A través de
imágenes caseras, los autores de este software pueden determinar los
caudales de las inundaciones. También capacitan a Defensa Civil
sobre esta tecnología. Ahora instalarán cámaras fijas en puntos
clave.
por Lucas Viano
En Villa Carlos
Paz, el río San Antonio es capaz de crecer tres metros en cinco
minutos. No hay tecnología disponible para determinar el caudal de
semejante crecida repentina.
Al menos no la
había hasta hace algunos años, cuando a un grupo de científicos de
la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) se les ocurrió utilizar
imágenes de videos grabados por los vecinos para realizar estas
mediciones.
Ante la
desesperación por la crecida de febrero de 2015, un comerciante solo
atinó a subirse al techo de su negocio y filmar cómo el agua pasaba
y destruía todo.
Ese material
fílmico sirvió para realizar el único cálculo del caudal que
trajo aquella trágica inundación, que dejó más de una decena de
muertes en Sierras Chicas.
Para un arroyo
que tiene un caudal ordinario de menos de un metro cúbico por
segundo, durante la crecida alcanzó los 290 metros cúbicos por
segundo.
“El dato se lo
dimos a la Provincia y ahora todas las obras públicas se realizan
teniendo en cuenta esa cifra”, dice Antoine Patalano, uno de los
autores de este tecnología e integrante del Centro de Estudios y
Tecnología del Agua (Ceta) de la UNC.
“Esta
tecnología puede servir para prevenir que no ocurran eventos serios
en el futuro. Es información clave para que se tomen medidas que
ayuden a mitigar los efectos de estas amenazas”, explica Marcelo
García, director del Ceta.
La mejor forma de
medir una crecida es con instrumentos acústicos y por el método
Doppler. El problema es que el instrumento debe estar sumergido y
debe moverse dentro del agua.
“No funciona
bien en crecidas repentinas. Es muy riesgoso colocar un equipo tan
costoso en una crecida y también es peligroso para las personas que
realizan la medición”, explica Patalano.
García
ejemplifica con lo que está pasando con el río Pilcomayo en estos
días. “En este momento no se sabe cuánto caudal está viniendo,
porque el sistema de medición no puede aplicarse debido a que es una
crecida extraordinaria. Hace unos años probamos nuestra técnica en
el Pilcomayo y funcionó muy bien”, asegura.
Los científicos
comentan que sólo Francia y Japón cuentan con una tecnología
similar. El sistema es tan novedoso que el Servicio de Geología de
Estados Unidos decidió asociarse al equipo local para aplicar la misma
técnica en su país.
Junto con Estados Unidos
desarrollaron estaciones fijas de medición. Utilizan cámaras de
seguridad comerciales que tienen la capacidad de filmar de noche.
El secreto está
en el software desarrollado por Patalano. Aunque no es tan secreto,
ya que es de código abierto y cualquiera puede utilizarlo y
modificarlo.
Lo que hacen es
medir el aumento de nivel de la crecida. Utilizan un punto fijo de
referencia e incluso una regla instalada sobre el lecho del río.
Pero también
procesan la velocidad del agua. En base a esos datos y a la
batimetría (datos sobre la profundidad y forma del lecho) pueden
calcular el caudal.
En Córdoba
instalaron una a modo de prueba en el Centro Cívico para medir el
caudal del Suquía. Un equipo similar fue aplicado en la ciudad de
Urbana en Illinois, Estados Unidos. Pronto colocarán una estación en la
Cañada y en otros cursos de agua de Córdoba, gracias a un convenio
con el Ministerio de Agua, Ambiente y Servicios Públicos de la
Provincia.
La idea es que
sean estaciones independientes que funcionen con paneles solares y
envíen la información mediante tecnología 3G.
“Estas
estaciones van a servir como un sistema de alertas de crecidas a
entidades como Bomberos y Defensa Civil”, dice García.
Los
investigadores también capacitaron a personal de Bomberos y Defensa
Civil para que ellos mismos realicen las filmaciones de las crecidas.
A través de WhatsApp, les envían el material a los científicos y
en menos de una hora puede conocer cuánto aumentó el caudal.
Cómo ayudar a
calcular las crecidas
Cuáles son los
videos útiles para los científicos.
Videos. Los
videos deben ser fijos, desde un lugar elevado para que se vean las
dos márgenes del río. También se deben visualizar cuatro puntos
fijos de referencia que marquen el nivel del agua; por ejemplo, un
poste, un árbol, una roca u otra estructura.
Datos. El video
también tiene que estar bien localizado, por ejemplo, con Google
Maps.
Contacto. Web:
www.cazadoresdecrecidas.unc.edu.ar. Twitter: @CdC_Cordoba.
Fuente:
Lucas Viano, Científicos usan videos de celulares para medir las crecidas de ríos serranos, 06/02/18, La Voz del Interior.
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