viernes, 26 de abril de 2013

Un héroe de los aficionados a la meteorología


Hace 75 años, el ingeniero Guy Stewart Callendar, un observador aficionado del clima de West Sussex, publicaba un artículo en el Quarterly Journal of the Royal Meteorological Society británica que asociaba directamente la quema de combustibles fósiles con el calentamiento de la atmósfera de la Tierra. El artículo se convertiría en un hito.

En su tiempo libre, Callendar era un agudo meteorólogo. En abril de 1938, su artículo “La producción artificial de dióxido de carbono y su influencia en la temperatura”, que se basó en los trabajos anteriores de John Tyndall y Svante Arrhenius, fue publicado con poca fanfarria e impacto. No fue sino hasta varias décadas después que pudo confirmarse el verdadero significado de sus conclusiones.

Para conmemorar el aniversario, dos actuales climatólogos han publicado un artículo en coautoría en la misma revista británica en la que celebran no sólo su legado, sino que también ilustran con técnicas y datos modernos cuán precisos fueron los cálculos de Callendar.

Ed Hawkins, de la University of Reading’s National Centre for Atmospheric Science, coautor del paper con el profesor Phil Jones, de la Universidad de East Anglia, describen por qué Callendar ha sido tan importante para el desarrollo de la ciencia del clima:

“En retrospectiva, la contribución de Callendar fue fundamental. Él es todavía relativamente desconocido, pero en términos de la historia de la ciencia del clima, su trabajo es un clásico. Fue el primer científico en descubrir que el planeta se había calentado a través del cotejo de mediciones de la temperatura de todo el mundo, y sugirió que este calentamiento se relaciona en parte con las emisiones de dióxido de carbono hechas por el hombre… Muchos fueron escépticos sobre algunos de los resultados de Callendar, en parte debido a que la acumulación de CO2 en la atmósfera no era muy conocida y porque sus estimaciones para el calentamiento causado por el CO2 eran bastante simplistas para los estándares modernos. No fue sino hasta la década de 1950, cuando los instrumentos mejorados ofrecieron mayor precisión de cómo el agua y el CO2 absorben la radiación, que llegamos a una mejor comprensión de su importancia. Los científicos de entonces tampoco podían creer que los seres humanos pudieran impactar un sistema tan grande como el del clima de la Tierra, un problema persistente entre algunos colegas hoy en día, a pesar de la evidencia convincente de lo contrario”.


Hawkins también ha escrito una entrada en su blog acerca de su nuevo paper sobre Callendar, que profundiza en las razones por las cuales los hallazgos del ingeniero inglés no se utilizaron inmediatamente e incluso fueron discutido sólo décadas más tarde:

“Las dudas sobre el rol del CO2 persistieron, en parte, porque el mundo no se volvió más cálido. De hecho, las temperaturas terrestres se redujeron ligeramente hasta alrededor de 1975, antes de que el calentamiento se reanudara. Esta meseta de temperatura se debió probablemente al aumento de los niveles de partículas (o ‘aerosoles’) en la atmósfera, que reflejan la radiación solar de vuelta al espacio. Irónicamente, estos aerosoles también son el producto de la quema de combustibles fósiles y las estrictas regulaciones impuestas en los países desarrollados en sus emisiones en los 60 y 70 fueron las que permitieron el nuevo calentamiento a partir de dióxido de carbono. Las emisiones de aerosoles de los países en desarrollo también pueden haber desempeñado un papel en esa meseta de temperatura en torno del 2000”.


Aquí se muestra el ejemplo producido por Hawkins y Jones para mostrar cómo los resultados de Callendar, publicados en 1938 y actualizados en 1961, hacen coincidir una reconstrucción de las temperaturas de hoy en día (CRUTEM4) con las temperaturas terrestres globales para el período 1850-2010.

El artículo original de Callendar se puede leer en su totalidad on line. De particular interés es “discusión” entre varios profesores de entonces y Callendar. Realmente da la sensación de que Callendar era visto como un aficionado ingenuo en este campo, lo que posiblemente contribuyó a que sus conclusiones no fueron absorbidas totalmente sino hasta 1960.

Fuente:
How the burning of fossil fuels was linked to a warming world in 1938, 22/04/13, The Guardian Enviroment Blog. Consultado 26/04/13.

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