El denominado Tribunal Internacional Monsanto expone las acciones de la empresa agroquímica que supuestamente dañan al ambiente y la salud humana.
por Joaquim
Elcacho
“Si
el delito de ecocidio se reconociera en el derecho penal
internacional -cosa que no ocurre de momento-, las actividades de
Monsanto posiblemente constituirían un delito de ecocidio en la
medida en que causan daños sustanciosos y duraderos a la diversidad
biológica y los ecosistemas, y afectan a la vida y la salud de las
poblaciones humanas”.
Esta
es una de las conclusiones de la resolución (opinión no vinculante)
aprobada en La Haya (Holanda) el 18 de abril por el denominado
Tribunal Internacional Monsanto, un órgano no formal en el que han
participado cinco juristas de prestigio internacional, reunidos para
analizar el impacto ambiental y sanitario de diversas actividades de
la multinacional de productos químicos y agroalimentarios Monsanto.
El
documento aprobado por este tribunal de opinión concreta cinco
motivos para considerar que Monsanto podría haber cometido el
supuesto delito de ecocidio:
- Fabricación, suministro y aplicación aérea de mezclas concentradas de herbicida glifosato utilizadas por los Gobiernos de los Estados Unidos de América y de Colombia en la ejecución del “Plan Colombia”.
- Uso a gran escala de productos agroquímicos peligrosos en la agricultura industrial.
- Diseño, producción, introducción y siembra de cultivos obtenidos por ingeniería genética.
- Contaminación grave de la diversidad vegetal, los suelos y las aguas.
- Introducción en el medio ambiente de un contaminante orgánico persistente, el bifenilo policlorado (PCB), con los consiguientes daños ambientales generalizados, duraderos y severos.
El
documento difundido por el Tribunal Internacional Monsanto explica
que, en su marco de referencia jurídica, entiende por delito de
ecocidio aquel que “daña gravemente o destruye el medio ambiente,
hasta el punto de alterar de forma significativa y duradera el
patrimonio mundial o los servicios de los ecosistemas de los que
dependen determinados grupos humanos”.
Revisar
el Derecho Internacional
“Ha
llegado el momento de proponer que se establezca el nuevo concepto
jurídico de ecocidio y que este se integre en una futura versión
enmendada del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional”. Entre las consecuencias jurídicas que
deberían asociarse a los delitos por ecocidio, la resolución
conocida ahora propone que, “además de la responsabilidad penal,
debería reconocerse y asegurarse la responsabilidad civil de las
empresas por el crimen de ecocidio, incluida la obligación de
restaurar el ambiente y la integridad de los ecosistemas y la
obligación de compensar el daño causado”.
El
dictamen publicado por el Tribunal Internacional Monsanto ocupa 66
páginas e incluye apartados específicos para cada una de las
actividades de esta empresa que pueden haber dañado el medio
ambiente o la salud de las personas.
Estos
son algunas de las conclusiones destacadas en el documento publicado
por el Tribunal Internacional Monsanto (citas textuales):
”Monsanto
ha incurrido en conductas que tienen efectos graves y negativos en el
medio ambiente y han afectado a innumerables personas y comunidades
de muchos países, así como a la salud del propio entorno, con las
consiguientes repercusiones en las plantas y los animales y en la
diversidad biológica. Monsanto produce y comercializa intensivamente
Roundup, un herbicida cuyo principal ingrediente es el glifosato,
además de otros productos químicos peligrosos”.
“Asimismo,
Monsanto ha patentado semillas modificadas genéticamente con
tolerancia al glifosato. Este diseño y esta combinación han dado
lugar a la proliferación de semillas OMG resistentes a esta
sustancia y a un aumento del empleo de herbicidas que la contienen.
Aunque el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer
(CIIC) de la Organización Mundial de la Salud concluyó que el
glifosato es carcinógeno, Monsanto ha seguido produciendo y
comercializando herbicidas en cuya composición entra el glifosato”.
Efectos
sobre la siponibilidad de alimentos
El
documento difundido ahora indica que, “las actividades de Monsanto
han afectado negativamente a la disponibilidad de alimentos para las
personas y las comunidades, y constituyen una injerencia que socava
la capacidad de las personas y las comunidades para obtener alimentos
directamente de la tierra productiva”. “Las actividades de
Monsanto han causado, y están causando, daños en el suelo y en el
agua y, en general, en el medio ambiente, reduciendo con ello las
posibilidades productivas de obtener alimentos adecuados. Las
actividades agrícolas comunitarias, así como los bosques, que
proporcionan recursos alimentarios, se están viendo devastados por
la propagación de semillas modificadas genéticamente, que utilizan
cantidades ingentes de herbicidas como el glifosato”, afirma este
informe.
¿Se
ha vulnerado la libertad de investigación?
Acusan
a Monsanto de desacreditar a investigadores independientes y pagar
para la elaboración de informes favorables a sus intereses
De
forma paralela al supuesto impacto ambiental y sobre la salud humana,
el documento del Tribunal Internacional Monsanto indica que las
actividades de esta empresa podrían haber vulnerado la libertad de
acción de los científicos independientes y el libre ejercicio de la
investigación científica. En este apartado, el documento indica en
concreto (citas textuales):
”Los
testimonios escuchados por el Tribunal denotan una conducta por parte
de Monsanto que presuntamente se caracterizaría por las siguientes
acciones:
“Desacreditar
la investigación científica independiente cuando plantea serios
interrogantes sobre las consecuencias ambientales y de salud pública
que tienen sus productos, incluso tratando de socavar el empleo o el
puesto titular de los autores de tales informes”.
“Pagar
sobornos para que se elaboren informes de investigación falsos, como
los presentados por terceros que actúan a su favor y que no revelan
su relación con Monsanto”.
“Presionar
e incluso sobornar a gobiernos y funcionarios públicos para que
aprueben los productos de Monsanto pese a los informes creíbles y de
base científica que recomiendan denegar tales aprobaciones”.
“Distribuir
productos nocivos carentes de la aprobación debida”.
“Intimidar,
incluso amenazando con presentar una demanda, a las partes que
simplemente tratan de informar a los consumidores de la presencia de
productos Monsanto en los artículos y alimentos que compran y a
menudo consumen”.
¿Qué
es un ‘tribunal de opinión’?
El
documento publicado (18 de abril) por el autodenominado Tribunal
Internacional Monsanto explica que un ‘tribunal de opinión’ como
este no es un órgano judicial ordinario perteneciente al sistema
legalmente establecido por un Estado concreto, ni tampoco un tribunal
de una organización internacional.
“Es
un tribunal “extraordinario” fruto de la determinación de la
sociedad civil, que toma la iniciativa y participa activamente en
él”. Según esta declaración, el Tribunal Internacional Monsanto,
“sigue la larga tradición de los tribunales de opinión creados en
1966 e impulsados por los filósofos Bertrand Russell y Jean-Paul
Sartre, y cuyos principios son bien conocidos. En 1979, por
iniciativa del senador y teórico Lelio Basso, el concepto del
Tribunal Russell-Sartre se amplió, convirtiéndose en el Tribunal
Permanente de los Pueblos”.
De
forma genérica, “los tribunales de opinión tienen el mandato de
examinar -mediante un método judicial-, las normas jurídicas
aplicables a situaciones o sucesos muy problemáticos que afectan
directamente a personas o grupos de personas y a la sociedad en su
conjunto y que constituyen un motivo grave de preocupación para los
afectados”. El objetivo de tribunales de opinión como el creado
para el caso Monsanto es doble: “alertar a la opinión pública, a
las partes interesadas y a los responsables de la formulación de
políticas con respecto a actos considerados inaceptables e
injustificables con arreglo a las normas jurídicas, contribuyendo de
esta manera al progreso del derecho nacional e internacional”.
Documento
de referencia
Tribunal Internacional Monsanto. Opinión consultiva. La Haya, 18 de abril de
2017
Monsanto
responde a las acusaciones
“Creemos
que los derechos humanos y la agricultura merecen un diálogo abierto
y profundo que ayude a encontrar soluciones reales a los desafíos
del hambre, la seguridad alimentaria, así como al papel que juegan
los agricultores al producir de forma sostenible alimento para una
población mundial que no deja de crecer”.
En
respuesta al documento del denominado Tribunal Internacional
Monsanto, el portavoz oficial de Monsanto para España y Portugal ha
hecho llegar a La Vanguardia Natural un enlace al apunte del blog ‘Hablando claro’ (publicado por Monsanto) en el que el Comité
Directivo de Derechos Humanos de Monsanto expone la posición oficial
de la empresa. Este es el contenido íntegro del apunte:
“Seguramente
hoy habrán visto que se ha publicado un comunicado de prensa en el
que se pone de manifiesto la opinión consultiva del “Tribunal
Monsanto”. Estamos comprometidos a entablar un diálogo real con
aquellas personas que manifiestan un interés real en la agricultura
sostenible, los derechos humanos a la alimentación, la salud, y a un
medio ambiente saludable y seguro, así como en quiénes somos y qué
hacemos. El acto original lo llevaron a cabo un grupo de personas
contrarias a la tecnología agrícola y críticas con Monsanto que
hacían a la vez de organizadores, juez y jurado. Se rechazaron
pruebas científicas existentes y antecedentes judiciales relativos a
varias cuestiones. Se trataba de un acto cuyo veredicto estaba
predeterminado. La opinión -catalogada por el propio panel del
Tribunal únicamente como consultiva- ha sido la siguiente
comunicación esperada de este grupo”.
“En
un momento en el que la opinión pública intenta separar la realidad
de la ficción, esta opinión no jurídica que se ha publicado
recientemente podría malinterpretarse. Creemos que los derechos
humanos y la agricultura merecen un diálogo abierto y profundo que
ayude a encontrar soluciones reales a los desafíos del hambre, la
seguridad alimentaria, así como al papel que juegan los agricultores
al producir de forma sostenible alimento para una población mundial
que no deja de crecer. Seguimos comprometidos con nuestro papel de
ayudar a solucionar estos problemas y animamos a aquellos que quieran
saber más sobre Monsanto a que nos formulen las preguntas que tengan
en discover.monsanto.com/conversation“.
Fuente:
Joaquim Elcacho, Cinco motivos para acusar de ‘ecocidio’ a la multinacional Monsanto, 19/04/17, La Vanguardia. Consultado 20/04/17.
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