“La planta generaría más aplicación de plaguicidas y pérdida
de biodiversidad”. Así lo indicó Raúl Montenegro, quien a través de un informe analizó las posibles consecuencias de la instalación en Córdoba de una de las mayores plantas de acondicionamiento de semillas a nivel mundial
por Lucía Maina
El biólogo Raúl Montenegro advirtió que la instalación de
Monsanto en Córdoba significaría una profundización de los problemas
ambientales presentes en la provincia.
Según un informe de Funam, la presencia en Malvinas Argentinas de una de
las mayores plantas de acondicionamiento de semillas de maíz a nivel mundial
acelerará el avance de la frontera agropecuaria y provocará un mayor uso de
plaguicidas, con sus consecuentes efectos en la salud y el ambiente.
“Resulta ingenuo asumir que una planta procesadora de
semillas es solamente una industria. También es un acelerador indirecto de los
procesos de monocultivo, contaminación y desmonte”, establece el informe de la
fundación. En ese sentido, su presidente señaló que la presencia de este
emprendimiento en Córdoba “generaría más aplicación de plaguicidas y pérdida de
biodiversidad”.
Desde Funam informaron que actualmente Monsanto posee cinco
plantas en nuestro país: dos procesadoras de semillas (Planta María Eugenia en
Rojas, Planta Pergamino); una productora de herbicidas (Planta Zárate) y dos
estaciones experimentales (Camet, Fontezuela).
A partir de los últimos anuncios, a la lista se sumarían dos
nuevas estaciones experimentales -una de ellas en nuestra ciudad- y una tercera
fábrica en la localidad cordobesa de Malvinas Argentinas. Si se concreta este
último proyecto, nuestro país tendría las dos plantas más grandes del mundo
para el acondicionamiento de semillas.
Duplicar la producción
Montenegro aclaró que tanto en la planta de Malvinas
Argentinas como en las estaciones experimentales que se proyectan en Río Cuarto
y Tucumán “las actividades tienen que ver con la producción y el
acondicionamiento de semillas, por eso es que la principal objeción está más
allá de los insumos que se van a usar -que obviamente hay que analizarlos-, y
es cómo se termina consolidando el modelo al generar más cantidad de semillas y
más potencial para cultivo”.
De hecho, la planta de Malvinas Argentinas, cuya puesta en
funcionamiento se prevé para fines de 2013, trataría y acondicionaría semillas
de maíz hasta lograr una capacidad máxima de producción de 3,5 millones de
hectáreas.
En este sentido, Pablo Vaquero, vicepresidente de Monsanto
para Latinoamérica, explicó: “En la actualidad se están sembrando 4,5 millones
de hectáreas de maíz, con lo que de esta manera estaríamos casi duplicando la
producción de semillas en vistas de que se duplicará la producción de hectáreas
de maíz en el país”.
Ante esta predicción, desde Funam advierten: “Continuamente
se registran en Córdoba operaciones de desmonte ilegal para seguir ampliando el
área cultivable. Es previsible por lo tanto que las actividades de Monsanto no
sólo induzcan la expansión de fronteras agrícolas, sino también procesos de uso
más intensivo de los suelos”.
El debate sobre el uso de agroquímicos
A lo largo de un extenso informe, la fundación predice que
una mayor presencia de Monsanto en la provincia “agravaría regionalmente los
efectos indeseados” del actual modelo, tales como la “expansión de la superficie
cultivada, la destrucción de ambientes nativos y, sobre todo, más enfermedades
y muertes por exposición a bajas dosis de plaguicidas”.
Al respecto, desde la organización aclaran: “La planta que
Monsanto pretende instalar en Malvinas Argentinas no se dedicaría a la
producción de plaguicidas. Pero incentivaría indirectamente su uso a nivel
provincial”.
En ese marco, el documento reconoce el atractivo que
representan los puestos de trabajo prometidos por la empresa, pero contrasta
estos beneficios con las consecuencias indirectas que su instalación generaría
en la salud de la población “y la pérdida de puestos de trabajo en actividades
incompatibles con los cultivos transgénicos”.
Montenegro celebró que “la noticia sobre la posible
radicación de Monsanto en Malvinas Argentinas haya coincidido con el fuerte
debate social sobre los efectos de las bajas dosis de plaguicidas en la salud
humana y el ambiente”. Y mencionó la importancia del juicio que se lleva
adelante por fumigaciones en el barrio Ituzaingó Anexo de la capital
provincial.
Por último, el reconocido profesional opinó que “el actual
modelo agrícola extractivo que se practica en Argentina debería ser asumido
como una variante de la megaminería” por la pérdida de nutrientes que genera y
los plaguicidas que persisten por años en el suelo.
¿Por qué en Córdoba?
El informe elaborado por Funam destaca diversos motivos por
los que la multinacional Monsanto decidió instalarse en la provincia de
Córdoba:
- Tiene a nivel nacional la mayor superficie cultivada con
soja transgénica y pese a que sólo conserva menos del 5 % de bosque nativo, su
superficie cultivada sigue creciendo.
- Desde 1996 los sucesivos gobiernos nacionales y
provinciales vienen apoyando esta redituable simplificación de la biodiversidad
productiva para acrecentar la exportación.
- Las universidades públicas y privadas producen cada vez
más especialistas en ingeniería genética.
- A nivel nacional existen escasos controles y los gobiernos locales y buena
parte de la sociedad no advierten los efectos ambientales ni las consecuencias sanitarias que se están
provocando.
Según Funam, las obras no se pueden iniciar sin estudios de
impacto ambiental
El biólogo Raúl Montenegro dijo que por ley la radicación de
plantas de la empresa en Río Cuarto, Malvinas Argentinas y Tucumán está
supeditada a evaluaciones y audiencias públicas. “Pensar un plazo de 9 meses es
una irresponsabilidad tremenda”, afirmó ante los riesgos que podría implicar la
actividad.
Desde la
Fundación para la
Defensa del Ambiente (Funam) afirmaron que, pese a los
anuncios oficiales, las plantas que Monsanto pretende instalar en Río Cuarto,
Malvinas Argentinas y Tucumán están supeditadas a la realización de estudios de
impacto ambiental y audiencias públicas establecidas por leyes nacionales y
provinciales. “Todo lo que representa el manejo de organismos genéticamente
modificados es extremadamente delicado y pensar un plazo de 9 meses es una
irresponsabilidad tremenda”, expresó Raúl Montenegro, presidente de Funam.
En los últimos días, directivos de la empresa Monsanto a
nivel local anunciaron que próximamente se iniciarán las obras para la
instalación de dos estaciones experimentales de soja y maíz, una en nuestra
ciudad y otra en Tucumán. En Río Cuarto, la planta estaría en funcionamiento en
alrededor de 9 meses.
A ello se suma la radicación de la planta para
acondicionamiento de semillas más importante de América Latina en la localidad
cordobesa de Malvinas Argentinas, que comenzaría a funcionar a fines de 2013.
Aunque este último anuncio fue rectificado por la presidenta
Cristina Fernández de Kirchner y el gobernador José Manuel de la Sota , desde Funam advirtieron
que “existen obstáculos legales y administrativos muy importantes” para que la
empresa radique obras de este tipo en
nuestro país en el corto plazo.
En concreto, Montenegro indicó que ante esta clase de
emprendimientos se aplica la Ley del Ambiente 7343 de la
provincia de Córdoba, así como la ley nacional 25675. “Ambas normas tienen
establecida la evaluación de impacto ambiental y la audiencia pública: sólo una
vez hecho el estudio de impacto y que los propios actores sociales se presenten
y debatan se puede instalar una planta de estas características”, afirmó. Y
aclaró que este procedimiento estaría vigente tanto para la planta que se
instalará en Malvinas Argentinas como para la estación experimental de Río
Cuarto.
Los pasos según la ley
Un extenso informe elaborado por Funam a raíz de los
anuncios de los últimos días expresa: “Ningún funcionario público, por alto que
sea su rango, puede asegurarle a Monsanto que se instalará. Como cualquier
empresa pública o privada, debe presentar formalmente su propuesta en
Argentina, y someterse a la ley”.
En ese marco, el biólogo y Premio Nobel Alternativo sostuvo
que “es una falta de respeto que Monsanto haya anticipado una fecha de
terminación de obras cuando no se sabe si los estudios van a dar positivo o
no”.
Desde la fundación explicaron que la ley obliga a las
empresas a elaborar los estudios de impacto ambiental, que luego pueden ser
analizados por universidades o grupos consultores. “Lo importante es que estén
disponibles para que en forma independiente se los pueda evaluar y obviamente
va a haber una evaluación dura en este caso. Ha sido totalmente inoportuno
hacer este anuncio y este apoyo gubernamental en el mismo momento que se da el
conflicto en Ituzaingó. Pensemos que la planta en Malvinas Argentinas está a 9 km del barrio”, reflexionó
Montenegro.
Y explicó que una vez evaluados los estudios de impacto
ambiental, el resultado se debe debatir en audiencia pública con la
intervención de las personas que podrían verse afectadas, aunque aclaró que
para el Estado no es obligatorio cumplir lo que se defina en esa instancia.
El cumplimiento
Desde Funam destacaron que es indispensable determinar el
tipo de actividades que se desarrollarán en la planta de acondicionamiento de
semillas y, especialmente, en las estaciones experimentales, donde hasta ahora
se desconocen las prácticas que se realizarán así como las sustancias a
utilizar.
“El gobierno provincial ha violado sistemáticamente normas
de impacto ambiental, pero siendo éste un tema tan tremendamente delicado las
malas costumbres no se van a poder practicar tan ligeramente”, manifestó al
respecto Montenegro.
Y continuó: “Todo lo que representa experimentación con
material biológico transgénico requiere un más que cuidadoso impacto ambiental
tanto por los efectos biológicos que puede tener sobre otras especies como
obviamente si en ese predio se usan plaguicidas”.
Consultado acerca de la actitud que tomarán desde la
fundación si las normativas vigentes no son respetadas en la provincia, el
biólogo aseguró: “Si no lo cumplen denunciamos penalmente al gobernador o al
funcionario que sea: los funcionarios tienen la obligación de cumplir la ley y
también de hacer que esa ley se cumpla”.
Fuentes:
Lucía Maina, La planta generaría más aplicación de plaguicidas y pérdida de biodiversidad, 23/07/12, El Puntal de Río Cuarto. Consultado 23/07/12.
¿Por qué en Córdoba? , 23/07/12, El Puntal de Río Cuarto. Consultado 23/07/12.
Lucía Maina, Según Funam, las obras no se pueden iniciar sin estudios de impacto ambiental, 23/07/12, El Puntal de Río Cuarto. Consultado 23/07/12.
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