutas interprovinciales a la medida de estos countries. Junto con eso, esta ordenanza blanquea avanzar sobre toda la zona verde. De las 900 hectáreas urbanizadas esta ordenanza habilitará el aumento a 3600. En la avenida San Martín (principal de Unquillo, NdR) las cloacas van por debajo de la calle y la situación es muy delicada. Es una locura que el municipio habilite todas estas urbanizaciones con la falta de infraestructura existente. Deben incluirse todas las variables de planeamiento en el desarrollo de la ciudad y no sólo le negocio inmobiliario”, critica el arquitecto.

ACUA planteó que la futura norma multiplica los riesgos y posibles daños por inundaciones, por lluvias torrenciales y repentinas. Además, no contempla que se cuadruplica la población y la falta de infraestructura que demandará servicios de agua, gas, electricidad, pavimento, transporte; según la denuncia pública, la futura norma genera contaminación ambiental por polución, falta de saneamiento, disposición de residuos sólidos y no atiende a la realización de evaluación de impacto ambiental sobre las consecuencias de aplicación de la propia ordenanza; por último, el proyecto del ejecutivo no tiene en cuenta la posible demanda de equipamiento sociocomunitario.

Díaz se queja las facilidades que tuvo la empresa para que se apruebe su prefactibilidad: “Cahuana se aprobó con la ordenanza de excepción, con un equipo de dos personas que no están calificadas para evaluar emprendimientos de este tipo, la empresa se reunió con el municipio y posteriormente sacaron esa norma a la medida del loteo. Estoy autorizado a pensar que no es una forma transparente, por eso queremos una normativa que establezca leyes de juego parejas para todos”, finaliza.


Fuente:
Unquillo: Country contra natura, 26/04/13, ECOS Córdoba. Consultado 29/04/13.

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