Entrevistado por el matutino Llevalo Puesto, el
subsecretario de agricultura familiar de la Nación Emilio
Pérsico desmiente que vaya a modificarse la Ley de Semillas. Habla sobre la concentración de
la tierra, la soberanía alimentaria y hasta la reforma agraria.
El 27 de agosto pasado Emilio Pérsico, principal referente
del Movimiento Evita, fue designado a cargo de la Subsecretaría de
Agricultura Familiar del Ministerio de Agricultura de la Nación. Se trata de un
cargo clave en la relación entre el Estado nacional y los movimientos
campesinos de nuestro país, y también para el desarrollo de la agricultura
familiar orientada hacia la producción de alimentos en función de la soberanía
alimentaria. El matutino porteño Llevalo Puesto, emitido por FM La Tribu , pudo realizar una
jugosa entrevista con él.
¿Cuáles son los principales lineamientos que se propone su
gestión en la subsecretaría?
En cuanto a lo organizativo hoy hay más de mil
organizaciones que forman parte de la agricultura familiar y lo que estamos
haciendo es unificar esas organizaciones en una única federación. En lo
productivo avanzar en la soberanía alimentaria, para que los pequeños
productores puedan competir en la producción de alimentos. Y en el tema de
tierra, hábitat y agua, ahí apoyar la política de resistencia de los compañeros
por la tenencia de la tierra y también tener una política ofensiva de
colonización porque nosotros necesitamos un millón de pequeños productores para
tener 25 % de población en el campo, que es lo que Argentina precisa para
desarrollarse y para proveerse su alimento.
El acceso a la tierra es uno de los principales reclamos de
los movimientos campesinos. ¿Cuál es actualmente la situación de los registros
de tierras en el país?
Bueno, en realidad las normativas son provinciales. En
muchas provincias lo que hay son registros de poseedores, eso sí es un avance,
aunque todavía falta mucho relevamiento. Es un avance porque después permite
las titulaciones de la tierra. Por ejemplo en Santiago del Estero existe un registro
de poseedores. Nosotros estamos ayudando a la provincia para que todos los
compañeros puedan tener su registro de posesión. Una cosa es el título de la
tierra y otra cosa es una política que algunas provincias se dieron de realizar
un registro de poseedores veinteañales.
Uno de los temas que más se está discutiendo hoy en cuanto a
la situación agraria del país es la modificación de la Ley de semillas, que según los
anteproyectos que están circulando involucraría directamente a la Subsecretaría.
¿Tienen ustedes alguna posición al respecto?
No hay ninguna ley en tratamiento en el Congreso, es lo
primero que hay que aclarar. Sí hay unos papeles girando por el Congreso, pero
que tienen importantes errores técnicos. No hay casi ningún productor en el
registro de agricultura familiar que plante semillas de soja transgénica. Ese
papel que está dando vueltas está muy circunscripto a ese tema. Pero una ley de
semillas tiene que involucrar muchísimo más. Lo primero es la defensa de la
semilla autóctona y de las variedades autóctonas. Insisto en que lo que hay es
un papel circulando con muchas fallas técnicas. Pero no hay ninguna ley en
tratamiento en el Congreso y si la hubiera debería ser discutida con todos los
involucrados en el sector. Si hubiera que hacer una ley este sector tendría
mucho que decir al respecto. No hay ninguna presentación en el Congreso ni la
va a haber, por lo menos desde el oficialismo.
Muchas veces aparecen normativas nacionales que encuentran
trabas provinciales de cara a su cumplimiento efectivo. ¿Cómo ven ese problema?
Nosotros tenemos que coordinar con los gobiernos
provinciales. Yo creo que es posible, porque la tierra es un bien que está
regido por las provincias y también porque necesitamos su colaboración en lo
productivo. En muchos lugares se ha hecho mucho trabajo para registrar a los
poseedores pero después muchos compañeros terminan vendiendo la posesión
veinteañal, porque aunque parezca mentira la mejor manera de concentrar la
tierra es el precio alto. Con estos precios tan altos, en tierras que antes
casi no tenían valor de mercado, se atenta contra la democratización de la
tierra. Ahí tenemos que trabajar muy fuerte con los gobiernos provinciales
porque si no se perjudica cualquier política de obtener títulos perfectos. La tentación
de vender las tierras es muy grande. Hay que trabajar el tema productivo de
esas tierras porque de esa manera se va avanzando en el desarrollo y en la
dignidad del compañero y eso ayuda a que el compañero se sujete a la tierra y
se quede. Hoy la población campesina cada vez envejece más. Es el sector que
más se reproduce pero a la vez es el sector en el que los jóvenes más emigran a
la ciudad. Tenemos que revertir esa situación. Tenemos que pasar a una
situación ofensiva porque necesitamos un millón de pequeños productores para
que la Argentina
sea un país viable y serio.
Pensando en la estructura productiva del país, ¿cómo ves que
se relacionan los objetivos del Plan Estratégico Agroalimentario y la
producción de enormes cantidades de soja por parte de los pooles de siembra,
con la agricultura familiar y la agricultura vinculada con la producción de
alimentos para el mercado interno?
Bueno, en nuestro país hay dos modelos agropecuarios que van
a tener que convivir por mucho tiempo. En América Latina se está haciendo mucho
esfuerzo para esa convivencia. Tiene que ser de los dos lados. Yo ha hablado
con todos los sectores, también los concentrados, porque necesitamos discutir
una política de integración donde todos los sectores estén sentados en una
mesa. No hay posibilidades de que el modelo de producción de alimentos, el modelo
de soberanía alimentaria, subsista si no hay una política fuerte de Estado en
defensa de ese sector. Si lo dejamos en manos del mercado, el mercado va a
tender a concentrar. Los sectores concentrados tienen que entender que la Argentina no es viable si
no hay una política fuerte de democratización de la tierra y de colonización
importante.
¿Creés que es posible que en algún momento en la Argentina se empiece a
discutir la reforma agraria?
No hay futuro en la Argentina si no se discute la democratización de
la tierra y que haya un millón de pequeños productores. La mayoría de los
“ni-ni” del conurbano son hijos de una campesina formoseña, santiagueña o
tucumana. Es necesario que arraiguemos a nuestros jóvenes en el campo y que les
demos perspectiva de futuro. Si no la Argentina se hace inviable como país. No va a
poder vivir toda la
Argentina en los conurbanos de las ciudades.
Fuente:
“No va a haber nueva Ley de semillas”, 19/11/12, Marcha. Consultado 19/11/12.
No hay comentarios:
Publicar un comentario